|
OWINGS MILLS, Md. -- Los Baltimore Ravens están esperando a ver si el receptor agente libre Jeremy Maclin firmará con los Buffalo Bills o si finalmente hace su visita a Baltimore el miércoles. Tan extraño como hubiera sonado esto hace unos días, pero, ¿en realidad importa?  Otro receptor inesperadamente entró al mercado el martes cuando los New York Jets confirmaron que Eric Decker será dejado en libertad en los próximos días si no logran hacer un cambio. Decker es la amenaza en la zona roja y el modelo de consistencia que el quarterback Joe Flacco y el ataque aéreo de los Ravens malamente necesitan. El es literalmente un "receptor complementario", lo que lo convierta exactamente en los que el gerente general Ozzie Newsome ha querido desde el final de la pasada temporada. La habilidad de Decker de llegar a la zona de anotar es una de las razonas por las cuales la ofensiva que llegó 21ra en anotaciones en la liga lo necesita. Solo cuatro jugadores -- Dez Bryant, Brandon Marshall, Antonio Brown y Demaryius Thomas -- tienen más atrapadas para touchdowns que los 43 que Decker ha anotado desde el 2012. Él es uno de los receptores más consistentes en la NFL, lo que sería algo grande para una ofensiva de los Ravens que solo tiene a un jugador (Mike Wallace) que ha producido una temporada de 1,000 yardas. En 18 de sus últimos 19 partidos, Decker ha atrapado pases para más de 80 yardas o a anotado un touchdown por aire. Decker no tiene la misma velocidad que Maclin. No es tan buen corredor de rutas ni tampoco conseguirá buna separación. Pero los Ravens tienen suficientes jugadores como para agrandar el terreno con Wallace y Breshad Perriman. Lo que Decker puede hacer va perfercto con las destrezas de Wallace y Perriman. Es un blanco grande (6 pies, 3 pulgadas, 214 libras) para Flacco que no tiene miedo en correr por el medio de la cobertura. En repetidas ocasionas logra salirse de cobertura de presión. Puede correr rutas cruzadas y juega con poder dentro de la yarda 20. Cuando Flacco necesite convertir un tercer down crítico o llevar el balón hasta la zona de anotar en el cuarto final, uno puede ver a Decker subir su juego y batallar por la atrapada. Podría existir un poco de renuencia de los Ravens en parte por la lesiones que Decker ha sufrido. Estuvo limitado a solo tres partidos, el menor total de su carrera, la temporada pasada porque se sometió a cirugías en su cadera y hombro. Decker ha estado participando las prácticas de temporada muerta de los Jets y recibió el alta médica. Aún así, con lo que la pasado a Perriman y al ala cerrada Dennis Pitta, nadie criticaría a los Ravens por tener reparos en invertir en un jugador que está regresando de ese tipo de lesión. La temporada difícil de Decker en el 2016 podría ser de beneficio para los Ravens. Baltimore, que tiene espacio limitado bajo el tope salarial, podría firmar a Decker a un contrato de valor razonable, condicionado a incentivos. Aún si los Ravens hacen un cambio por Decker (que no debe incluir nada más alto que una selección de sexta ronda), el equipo querrá reducir su salario de $7.25 millones para el 2017. Como Maclin, Decker sigue en el mejor momento de su carrera a la edad de 30 años. Como Macklin, Decker está familiarizado con el sistema del coordinador ofensivo de Marty Mornhinweb, quien fue el coordinador de los Jets en la primera temporada que Decker estuvo en Nueva York. Aún así, Decker y Maclin siguen siendo dos receptores diferentes que puden impactar la incompleta ofensiva de los Ravos de maneras diferentes. La clave para los Ravens es encontrar la manera de adquirir a uno de los dos.
|
