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Charles Woodson orgulloso que Marshawn Lynch lleve el N° 24

ALAMEDA -- Era un partido en Seattle a mediados de la temporada del 2014, y Charles Woodson y Marshawn Lynch se encontraron en medio de una pila.

Woodson, como era su costumbre, estaba tratando ferozmente de arrancar el balón de las manos de Lynch... en vano.

"Podían ver lo fuerte que tenía sujetado ese balón", recordó Woodson esta semana con una sonrisa.

"No", dijo Lynch a Woodson cuando acabó la jugada. "No voy a dejar que lo tengas".

Se podría decir lo mismo sobre Woodson y su viejo número de jersey con los Oakland Raiders porque el N° 24, verán, es el Santo Grial de los números en el reino de negro y plata.

¿O se han olvidado de la discusión entre el esquinero del Salón de la Fama, Willie Brown, y el futuro inmortal Woodson?

Soy el verdadero N° 24.

No, soy el verdadero N° 24.

Claro, pasaron 20 años entre el final de la carrera de Brown en 1978 y el inicio de la de Woodson en la NFL en 1998, y Bob Keyes, Lance Harkey, Ron Brown, Patrick Bates, Larry Brown y Michael Huff han usado ese número desde que los Raiders comenzaron a jugar en 1960.

Pero nadie ha movido realmente el N° 24 como Old Man Willie y C-Wood, ¿comprenden?

Es por eso que el hecho que Lynch se ponga ese venerado número luego de salir del retiro y ser adquirido de los Seahawks se siente como un cambio de estafeta.

No es que Lynch necesitara pedirle a Woodson su bendición.

"Antes que Marshawn siquiera pensara en volver [Woodson] vino a uno de nuestros eventos y tomé una fotografía con él y le dije, 'Oye Charles, Si Marshawn viene a los Raiders, ¿puede usar el 2-4?'", señaló la madre de Lynch, Delisa, a la 95.7 The Game.

"Respondió, 'Sí, Mamá'. Así que entonces supe que no se iba a molestar".

¿Molesto? Woodson se siente halagado.

"Estoy emocionado que Marshawn tenga la oportunidad de venir a casa y jugar frente a amigos y familia", sentenció Woodson. "Ese N° 24 es algo especial con los Raiders. No creo que haya alguien más digno que Marshawn para llevar ese número".

Woodson y Lynch se retiraron tras la temporada del 2015, con Woodson uniéndose al equipo de "Monday Night Football" de ESPN como analista antes y después de los juegos.

Pero, ¿cuál es su análisis de la llegada de Beast Mode a Oakland y si el encendido Lynch podrá concentrarse mientras juega en casa en la que será su décima temporada en la NFL?

"A todos nos gusta divertirnos, eso no va a ser un problema", declaró Woodson. "Sería diferente si fuera un jugador joven llegando apenas a la liga. Pero es un profesional experimentado ahora con una perspectiva distinta de la NFL.

"Es positivo y un extra tenerlo en esta etapa de su carrera. Su intención principal es ganar un campeonato para Oakland".

Reclutado con la cuarta selección global por los Raiders en 1998 luego de ganar el Trofeo Heisman en Michigan, Woodson jugó sus primeras ocho campañas en Oakland antes de irse a los Green Bay Packers por siete años. Regresó a los Raiders en el 2013 y jugó sus últimas tres temporadas como el rostro de la franquicia.

Como icono de la afición, Woodson formaba una "O" con sus manos para representar Oakland.

Lynch, por su parte, es Oakland, y es una pieza esperada para un equipo de los Raiders que viene de una campaña 12-4 y mejoró en la temporada baja con la supervisión del gerente general Reggie McKenzie y el entrenador en jefe Jack Del Rio.

Contratar a Lynch, refirió Woodson, fue una "decisión de negocios" para los Raiders, tanto como la futura mudanza del equipo a Las Vegas.

"Reggie y Jack lo vieron solamente como dar el siguiente paso", refirió Woodson.

"Ya es una ofensiva espectacular con Derek Carr, Amari Cooper, Michael Crabtree, esos dos corredores jóvenes (DeAndre Washington and Jalen Richard) y una sólida línea ofensiva. No creo que vayan a ver una mejor ofensiva en la liga".

Entonces, ¿escogerá Woodson de nuevo a Raiders y Packers como sus favoritos para el Super Bowl?

"¿Por qué no?", dijo con una sonrisa. "Uno de ellos tiene que ganar, ¿no?".

Después de pasar 11 de sus 18 años en la NFL en Oakland, Woodson debe tener una reacción a la mudanza a Nevada, sobre todo con Lynch llegando al lado este de la bahía con un contrato por dos años, ¿sí?

Sí.

Woodson indicó que está triste por Oakland, pero emocionado por la franquicia.

"Necesitaban un estadio y es un gran negocio", sentenció Woodson. "Es difícil de escuchar, pero uno va donde está el financiamiento. La alcaldesa [de Oakland] no estaba dispuesta a dar dinero que no tenía, así que un reconocimiento a ella, también.

"Pero también estoy feliz por Mark Davis, que consiga el estadio --necesitaban un estadio-- y que la franquicia siga adelante".

Imaginen entonces a Lynch cumpliendo un gran papel en el Super Bowl en ese N° 24, igual que Brown en su intercepción devuelta 75 yardas para touchdown a Fran Tarkenton en el Super Bowl XI o como Woodson con su intercepción en el primer cuarto a Brad Johnson en el Super Bowl XXXVII.

Woodson, ahora vestido con traje y corbata, podría encontrarse con Lynch de nuevo, en medio de una presentación del Trofeo Lombardi.