MÉXICO -- Estimados amigos de ESPN, tuvieron que pasar siete semanas para que el último de los invictos perdiera en la presente temporada.
Este domingo los Minnesota Vikingsa llegaron a Philadelphia con la marca perfecta de 5-0.
Minnesota traía entre otros argumentos ser la segunda mejor defensiva en yardas permitidas, pero la primera en puntos entregados.
Sí, la unidad defensiva llegó como una de las mejores, aunque la atención estaba centrada en Sam Bradford, quien apenas el 3 de septiembre pasado y como jugador de Philadelphia Eagles, recibió la llamada de su entonces entrenador en jefe Doug Pederson quien le anunciaba la decisión del equipo de negociarlo para ir a Minnesota.
Ese mismo día Bradford tomó un avión rumbo a Minneapolis. Solo faltaban siete días para el inicio de la temporada regular.
Bradford no había entregado un solo balón hasta antes de esta Semana 7 y comanda una ofensiva que a pesar de las ausencias de jugadores notables como su mariscal de campo Teddy Bridgewatery el considerado mejor corredor de la liga, Adrian Peterson.
Bueno la historia usted ya la sabe, Philadelphia le arrebató la etiqueta de invicto a los Vikings.
Los argumentos de Eagles estuvieron justo en su unidad defensiva.
Bradford no pudo descifrar nunca las jugadas de carga que envió Jim Schwartz, el coordinador defensivo que confundió y presionó todo el juego.
Bradford sufrió seis capturas y fue golpeado en total 19 veces.
La pobre protección que tuvo Bradford provocó también tres entregas por la vía de los balones sueltos y además fue interceptado.
Es decir, fue una auténtica "tarde de perros" para el mariscal de campo que hasta hace justo dos meses no se imaginaba que a estas alturas estaría jugado para los de Minneapolis.
Bradford y la ofensiva también acusaron de falta de ataque terrestre que permita descargar la presión hacia su pasador. Hoy echaron mucho de menos a Peterson.
Por su parte, Carson Wentz, joven mariscal de campo de Philadelphia, ya confirma que es "humano", fue interceptado en dos ocasiones y también perdió el balón en dos ocasiones aunque sólo entregó uno de ellos.
La defensiva de los Eagles en casa ha tendido actuaciones formidables, derrotando a los Pittsburgh Steelers, Cleveland Browns y ahora Minnesota. Su defensiva solo permite 7.7 puntos de promedio por juego.
La próxima semana Philadelphia se enfrentará a los Dallas Cowboys en un partido por la supremacía en la División Este de la Conferencia Nacional.
El duelo pondrá frente a frente a los mariscales novatos Wentz y Dak Prescott.
Solo como un dato que resulta revelador, la temporada pasada después de la Semana 7, un total de cinco equipos permanecían invictos: New England Patriots, Denver Broncos, Cincinnati Bengals, Green Bay Packers y Carolina Panthers.
Este año la perfección duró mucho menos.