Matthew Stafford es, oficialmente, el siguiente en la fila. El plazo de las 4 p.m. para jugadores franquicia transcurrió el lunes por la tarde, y dado que el quarterback Kirk Cousins no firmó un contrato a largo plazo con los Washington Redskins, se conocen de manera oficial los parámetros de cómo podría lucir un contrato para Stafford, el quarterback de los Detroit Lions.
El mariscal de campo de los Oakland Raiders, Derek Carr, reubicó el mercado el mes pasado con un acuerdo de cinco temporadas que le garantiza 70.2 millones de dólares que posee un valor total de casi 25 millones de dólares por año. Cuando eso sucedió, Stafford recibió una noción de cuánto se requeriría para convertirse en el jugador más rico de la NFL.
Si Stafford hubiera hecho algo antes de la fecha límite para jugadores franquicia, un acuerdo para Cousins podría haberlo saltado. No ahora, lo que significa que cuando sea que Stafford reciba una extensión, debe convertirlo en el jugador mejor pagado de la liga.
Y para beneficio de los Lions, eso debe suceder.
Stafford podría convertirse en un hombre de 25 millones de dólares anuales, si lo desea. Podría imponer nuevas marcas con un nuevo acuerdo. Dependiendo en la estructura del contrato --particularmente con los años del acuerdo y el promedio anual-- Stafford podría superar 250 millones de dólares en ingresos de por vida si el pasador de 29 años de edad juega hasta el fin del convenio.
Es una acuerdo que, francamente, debe completarse. Ambas partes han demostrado que les gustaría que sucediera. Stafford ha dicho que le gustaría estar en Detroit a largo plazo. El presidente de los Lions, Rod Wood, dijo a ESPN el mes pasado que le gustaría llegar a un acuerdo, también.
Ninguno le ha puesto un plazo, pero con la fecha límite de Cousins habiendo pasado, pueden trabajar sin el potencial de que llegue otro convenio que lo supere, al menos hasta que Cousins, Matt Ryan de los Atlanta Falcons, o Aaron Rodgers de los Green Bay Packers firme un nuevo contrato en el futuro para convertirse en el jugador mejor pagado en la historia de la liga.
"Será lo que sea que se requiera, pienso, para hacer que suceda de ambas partes", dijo Wood a ESPN el mes pasado. "Y ya sea que se convierta en el mejor pagado o no, será una designación fugaz porque, como dijo [el gerente general] Bob [Quinn], y creo que es cierto, si eres uno de los mejores quarterbacks, cuando llega tu tiempo, llega tu tiempo, y luego llega el tiempo de alguien más, y ellos se convierten en los mejores pagados.
"Es una posición premium, y necesitas tener a un jugador muy, muy bueno en esa posición para ser creíble y competitivo, y pienso que tenemos eso, y estamos trabajando en finalizar el acuerdo".
Acabar con esto antes sería bueno para una franquicia que vio a estelares como Barry Sanders y Calvin Johnson retirarse anticipadamente, al menos en parte, por la inhabilidad de la franquicia de ganar constantemente. La franquicia también dejó llegar a Ndamukong Suh a la agencia libre después de la campaña del 2015, solamente para verlo emigrar a los Miami Dolphins, pese a que los Lions creyeron que se llegaría a un acuerdo.
Así que cumplir con un convenio masivo para el mejor jugador del equipo es simplemente inteligente. Muestra compromiso hacia un quarterback que puede convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga en su posición dentro de los siguientes dos o tres años si algunos de los pasadores más viejos --como Drew Brees, Ben Roethlisberger, Tom Brady, Eli Manning y Philip Rivers-- se retiran o declina su juego.
Aparte del proceso de negociación, no mucho puede impedir que los Lions y Stafford alcancen un acuerdo ahora que las partes han sido sinceras en sus declaraciones públicas respecto a que desean que suceda.
Si Stafford desea ser el jugador mejor pagado en la NFL por los siguientes cuatro a ocho meses, puede conseguirlo antes de que la inevitable alza de salarios lo vea rebasado en las nóminas. Si los Lions desean realizar un compromiso a largo plazo con su quarterback franquicia como a menudo han declarado, tendrán el espacio para hacerlo. Así que es simplemente cuestión, para ambas partes, del cuándo.