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Suman seis los Patriots que no celebrarán título en la Casa Blanca

Cuando los campeones de la NFL visiten la Casa Blanca para celebrar su título del Super Bowl LI, como es tradición para todos los monarcas de las ligas profesionales del deporte estadounidense, las filas de los New England Patriots podrían verse menos nutridas que de costumbre.

Hasta el momento, suman cinco los jugadores de los Patriots que han manifestado a diversos medios que no asistirán a la Casa Blanca cuando llegue el momento de celebrar su campeonato.

El primero en llamar la atención al tema fue Martellus Bennett. El ala cerrada declaró previo al Super Bowl, durante el Opening Night, que no haría la visita tradicional a la casa presidencial en caso de que ganaran los Patriots.

"No apoyo al tipo que está en la casa", señaló desde el lunes previo al Super Bowl el ala cerrada, refiriéndose al recién electo presidente Donald Trump.

Bennett confirmó su convicción de no asistir a la celebración en los momentos posteriores a la épica remontada que sirvió para conquistar el quinto Trofeo Lombardi de New England.

"Es lo que es; la gente sabe lo que siento al respecto", ofreció el ala cerrada al Dallas Morning News. "Simplemente síganme en Twitter".

El segundo jugador de New England en anunciar que no se presentaría al evento fue el profundo Devin McCourty, quien es uno de los capitanes del club.

"No asistiré a la Casa Blanca", expresó McCourty en un mensaje de texto a la revista TIME desde el autobús del equipo, un día después de la hazaña en Houston. "La razón básica para mí es que no me siento aceptado en la Casa Blanca. Con el presidente teniendo tantas opiniones y prejuicios tan fuertes, creo que ciertas personas podrían sentirse aceptadas mientras otras no".

Bennett y McCourty generaron elogios y críticas durante la campaña, cuando optaron por unirse a la protesta del mariscal de campo de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, contra la inequidad racial durante las ceremonias del himno previo a los partidos levantando el puño.

Este miércoles, fue el turno del apoyador Dont'a Hightower dijo a ESPN que no formaría parte de la comitiva que visitaría la residencia del presidente.

"He estado allí, ya lo hice", señaló Hightower, quien tampoco asistió después del Super Bowl XLIX, durante el mandato de Barack Obama. El defensivo sí acudió a la ceremonia con la Universidad de Alabama, cuando el Crimson Tide salió campeón nacional para las campañas del 2009 y 2011.

El ala defensiva Chris Long, quien llegó en el pasado receso de temporada como agente libre a New England, fue el siguiente en rechazar la invitación. Long señaló este jueves vía redes sociales en un mensaje dirigido al New York Daily News que era su plan no asistir pero nadie le había preguntado antes, subrayando que era una decisión propia y que no seguía a nadie.

Este mismo jueves, el corredor LeGarrette Blount anunció su ausencia al evento en "The Rich Eisen Show".

"Simplemente no me siento bienvenido en esa casa", declaró el corredor. "Simplemente lo dejaré allí".

Finalmente, el liniero defensivo Alan Branch se convirtió en el sexto campeón en sumarse a la lista de los ausentes, anunciando este jueves su decisión de no acudir a la celebración vía Sirius XM NFL Radio.

"Tengo cuatro hijos en casa, así que me quedaré con mi familia y seguiré celebrando hasta que inicie la nueva campaña", ofreció Branch.

La lista de Patriots que podrían ausentarse puede crecer, todavía. El corredor James White dijo el martes por la noche a Sirius XM NFL Radio que "esperaré hasta que llegue el momento y decidiré entonces".

No se ha fijado una fecha para el evento de este año, pero se trata de ausencias significativas después de que Trump presumiera en campaña su cercanía con el propietario del club, Robert Kraft; con el entrenador en jefe Bill Belichick; y con el mariscal de campo, Tom Brady.

La esposa de Brady, Gisele Bündchen --una supermodelo brasileña--, respondió con un enfático "No" cuando un seguidor le preguntó en redes sociales si ella y su marido apoyaban a Trump.

Tampoco se trata de la primera ocasión en que jugadores de los Patriots deciden saltarse la celebración en la Casa Blanca.

Tras la victoria del Super Bowl XLIX, el Brady no se presentó al evento, señalando que tenía un "compromiso familiar previo". El Boston Herald reportó en su momento que Brady estaba disgustado con una broma realizada por el entonces Secretario de Prensa de Obama, Josh Earnest, sobre el escándalo de 'Deflategate'.