<
>

LeGarrette Blount manifiesta su deseo de quedarse con los Patriots

Durante una campaña de Super Bowl en la que los New England Patriots no siempre pudieron contar con sus estelares ofensivos, el corredor LeGarrette Blount se convirtió en una de las piezas más constantes al ataque.

Blount corrió para 1,161 yardas y lideró a la NFL con 18 touchdown por tierra --ambas marcas personales--, mientras los Pats atravesaron una campaña en la que estuvieron, por lapsos, sin Tom Brady, Rob Gronkowski, Danny Amendola, y Dion Lewis, por mencionar a algunos.

Blount jugó el 2016 a cambio de un contrato por una temporada y 1 millón de dólares, convirtiéndose en una de las mejores gangas de la campaña. A punto de regresar al mercado de la agencia libre, No existe duda del destino preferido del corredor.

"Simplemente quiero asegurarme de que llegaré a este periodo de agencia libre con la mente abierta y a sabiendas de que definitivamente deseo regresar a New England", dijo Blount a NFL Network. "Lo amo allí. Amo la cultura. Amo a los jugadores. Me he vuelto muy cercano con otros tipos. Obviamente saben cómo es mi grupo de corredores. Cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él. Sobre ese punto, me siento grandioso. Estoy en una forma increíble. Siento que podría jugar 100 años más si tuviera que hacerlo".

No existe lugar a dudas de que New England es el sitio que mejor le sienta a Blount. El corredor firmó en primera instancia como novato no reclutado con los Tennessee Titans luego de salir de Oregon, pero nunca debutó en partido oficial con ellos. Pasó sus primeras tres campañas con los Tampa Bay Buccaneers, con quienes acumuló más de 1,000 yardas terrestres como novato, una cifra que no volvería a superar hasta el 2016.

Con excepción de un paso breve con los Pittsburgh Steelers en el 2014 --donde entre otras cosas se ganó una suspensión de la liga junto a Le'Veon Bell--, Blount ha estado con los Pats desde el 2013.

Blount es uno de al menos seis jugadores de los Patriots que han anunciado públicamente su intención de no acudir a la Casa Blanca para la celebración del triunfo de New England en el Super Bowl LI.