Gurú de las Diagonales: Semana 12

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MIAMI -- El lunes pasado fue una jornada histórica por donde se la vea.

Muchos me han preguntado cuál es mi evaluación del primer Monday Night Football disputado fuera de los Estados Unidos, y qué significa eso para el futuro de la NFL en México, así que aquí les cuento un poco mi experiencia.

Arribé al Estadio Azteca a las ocho de la mañana, y allí estábamos solos el Coloso de Santa Úrsula y yo. Disfruté del momento por un par de segundos y empecé a trabajar en lo que fue una jornada larga pero gratificante.

El césped a lo lejos lucía inmaculado, pero de cerca se notaban varios sectores con arena. A la postre, la condición del campo terminó siendo un problema, dado que muchos de los jugadores de los Houston Texans y los Oakland Raiders no lograron hacer pie y se patinaron más de la cuenta.

Si bien a todos nos hubiese gustado que no fuera el caso, y es ciertamente un aspecto a mejorar, la realidad es que es algo que ocurre más de lo deseado incluso en Estados Unidos.

Entiendo que para México era una vidriera y todo debía salir perfecto, dado que la liga se había comprometido condicionalmente a volver a México en cada una de las dos siguientes temporadas.

Luego estuvo el grito de "P%$·&" durante cada patada. Entiendo a todos los que dicen que es folklore y que no lo dicen en el sentido literal de la palabra, pero aquellos que se unen al grito deben entender que el hecho de que ofenda, al menos a una persona, ya es razón suficiente para dejar de hacerlo.

Sobre todo si entendían la importancia de tener todos los ojos de la liga sobre ellos. Tristemente creo que ese grito no se detendrá, incluso a futuro.

Sí volaron avioncitos de papel sobre el campo --con el papel que se realizaron los mosaicos en el entretiempo--, aunque no lo vi como algo grave.

El principal problema a mi juicio, fue el láser verde con el cual uno o varios fanáticos decidieron molestar a los jugadores de los Texans durante el juego. Digo que fue un problema porque eso implica una ventaja competitiva para uno de los equipos, y les digo con conocimiento de causa que a la NFL no le gustó nada eso.

Lo que más me llamó la atención es que nadie lograra identificarlo durante el juego. Si no es la seguridad, debe haber al menos una denuncia de los fanáticos que están a su alrededor.

Entiendo que en nuestros países a veces eso es más complicado, pero cuando los responsables se den cuenta que se están dañando ellos mismos, quizás entren en razón.

El momento de los himnos fue una verdadera fiesta, el internet funcionó perfecto en nuestra cabina --gracias a todos los que pasaron a saludar-- y la organización cumplió con creces a mi juicio.

Los Raiders ciertamente se sintieron locales y creo que ni en Oakland escuchan esa clase de apoyo --los abucheos a Houston fueron constantes y altos--.

Recibí un par de denuncias de robos a la salida del estadio en Twitter, y aunque simpatizo con ellos porque entiendo la impotencia, por suerte, no me tocó vivir esa experiencia y me gusta hablar de lo que veo y no de lo que escucho.

Definitivamente, hay cosas por mejorar, pero considero que México aprobó como sede en líneas generales.

Habrá aquellos que dramaticen los problemas, otros que engradezcan las virtudes, pero les puedo decir que si bien la NFL va a recopilar más información, es casi un hecho que la liga volverá a México en cada una de las próximas dos temporadas.

Muchos colegas anglosajones quedaron sorprendidos por el conocimiento de los fanáticos mexicanos y espero que tengamos otra oportunidad de mostrarles lo mucho que amamos y conocemos este deporte de este lado del mundo.

Claro que no ayudó a nuestra causa el hecho de que un grupo de 'periodistas' estaba entrevistando en masa al receptor abierto de los Raiders, Johnny Holton tras el partido.

Holton estuvo inactivo e imagino que lo confundieron con alguien más; esto generó risas entre los colegas anglosajones y, aunque lo entiendo, me generó cierta rabia porque yo sé lo que conocemos el deporte.

Sólo me resta decirles gracias por la hospitalidad y por la pasión. Fueron más los positivos que los negativos y ahora es momento de enfocarse en mejorar todos juntos para la próxima visita de la NFL el año que viene, que según me dicen, es casi una certeza.

Y porque hubo más juegos que el del lunes, quisiera destacar a un par de nombres propios:

-Steve Smith se convirtió en el decimocuarto jugador en la historia en llegar a 1,000 recepciones.

-James Harrison se convirtió en el líder de capturas en la historia de los Pittsburgh Steelers.

-David Johnson es el tercer jugador desde 1970 en tener al menos 100 yardas totales en cada uno de los primeros diez juegos de la temporada (Larry Brown en 1972 y Edgerrin James en el 2000 y en el 2005 son los otros).

Como podrán ver, en esa lista no hay ningún pateador porque se fallaron ¡12! puntos extra esta semana, un récord histórico en la liga.

Para aquellos que critican a los Kansas City Chiefs, sólo les cuento que desde la semana 7 del año pasado, tienen un registro de 17-3 (#justsaying).

Me dio gracia cuando la cuenta de Twitter de Sportscenter anunció que los Cleveland Browns estaban oficialmente eliminados de los playoffs.

Suerte que nos avisaron porque de lo contrario no nos habríamos dado cuenta. Y justamente para cerrar con Cleveland, los voy a dejar con EL TWEET DE LA SEMANA, no tanto por el contenido, sino más bien por la sonrisa de este muchacho.

Sigamos encarando todo con alegría, que la buena vibra atrae buenas cosas.

* Los equipos locales están en segundo término