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John Keim | ESPN.com 7y

La distancia entre Cousins y los Redskins se está convirtiendo en un abismo

La realidad de la situación sigue siendo aparente: el difícel ver el matrimonio entre Kirk Cousins y los Washington Redskins continuar más allá del 2017. Su precio sigue algo y su amor por él tiene su límite financiero. Y ninguno de los dos lados está dispuesto a moverse de su posición.

Esto en realidad no es un caso de que ambas partes quieren distanciarse. Según muchas personas, a Cousins le gusta jugar en Washington. Según varias persionas en la organización, el equipo está encantado con Cousins. Pero la posición de poder negociador de Cousins no está a punto de cambio y los Redskins claramente no están preparados para pagarle lo que él piensa puede ganar.

Es por eso que entre todas las opciones que puedan ocurrir si le ponen la etiqueta de franquicia antes de la fecha límite del miércoles, una tiene la mayor probabilidad de ocurrir: un cambio.

Daniel Jeremiah, de NFL Network, dijo la semana pasada que había más probabilidad de que Cousins fuera cambiado de que regresara al equipo. Es difícil debatir contra eso, y algunos cercanos a Cousins dicen que esto es lo que los Redskins quieren hacer de todas maneras, sabiendo que será difícil firmarlo a un contrato a largo plazo. Quizá sea hasta imposible, dada las diferentes posiciones sobre cuál en realidad es el valor de sus habilidades.

En estos momentos, algunos en su lado ven una contrato antes de la fecha límite del 15 de julio como una imposibilidad. Definitivamente tendría que haber una oferta incrementada de Washington. No se si esa es la posición universal el lado de Cousins, pero el punto que basado en las acciones de los Redskins hasta el momento, no razón para pensar que esa oferta sería incrementada por mucho. Claramente lo ven como un buen quarterback, pero no un gran quarterback. Y no hay razón para pensar que Cousins debería bajar el precio que el cree que él vale.

Y también está el hecho de que hay par de cosas que aún le molestan a Cousins, incluyendo la oferta inicial de $12 millones por año con garantías bajas. Eso era una mala oferta en aquel entonces; ahora es ridículo. Si los Redskins le hubieran ofrecido $18 millones al año - antes del contrato de Brock Osweiler con los Houston Texans - con garantías sólidas, hay una gran probabilidad que hubiera firmado (pero imposible de saber ahora). Esa oferta se vería muy bien en estos momentos.

El problema de los Redskins es que solo hay un equipo con el cual Cousins firmaría ahora mismo, segundo una fuente: los San Francisco 49ers. Así que Washington no tiene mucho poder de negociación con otros equipos. Eso no se trata solamente de Cousins intentando maximizar su valor financiero; se trata de ponerse en la mejor situación posible. Combinarse con su ex coach (Kyle Shanahan), en un sistema ofensivo que adora. Es un gana y gana para Cousins. Pero es una forma difícil de maximizar su valor de cambio en el mercado, si se mira desde el punto de vista de los Redskins.

Así que con un cambio, los Redskins podrían algo por un jugador que van a perder de todas maneras. Claro, si Cousins juega con la etiqueta de franquicia, estaría arriesgando que San Francisco - su destino predilecto con Shanahan al mando - aún necesitaría un quarterback el próximo año. Por con un contrato de seis años, Shanahan puede darse el lujo de esperar y utilizar sus selecciones ahora para llenar huecos sabiendo que el quarterback llegará en el 2018.

Es difícil saber si los Redskins definitivamente los cambiarían; no es difícil decir que al menos lo intentarán. Con el combinado comenzando esta semana - y los agentes tocando base con los equipos - Cousins y su grupo deberán tener un mejor sentido de lo que San Francisco hará. Si firma la etiqueta de franquicia rápido, o en uno días, eso significa que más o menos sabe los que ocurrirá y lo que no ocurrirá. Cousins sabe también que dentro de un año será libre.

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