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Matt Ryan es el Coloso de la Semana en la Ronda Divisional

MATT RYAN, QB, ATLANTA FALCONS
El mariscal de campo de los Atlanta Falcons es uno de genuinos candidatos a quedarse con el nombramiento de Jugador Más Valioso de la NFL este año, y en la Ronda Divisional expuso argumentos convincentes.

Ryan completó 26 de 37 intentos de pase para 338 yardas con tres touchdowns sin intercepciones. Su índice de pasador fue de 125.7, el más alto entre los ocho pasadores que vieron acción en el fin de semana, y más de 20 puntos por encima de su más cercano perseguidor, Dak Prescott de los Cowboys.

Para Ryan, quien por primera vez completó un juego de playoffs con pase de anotación sin intercepción, fue una actuación redonda. Consiguió incorporar a ocho receptores diferentes al ataque aéreo de los Falcons, incluyendo un papel predominante para sus versátiles corredores Devonta Freeman y Tevin Coleman, y sobre todo, hay que aplaudir un promedio de 9.1 yardas por intento de pase que estiró a la defensiva de los Seahawks pese a que no contó con su mejor receptor abierto, Julio Jones, en la recta final del partido.

De acuerdo a ESPN Stats & Information, Ryan se convirtió en apenas el sexto mariscal de campo en la historia de la NFL en tirar al menos tres pases de touchdown en tres partidos consecutivos de postemporada, uniendo su nombre al de Tom Brady, Joe Flacco, Aaron Rodgers, Kurt Warner y Bernie Kosar.

Al tiempo que lideraba a los Falcons a su segundo mayor total ofensivo en la historia de la franquicia --ni más ni menos que ante a una defensiva que pese a no contar con uno de sus grandes generales en Earl Thomas, sigue inspirando respeto-- Ryan dejó su marca de por vida como titular en 2-0 en partidos de playoffs frente a Seattle.

El próximo domingo, el choque entre Ryan y Rodgers promete pirotecnia, y no sería de sorprenderse que alguno de esos dos pasadores sea quien se quede al final con el nombramiento como JMV de la campaña.

MENCIONES HONORÍFICAS
Le'Veon Bell, RB, Pittsburgh Steelers.
Con 170 yardas terrestres en la victoria sobre los Chiefs, Bell estableció una nueva marca de la NFL por mejor producción en los dos primeros partidos de una postemporada, con un total de 337 yardas terrestres tras contabilizar las 167 que juntó la semana anterior frente a los Dolphins. En esta ocasión, Bell no encontró la zona prometida, pero no hay lugar a duda que el dominio terrestre de Pittsburgh fue clave para superar en a domicilio a Kansas City.

Dez Bryant, WR, Dallas Cowboys. Sólo hay una manera de calificar el desempeño de Bryant esta tarde, y es excepcional, motivo por el cual es incluido en este listado de estelares pese a que Dallas se quedó en el camino rumbo al Super Bowl LI. Bryan lideró a todos los receptores de la jornada con nueva atrapadas para 132 yardas y registró par de recepciones de touchdown para posibilitar un intento alucinante de remontada que al final se quedaría corto en el AT&T Stadium.

Dion Lewis, RB, New England Patriots. Cuando te conviertes en el primer jugador en la historia de la postemporada en anotar un touchdown por tierra, un touchdown por aire, y uno en devolución de patada en el mismo encuentro, te ganas un espacio en esta columna semanal. Básicamente, Lewis aniquiló a unos Texans que no parecían preparados para lidiar con la versatilidad del corredor. Francamente, un balón suelto que se convirtió en touchdown para Houston fue la principal razón por la que Lewis se colocó en esta sección de la nota, y no en la parte principal.

Aaron Rodgers, QB, Green Bay Packers. Cuando uno observa a Rodgers operar como lo hizo esta tarde ante la defensiva de los Cowboys, sólo queda apreciar el trabajo casi quirúrgico de un pasador que el entrenador en jefe del rival calificó como un Top-3 en la historia del juego. El mariscal de campo de Green Bay gozó de tiempo de sobra para lanzar durante la primera parte del partido, pero aun así fue capaz de colocar el ovoide en ventanas minúsculas para poner rápidamente arriba a su equipo y forzar al rival a jugar desde atrás, quebrando con ello su plan de juego original. Y más tarde, cuando Dallas encontró el modo de presionarlo, Rodgers esquivó defensivo, compró tiempo, y volvió a colocar el ovoide en ventanas minúsculas en la cobertura. De los cuatro equipos que quedan con vida, ninguno depende tanto de las genialidades de un sólo jugador como los Packers de su N° 12.