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Dan Graziano | ESPN.com 7y

Joe Mixon trabaja para cambiar la percepción negativa a su alrededor

Nos guste o no, Joe Mixon ya está en la NFL. ¿Ahora qué sigue?

El talentoso corredor de Oklahoma, conocido también por haber golpeado a una estudiante en el rostro hace tres años, fue reclutado el viernes por los Cincinnati Bengals y ningún otro prospecto entró a la liga con un escrutinio y controversia más intensas que Mixon.

Las reacciones serán feroces en muchos lugares, incluida la ciudad de Cincinnati. Mixon lo sabe y sabe que es su culpa.

“Soy totalmente responsable”, dijo Mixon en entrevista con ESPN en su proday en marzo pasado. “Al final del día, (el incidente) es algo que no puedo borrar y no hay nada que pueda hacer desde ahora más que aprender de lo sucedido”.

Nadie puede volver en el pasado y deshacer lo que Mixon hizo. Es algo que está ahí y con lo que tendrá que vivir el resto de su vida. El incidente le ha costado millones de dólares al provocar no ser reclutado en la primera ronda sino hasta la segunda y, obviamente, le costó el beneficio de cualquier duda pública. Si alguien quiere reclamar a gritos por qué alguien que hizo lo que Mixon hizo puede jugar en la NFL, está en todo su derecho. Si eres un aficionado de los Bengals y no quieres aplaudirlo, nadie va a decir que estás mal.

Sin embargo, el hecho es que Mixon está ahora en la NFL y correrá con el ovoide los domingos para los Bengals y sí importa lo que suceda a partir de ahora. Enfocarse en el futuro no es excusa para borrar el pasado, pero aún queda mucho por escribir en esta historia.

Una de las razones por las que Mixon no fue reclutado en la primera ronda es que los equipos debían dudar si si volvería a hacer algo como lo que hizo. Claro. Él dice que no, pero, ¿cómo saberlo?

Los equipos de la NFL que evaluaron a Mixon tuvieron que evaluarmuchas cosas, incluido el grado de comodidad que tendrían con el video de 2014 en el que se ve cómo golpea a Amelia Molitor, la posible reación de los aficionados por el incidente y el riesgo que presenta como posible reincidente.

Si Mixon hace algo parecido, enfrentaría una larga suspensión por sus antecedentes.

Mixon enfrentará situaciones en el futuro que podrían provocarle perder su temperamento. De hecho, hay un fuerte caso de que la gente, rivales, entre ellos, buscarán formas de que eso suceda. Y ya ha pasado.

“Tengo problemas con la gente que aún me pone apodos y al final del día, sólo miro y me doy la vuelta. Es sólo otra forma de manejar la situación”, explica Mixon. “De la misma forma en que he manejado todo desde 2014. Básicamente, estoy aprendiendo”.

Es importante notar la diferencia entre el incidente de Mixon y otros que han sucedido desde entonces como el de Frank Clark, de Seattle, y Tyreek Hill, de Kansas City, antes de que llegaran a la liga.

El caso de Mixon no es de violencia doméstica, como los de Clark y Hill. Mixon no tenía relación con Amelia Molitor. Lo que el ahora corredor de Cincinnati hizo fue agredir de una forma violeta, imperdonable por haber perdido la tranquilidad.

No cometamos el error de hacer una distinción por un valor de juicio, por favor. La comparación no quiere decir que hay que exculpar a Mixon de ninguna forma. Sólo le damos contexto a su caso para ayudar a identificar lo que necesita hacerse al respecto.

El proceso de aprendizaje de Mixon ha incluido terapia de manejo de ira, con la que planea seguir durante su carrera en la NFL. La liga y la Asociación de Jugadores (NFLPA) tienen opciones para esto.

La NFL tiene un director de comunicación con jugadores para cada equipo que ha sido entrenado para manejar una amplia variedad de problemas y está en contacto con la liga para informar de jugadores que necesitan ayuda en específico.

La liga también tiene un equipo de responsabilidad social, encabezado por el ex linebacker de los Dolphins, Dwight Hollier, para dar apoyo fuera del campo. Los Chiefs pusieron en marcha una plan el año pasado para ayudar a Hill, su selección colegial de quinta ronda y quien fue arrestado por un caso de violencia doméstica en su etapa colegial y los Bengals podrían seguir el ejemplo de Kansas City para crear un plan similar para Mixon.

Si Mixon siente que necesita ayuda para manejar su temperamento, esa ayuda estará ahí. Si uno busca una razón para tener confianza, el corredor parece haber adoptado técnicas concretas para manejar su enojo.

“Es algo que todos conocen. Como cuando uno se involucra en un altercado, cuando los latidos del corazón se aceleran o te enojas o tu presión sanguínea sube, ese tipo de cosas son en las que he intentado trabajar”, explica Mixon.

Eso es lo que Mixon ha intentado hacer los últimos meses. Su meta previo al Draft, señala, fue dejar que los equipos sepan realmente quién es y convencerlos de que no es el tipo del video o el tipo que rompió un boleto de estacionamiento y se lo echó en la cara a un empleado en noviembre pasado. Mixon trabaja en intentar ser una mejor persona.

Si eso no es suficiente para que lo perdones por lo que hizo en 2014, es totalmente entendible y él lo comprende.

“Es algo que siempre va a estar ahí y tengo que vivir con eso”, reconoce Mixon.

Pero hay algo que vale la pena ver sobre cómo vive Mixon con esa situación. Ante la justificada angustia de que otro atleta violento tenga una oportunidad que varios crean que no merece, hay una plática sobre “manejo de ira” que vale la pena tener y sobre las formas en que se puede aplicar efectivamente para cambiar la conducta y prevenir actos violentos en el futuro.

Si uno busca que haya algo que valga la pena seguir sobre la historia de Joe Mixon, inténtenlo. Vean si el corredor es un tipo que realmente es sincero sobre trabajar con sus problemas y cómo lo hace. Quizá hay un ejemplo decente de algo positivo que salga de todo esto.

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