Darrelle Revis sabe que jugó muy mal en 2016, pero inició el receso de temporada con la esperanza de convencer a sus jefes que aún puede ser importante para los New York Jets.
Planeaba más que nunca, aceptar un recorte salarial y moverse a la posición de safety si es lo que el equipo desea. Básicamente, Revis quería complicarle a los Jets la decisión de cortarlo.
Ahora, esa decisión es sencilla para los Jets.
Una mala noche el pasado fin de semana en Pittsburgh resultó en una acusación por cuatro delitos graves y otro menor en contra de la decadente estrella de los Jets, incluidos dos cargos por agresión. Será decisión de la corte determinar qué sucedió a las 2:30 a.m. del domingo en la intersección de las calles East Carson y South 23rd en la sección South Side de Pittsburgh, pero esto es lo que sabemos hasta ahora.
Uno de los más grandes jugadores en la historia de los Jets y candidato probable al Salón de la Fama, está en severos problemas. Parece haberse involucrado en una pelea callejera –no se sabe qué tan grave- manchando su legado y avergonzando al equipo.
Si los Jets aún analizan el futuro de Revis, esta situación quizá les haya hecho tomar una decisión. Podría parecer un sacrilegio, pero el alguna vez grandioso Revis ya no vale la pena.
Antes de este problema legal, uno podría afirmar que Revis merecía el beneficio de la duda porque quién es y lo que ha logrado en su carrera. No, ya no es el esquinero de &15 millones, la cantidad que tiene programada como salario en 2017, pero quizá se pudiera retener con un suelo reducido.
Revis pudo haber sido el veterano clave que ayudara a la franquicia en sus primeras etapas de reconstrucción. Claro, su habilidad en la marcación personal ha disminuido, pero siempre ha sido un hombre íntegro fuera del campo, nunca en problemas con la ley.
Ese escenario, que incluiría una gira del adiós en 2017, ahora parecen impensables.
La decisión sobre el futuro de Revis se acerca rápidamente. Los Jets le deben un bono de $2 millones si permanece en el roster en el segundo día del año calendario de la NFL, el 10 de marzo, así que deben actuar antes de esa fecha.
Revis, quien siempre ha visto a los Jets como un cajero autmático, tendrá que aceptar un masivo recorte en su salario para quedarse con el equipo –si es que le dan esa opción. Los Jrets podrían decidir simplemente cortarlo, ahorrando $9.3 millones en el tope salarial.
No será algo sencillo, porque le deben $6 millones, la porción garantizada de su salario base. A ningún dueño, no importa qué tan rico sea, no le gusta darle esa cantidad de dinero a un empleado despedido.
¿Hay oportunidad de que los Jets pudieran evitar pagar los $6 millones por este incidente? En teoría, podrían intentarlo, pero sería un proceso largo, complicado, para la fecha límite del 10 marzo.
Si así sucediera, sería un beneficio económico para los Jets. Imaginen: podrían deshacerse de un jugador en decadencia, ahorrar $6 millones en dinero en efectivo y obtener crédito en el tope salarial. Pero no se hagan tantas esperanzas.
El dinero es sólo un tema secundario en esta historia, la cual tendrá giros inesperados. Si los Jets retienen a Revis, sería sólo una distracción y ciertamente no la necesitan, no con el coach Todd Bowles de cara a una temporada en la que está obligado a ganar.
Roger Goodell y su política disciplinaria también tendrán su opinión, pues Revis está sujeto a ser suspendido bajo la política de conducta de la NFL.
Estas acusaciones contra Revis son preocupantes y, de una forma, tristes. Desde que regresó a los Jets con un contrato por 5 años y $70 millones en 2015, sólo unas semanas después de celebrar un título de Super Bowl con los New England Patriots, su carrera se vino abajo, con algunas situaciones provocadas por él mismo.
En el campo, Revis dio señales de que su desempeño disminuía en 2015. Luego vino la operación en la muñeca en el receso de temporada, luego su rompimiento con sus agentes, seguido de una demanda en contra de ellos. Revis llegó al campo de entrenamiento fuera de forma y luego llegaron sus malas actuaciones, aderezadas por curiosos y tontos comentarios.
Revis admitió que su cuerpo se descomponía, lo que sonó a excusa. Cuestionado en diciembre sobre su futuro con el equipo, dijo: “Esta es la cosa: ¿los New York Jets quieren tratar mi situación con clase o sin clase?”.
Si estas acusaciones criminales se mantienen, Revis perderá su derecho a ser tratado con clase.
En alguna ocasión, la única crítica contra Revis era que era codicioso. Ahora, eso parece tonto con todo lo que ha sucedido.