HOUSTON -- Los Atlanta Falcons perdieron la oportunidad de llevarse el primer título en la historia de la franquicia al despilfarrar una ventaja de 28-9 en la recta final del Super Bowl LI frente a los New England Patriots.
Para el entrenador en jefe de los Falcons, sin embargo, las señales de un inminente tropiezo no fueron claras hasta el tiempo suplementario.
"Honestamente, no lo pensé sino hasta el final del tiempo extra cuando ellos estaban en rango de gol de campo", declaró Quinn a reporteros tras el encuentro en el NRG Stadium. "En ese punto --y disfruto estar en los ambientes competitivos cuando están justo allí-- pero no lo sentí hasta el momento en que ellos lo empataron y tuvimos la oportunidad de frenarlos en la [conversión] de 2 puntos. Luego, cuando ellos obtuvieron el balón, pensamos que habíamos mandado un par de buenas jugadas para detenerlos y ellos ejecutaron de maravilla".
Los Patriots obtuvieron su quinto Trofeo Lombardi, y Tom Brady se convirtió en el primer mariscal de campo en la historia de la NFL en asegurar cinco anillos de Super Bowl, junto con su cuarta designación como Jugador Más Valioso. Bill Belichick se convirtió en el entrenador más ganador en la historia del Super Bowl, con su quinto anillo como head coach y séptimo en total, sumando dos como coordinador defensivo.
Quinn no dejó de reconocer la ejecución del rival.
"Esa es una de las cosas de las que no se habla mucho con ellos, el modo en que pueden ejecutar", señaló Quinn. "Cuando ellos se encienden, fue difícil para nosotros lidiar con ellos".
Los Patriots cerraron el juego con 25 puntos sin contestación. Quinn reconoció que hubo cierto desgaste en su defensiva.
"Bueno, creo con seguridad que se nos acabó un poco el combustible", admitió Quinn. "No sé cómo estuvo el tiempo de posesión, no lo vi".
La unidad defensiva de Atlanta estuvo sobre el terreno de juego por tiempo de 40:31, contra apenas 23:27 de New England.
Una de las decisiones más controversiales del juego para los Falcons --desde el punto de vista de la selección de jugadas-- llegó en una tercera oportunidad y corto con cerca de dos minutos y medio por jugar, cuando en rango de gol de campo en la yarda 36 de los Pats, Atlanta permitió una captura de Ryan que culminó en balón suelto recuperado por New England. El marcador en ese momento apuntaba 28-12 para los Falcons.
"Bueno, pensé que teníamos una buena oportunidad con base en el personal dentro del juego para ellos", justificó Quinn. "Confiamos en nuestros jugadores, así que pensé que era la oportunidad de dejarlo volar [el ovoide]. Cuando las cosas no funcionan, es sencillo cuestionarlas.
Al final, Quinn se quedó con una amarga derrota pero una sensación de orgullo por lo mostrado en el campo de parte de sus pupilos, con todo y un tropiezo que significa la mayor ventaja desperdiciada en la historia del Super Bowl.
"Sin duda fue una dura [derrota] para nosotros", expresó Quinn. "Es difícil para nosotros en el vestidor. No hay lugar para poner eso mentalmente, para nosotros. Pero estoy orgulloso de la lucha en estos tipos. La hermandad que ha construido este grupo, es tan fuerte como cualquiera que haya visto, y esa parte es real. La conexión que tienen estos chicos, no solamente entre ellos, sino con la ciudad, es tan fuerte. Los amo. Batallaron. Esta noche nos quedamos cortos".