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Jerrell Freeman salvó la vida a un hombre que se asfixiaba en aeropuerto

El apoyador Jerrell Freeman estaba disfrutando su comida en el aeropuerto de Austin, Texas, el domingo antes de reportarse al campamento de entrenamiento de los Chicago Bears esta semana.

Afortunadamente para otro hombre en el aeropuerto, Freeman estaba ahí para salvarlo cuando comenzó a asfixiarse.

El apoyador vio a Marcus Ryan salir disparado de su silla en el Salt Lick Taco Bar --"como si hubiera olvidado algo", declaró Freeman-- y notó que el hombre estaba angustiado.

"Caminó alrededor de la mesa y comenzó a lucir un poco agitado. Pensé, 'Vaya, esto es extraño. Quizás uno de sus hijos se alejó y no puede encontrarlo o algo'", señaló Freeman al Chicago Tribune.

Una mujer mayor trató sin éxito de realizar la maniobra de Heimlich con Ryan. Freeman se levantó después y trató de salvar al hombre.

"Lo tomé y traté de presionarlo", indicó Freeman al diario. "Tienes que apretar adentro y arriba. Así que lo hice y comenzó a escupir lo que lo estaba asfixiando. Le pregunté si estaba bien y movió la cabeza como diciendo '¡No!'.

"Lo tomé de nuevo y lo intenté otra vez", agregó Freeman. "Y cuando lo bajé la segunda vez, sus ojos se veían grandes. Decía, '¡Dios mío!' Creo que acabas de salvarme la vida!'. Fue una locura".

Una vez que Ryan recuperó la compostura, ambos se tomaron una fotografía que fue publicada por Freeman a través de su cuenta de Twitter.

"Es una locura, recién salvé la vida de mi muchacho Marcus Ryan al utilizar la maniobra de Heimlich en medio del aeropuerto de Austin", escribió Freeman a través de su cuenta de Twitter. "Vaya, mamá estaría orgullosa".

Freeman dijo que fue la primera vez que practicó la maniobra de primeros auxilios.

"Nunca antes había hecho el Heimlich", reconoció Freeman. "No creo que haya tenido entrenamiento ni nada. Mi madre es enfermera y había hablado de ella. Así que sólo hice lo que escuché que debes hacer. Supongo que funcionó".

El apoyador vio que Ryan volvió para terminar su comida.

"Supongo que era un buen pedazo de carne. No iba a dejar que se desperdiciara", sentenció al Tribune. "No puedes entrometerte entre un hombre y su filete. Lo entiendo".