GLENDALE, Ariz. -- Los Washington Redskins recibieron una patada en la barriga durante el partido contra los Arizona Cardinals y luego sufrieron tras un regaño de su entrenador.
El entrenador en jefe de los Redskins, Jay Gruden, arremetió contra sus jugadores tras la derrota por 31-23, su voz lo suficientemente alta como para que se escuchara a través de las paredes del camerino. Washington ha perdido dos partidos consecutivos y ahora están en desventaja ante los Tampa Bay Buccaneers para el sexto y último lugar en los playoffs.
"Nunca lo había visto tan molesto", dijo el ala defensiva de los Redskins Chris Baker. "Y tiene todo el derecho de estar tan molesto como está porque nosotros somos mejor que esto. Si queremos tomar ese próximo paso y tener otra oportunidad para llegar a los playoffs, tenemos que encargarnos de hacer lo que tenemos que hacer".
Gruden estaba molesto con la forma que los Redskins comenzaron el partido. Por el segundo partido consecutivo, la defensa permitió una marcha anotadora en la primera serie del partido. El domingo, los Cardinals marcharon 75 yardas en 15 jugadas.
Cuando la ofensiva tuvo la oportunidad de responder, solo ganó nueva yardas en el primer down y luego dos castigos por falsa salida y una captura que perdió 10 yardas en el tercer down.
"No me gustó la forma en que salimos", dijo Gruden, aún luciendo molesto al comenzar su conferencia de prensa post juego. "Esa no es la manera que queremos comenzar un partido, especialmente contra un buen equipo en la carretera. No me gusta el hecho que perdimos dos balones y no logramos capturar ninguno. No me gusta el hecho de que perdimos el partido. Mi respeto a Bruce Arians y los Arizona Cardinals, pero siento que nosotros no jugamos nuestro mejor partido y eso es frustrante".
Ese fue el mismo mensaje que envió al equipo.
El esquinero de los Redskins, Josh Norman, dijo que "probablemente" era lo más molesto que ha visto a Gruden.
"Él cree en todos nosotros", dijo Norman. "Pero tenemos que ejecutar mejor. Eso nos toca a nosotros".
Gruden también estaba molesto con una captura y balón suelto que los Cardinals recuperaron y devolvieron hasta la yarda 10. Arizona anotó tres jugadas más tarde para tomar una ventaja por 17-13. Eso vino después que la defensa de los Redskins había logrado parar a los Cardinals en una posesión que terminó con un fallido gol de campo de 53 yardas.
"Eso no fue bueno", dijo el linebacker de los Redskins, "Ese fue uno de los momentos que tenía a Coach Gruden tan molesto. Tenemos una buena serie defensiva y tuvimos la oportunidad de controlar el partido. Eso es frustrante".
Gruden a menudo demuestra sus emociones, especialmente después de derrotas difíciles, cuando se ve exhausto. Han habido ocasiones después de derrotas que, en vez, ha caminado por el camerino y dado las gracias a los jugadores por sus esfuerzos -- como hizo una vez hace dos años. Es un coach activo conocido por sus jugadores por su buen trato.
Pero el domingo no era momento de palmadas en la espalda, razón por la cual se veía más molesto que cansado. Quiere dejar sobre la mesa cualquier conversación sobre la postemporada, sabiendo que faltando cuatro partidos, los Redskins han perdido la habilidad para controlar su destino.