SANTA CLARA -- En un momento del día, el corredor de los San Francisco 49ers, Tim Hightower, mete su mano a la bolsa y saca una lista. Tiene casi seis años hasta ahora pero ha encontrado un lugar permanente en la billetera de Hightower.
En la lista están escrita una serie de objetivos para el futuro que anotó Hightower cuando estaba en la cama de un hospital luego de desgarrarse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 23 de octubre del 2011.
"La llevo conmigo a todos lados", declaró Hightower. "Le echo un vistazo todos los días. Debo saber hacia dónde intento ir cada día".
"Fue un largo proceso", agregó Hightower. "Fue terrible. Cuando juegas este deporte, hay un nivel de confianza que viene con eso. Te acostumbras a competir y jugar a un alto nivel y tener confianza en lo que haces. Por primera vez en mi vida, en verdad sentí que mi confianza había sido puesta a prueba. Todo lo que sabía, todo para lo que estaba habituado y por lo que trabajé, no podía hacerlo. Tenía que reidentificarme, ¿quién soy? ¿Qué pasa si el juego se ha terminado? ¿A dónde iré a partir de aquí?".
El viaje de Hightower en la NFL comenzó con los Arizona Cardinals, donde fue seleccionado en la quinta ronda del draft del 2008. Pasó tres campañas con los Cardinals, junto un papel importante en su viaje al Super Bowl antes de ser canjeado a los Washington Redskins en el 2011. A principios del tercer cuarto del partido de la Semana 7 contra los Carolina Panthers, Hightower corrió detrás del tackle izquierdo. Cuando no pudo levantarse de inmediato, supo de inmediato que algo estaba seriamente mal.
El diagnóstico fue desgarre de ligamento cruzado anterior, una lesión común en la NFL y una de la que muchos jugadores se han recuperado. Lo que no consideraba Hghtower fue la infección en la rodilla que no fue detectada por los médicos. Intentó volver en el 2012, pero no dio resultado y Washington lo cortó.
A partir de ahí, Hightower pasó todo el tiempo entrenando en Houston, esperando recibir una llamada de un equipo. Finalmente, los New York Giants le hicieron una prueba. Poco antes de esa oportunidad, la rodilla de Hightower "se arruinó", como él lo describe. Hightower no tenía idea que la rodilla estaba infectada y estaba listo para retirarse a los 27 años.
"Si no fuera por su esposa, Rikki, y esa lista, probablemente lo habría hecho.
"Le dije a mi esposa, 'Estoy acabado'", recordó Hightower. "Tenía un bebé en camino no podía seguir haciendo esto. Tenía que hacer lo que era responsable y lo mejor para esta familia. Ella dijo, 'Mira, toma un minuto, reza, piensa en eso, pero eso no es lo que dijiste que ibas a hacer. Cuando estabas en el hospital luego de romperse el ligamento, escribiste todos los objetivos y anotaste lo que querías conseguir y me dijiste que te mantuviera con ella. Así que te voy a mantener fiel a ella. Esto no ha terminado'".
Un nuevo equipo médico examinó a Hightower y descubrió la infección en el otoño del 2013. Hightower estaba frustrado que no se hubiese descubierto antes, pero se consideró afortunado que no se hubiera expandido. Eso no significa que habían terminado los obstáculos para volver a la NFL.
Luego de recibir tratamiento para la infección, Hightower comenzó a sentirse bien de nuevo. Hightower hizo una prueba en New Orleans en el 2014 y firmó un contrato futuro en enero del 2015. Fue cortado, recontratado y cortado de nuevo en septiembre, pero se mantuvo en forma y los Saints lo firmaron de nuevo en noviembre tras la lesión que marginó por la temporada al corredor Khiry Robinson.
Pronto, Hightower no sólo estaba de vuelta sino jugando un papel importante. Jugó ocho partidos con tres inicios, tachando dos objetivos en su lista --volver a la liga e iniciar un partido-- esa campaña.
Esta temporada baja, Hightower firmó con los 49ers y espera seguir tachando objetivos en su lista.