BATON ROUGE -- Jamal Adams está muy consciente de la historia. Cree recordar que estaba en el penúltimo año de preparatoria cuando lo investigó por primera ocasión.
Ningún safety ha sido seleccionado entre las primeras cuatro selecciones de un draft de la NFL desde Eric Turner en el N° 2 en 1991. Y los que se han metido al N° 5 desde entonces --Sean Taylor, Eric Berry y Jalen Ramsey, quien jugó como profundo así como esquinero en Florida State-- forman una lista bastante exclusiva.
Pero Adams tiene una buena posibilidad de volar por encima de ellos luego de marcar un tiempo espectacular en las 40 yardas este miércoles durante el pro day de LSU. Fue cronometrado extraoficialmente en 4.33 segundos por el asistente de fuerza y acondicionamiento de LSU, y fuentes de dos equipos concuerdan en que corrió en el rango de los 4.3 segundos.
"Existen toneladas de talento en el draft, así que espero hacer historia", dijo Adams, quien señaló haber excedido incluso sus propias expectativas con su tiempo en las 40 yardas. "Espero irme entre los primeros cuatro... Es [lo que sea que esté] en el plan de Dios. Pero eso es definitivamente mi meta".
Pero no hay que confundir eso con falta de confianza. Adams dijo que su siguiente meta luego de ser reclutado entre los primeros cuatro era ganarse una "chaqueta dorada".
"Esa es mi meta principal, ser un miembro del Salón de la Fama", explicó Adams, quien es el hijo del ex corredor de la NFL, George Adams, elegido N° 19 por los New York Giants en 1985. "Pero como novato apenas llegando, simplemente quiero ganarme el respeto de mis compañeros y mis coaches y hacer lo que me pidan que haga, ya sea correr en la persecución desde el en la patada de salida, llevar el agua, cargar los cascos. Lo que sea que necesiten que haga es lo que voy a hacer".
Los tiempos en las 40 yardas no lo son todo cuando se trata de los prospectos para el draft de la NFL. Pero fue enorme para el enorme y agresivo profundo de 6 pies con 2 pulgadas y 212 libras, porque su tiempo poco emocionante de 4.56 durante el Combinado de Talento fue una de las pocas críticas en su contra.
Muchos analistas estaban emparejando a Adams con los Chicago Bears en el N° 3 incluso antes del pro day. Y tiene una visita programada este martes con los Jacksonville Jaguars, quienes eligen en el cuarto sitio.
Uno de los mayores obstáculos que enfrentará Adams, no obstante, es que el safety de Ohio State, Malik Hooker, podría saltarlo.
Los analistas para ESPN, Mel Kiper Jr. y Todd McShay, tenían --ambos-- proyectado a Hooker siendo elegido en el Top-5 por delante de Adams en sus más recientes simulaciones, previo al pro day de LSU.
De un modo u otro, existe una buena oportunidad de que algún safety haga historia.
"El juego cambia hacia donde los alas cerradas son más como receptores abiertos", dijo Adams el miércoles, argumentando un caso a favor suyo, así como a favor de la posición en que juega. "Corren rutas de receptores. Están saliendo desde la formación abierta... Están obligando a los safeties salir de lo profundo del campo para bajar a cubrir. Meterse a la caja, golpear un poco. El juego definitivamente está cambiando.
"Siento que soy versátil, puedo jugarlo todo desde el fondo, puedo cargar, puedo cubrir en la ranura, puedo colocarme a 20 yardas e ir de lateral a lateral. Así que siento que eso es lo que me separa".
El gerente general de los New Orleans Saints, Mickey Loomis, dijo sentirse sorprendido de que los safeties no se han ido más alto en el último cuarto de siglo, en parte porque recuerda haber estado con los Seattle Seahawks cuando reclutaron a uno muy especial, Kenny Easley, en 1981, y en parte porque concuerda con la conclusión de Adams respecto a cómo el juego aéreo se ha apoderado de la NFL.
"No sé [si la liga está más preparada para reclutar a un safety en lo más alto ahora], pero estoy sorprendido por el hecho", admitió Loomis. "Dado el juego aéreo ahora y cómo ha evolucionado a lo largo de los últimos 10, 12, 15 años, es sorpresivo".
Adams es conocido por ser un safety dentro de la caja, en lugar de un safety en cobertura. Sumó apenas cinco intercepciones en tres años para LSU. Pero obtuvo honores al segundo equipo All-America por parte de The Associated Press y honores de primer equipo de otros medios como uno de los líderes de una de las defensivas más dominantes de la nación.
Se ganó comparaciones con otro estelar de LSU --Tyrann Mathieu-- así como con el recluta de primera ronda del 2016, Keanu Neal, quien ayudó a la transformación de la defensiva de los Atlanta Falcons como novato.
Kiper listó el tiempo original de Adams en las 40 yardas y su carencia de habilidades de balón superiores en su contra. Pero también ofreció grandes elogios al escribir, "Podría ser un escalón alto para una versión tradicional de safety, pero Adams es más que eso. Es un verdadero híbrido que nunca debe salir del campo, porque puede correr y cubrir, pero también es una bestia como defensivo dentro de la caja".
El analista para ESPN, Matt Bowen, un ex profundo de la NFL, cree que Adams vale una selección del Top-5, y posiblemente esa del tercer turno global de Chicago, pese al total de intercepciones o su tiempo en las 40 yardas del Combinado.
"Honestamente, ese [tiempo en las 40 del pro day] va a convertirse en palomita para muchos visores, pero no cambia mi opinión sobre él. Es un prospecto del Top-5 con una velocidad de 4.5 segundos, también", dijo Bowen. "Veo su velocidad de juego en video. Instintos naturales, alto coeficiente intelectual de fútbol americano, versatilidad para alinear en diferentes posiciones. Puede ser un jugador especial en la NFL, un tipo que llega y cambia la identidad de la secundaria.
"¿Eso equivale a una calificación del Top-5? Con base a las cintas, sí. Algunos argumentarán que no posee los mensurables atléticos [los resultados de las pruebas] para ganarse esa clase de calificación. ¿Mi perspectiva? Denme un back defensivo físico que juega duro, encuentra el ovoide e impone el tono en el sector final. ¿Pueden los Bears pasar con él en el N° 3 dada su necesidad de hallar a un jugaor de impacto en la posición de safety?".
¿O tendrán que hacer historia?