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Ian O'Connor | Escritor Senior de ESPN.com 7y

19-0 suena de locura ... pero no para estos New England Patriots

FOXBOROUGH, Mass. -- Esta es la temporada de locuras en la NFL, un momento en el cual los fanáticos aplauden y se asombran con atrapadas en ejercicios sin contacto, y cuando Bill Belichick, en broma, lanza flores sobre las destrezas de escucha de los reporteros mientras hace chistes sobre las suyas. Así que vamos a estar de acuerdo en que es cuestión de chiste. Vamos a hablar sobre los New England Patriots terminando 19-0.

Pero primero, vamos a recordar par de cosas sobre los favoritos prohibitivos de la NFL. Además de ganar 18 partidos consecutivos en la temporada de 2007, los Patriots de Belichick y Tom Brady ganaron 21 partidos consecutivos entre las temporadas de 2003 y 2004. También ganaron 32 de 34 (2003 a 2004) y 23 de 25 (2014 y 2015).

¿Los Patriots de 2017? Son la respuesta de la NFL a los Golden State Warriors. No, no añadieron a Kevin Durant, pero sí añadieron jugadores dinámicos jóvenes como el receptor Brandin Cooks, el esquinero Stephon Gilmore, el running back Mike Gillislee, el ala defensiva Kony Ealy al igual que el veterano apoyador David Harris. No olviden, un saludable Rob Gronkowski también es una adición a este equipo. Y ya que los Patriots ganaron 17 de 19 partidos la temporada pasada, las pérdidas de LeGarrette Blount y el ahora retirado Rob Ninkovich no van a silenciar los pensamientos de ganar 19 de 19 partidos este año.

Los Patriots son un equipo de muchas bendiciones, pero la carga de sostener su grandeza es una de sus maldiciones. En términos de maldiciones, no es una mala. Belichick y Brady han ganado más Super Bowls (cinco) que cualquier otro entrenador y quarterback antes que ellos, y fuera de romper el empate en títulos de NFL con el dúo Vince Lombardi - Bart Starr de los Green Bay Packers, no hay mucho más para lograr.

Excepto por lograr la temporada perfecto. Y aunque por un lado es de locura hablar de 19-0 más de cinco semanas antes de que New England intente llegar a 1-0, esto sí es cierto: Los Patriots de 2007 estuvieron a una jugada de lograrlo, y el roster de 2017 aparenta estar más o menos en la misma onda que ese. En otras palabras, los Patriots podrían ser lo suficientemente buenos para lograr esa meta que queda en los años Belichick-Brady: la búsqueda de la perfección que vió un final devastador en el Super Bowl XLII cuando perdieron contra los New York Giants.

Brady y el pateador Stephen Gostkowski son los únicos que quedan en el roster de ese equipo épico (y en última instancia arruinado equipo) del 2007, y las reglas de Patriot Way expresamente les prohíbe comparar las prácticas de hoy con las prácticas de ayer, por lo que no se puede ni hablar de comparar equipos de décadas diferentes. ¿La regla cardenal de Belichick entre todas las reglas? Quédese en el momento en todo momento.

Bajo Robert Kraft, los Patriots de Belichick y Brady han llegado a siete Super Bowls con un método robótico, convirtiendo a Foxborough en el luger en dónde redactores que buscan humanizar llegan a morir. Tomaría una seria dósis de líquido de la verdad para que Belichick, de 65 años, revele las cosas que le encantaría lograr antes de su retiro, así que tenemos que especular sobre cuáles serían esas cosas. Nuestra especulación:

1. Finalmente vencer a los Giants en un Super Bowl

2. Completan el juego perfecto que Don Larsen perdió con dos outs en la novena de hace una década.

Tras pasar una docena de años como asistente con los Giants, y tras perder contra ellos dos veces en el juego grande, a Belichick seguramente le encantaría vencerlos aún cuando su ex compañero con los Giants, Tom Coughlin, ya no está en el lateral opuesto. Pero Belichick no tiene mucho control sobre la mitad de la NFC en el torneo postemporada. Quizás todos tengamos que ver Mayweather-McGregor II, desgraciadamente, antes de poder ver Patriots-Giants II.

Belichick sí controla la segunda parte de la lista propuesta. Los Miami Dolphins de 1972 se fueron 17-0, y aunque a Belichick le encantaría sacar a Don Shula, quien una vez le dijo "Beli-cheat" del sitial de la mejor temporada en la historia de la NFL, sin principal motivación podría estar centrada en el Super Bowl XLII. El escape de Eli Manning. La atrapada de David Tyree. El balón caído de Asante Samuel. Ustedes conocen lo que ocurrió.

En el camerino después de la victoria por 17-14 de los Giants, Belichick tenía una cara de dolor y desesperación.

"Yo nunca había visto una cara de derrotado en él", dijo Donte Stallworth, un receptor de los Patriots en aquel entonces y ahora y comentarista de deportes y de política. Belichick cargó con la culpa ante un breve discurso con el equipo y luego salió del salón repleto de jugadores destrozados. "Fue como si se hubiera ido a pantalla negra cuando salió", dijo Stallworth.

El video del partido debió haber convertido el resultado en uno aún más desgarrador. En la escapada de Manning, la presión defensiva de New Englando dominó la línea ofensiva de los Giants. Jarvis Gree explotó para pasar a Shaun O'Hara en la izquierda del centro y arroll[o al guardia izquierdo Rich Seubert, y Richard Seymour derrotó a Jarvis Green y le ganó a O'Hara a su derecha. La línea ofensiva intentó defender la presión como un cambio de defensa en el baloncesto, pero fracasaron. Mientras Seymour y Green rodeaban a un inmóvil Manning, O'Hara dijo que vio a "Eli irse a su posición fetal, que es lo que hace normalmente" y pensó "OK, probablemente vamos a perder".

Pero mientras Manning mantuvo movimiento en sus pies para mantenerse vivo, tratando de escapar de ambos defensores de New England, un desesperado O'Hara agarró la garganta de Seymour. "Estaba apretando su traquea lo más duro que podía y no lo iba a dejar ir". Estrangulado por un hombre de 300 libras, Seymour no se pudo mover por una fracción de segundo, suficiente para Manning escapara. O'Hara apostó a que los árbitros no cantarían el penalty. Si hubieran lanzado una bandera, los Patriots hubieran terminado 19-0.

En vez, Belichick tuvo que asegurar a sus jugadores de 18-1 que no fue su culpa.

"Es lo más emocional que jamás he visto a Bill", dijo Heath Evans, un corredor en ese equipo que ahora es analista de NFL Network. "Más allá de mi padre, nunca he respetado más a un hombre en un momento de mi vida como ese momento. Él se adueñó de la situación, y no fue solo lo que dijo. Estaba destrozado al hecho que no le costó a él, sino a su equipo, su personal y quizás más importante, al dueño, una oportunidad de haber hecho historia".

Unos 10 años más tarde, esa oportunidad sigue en juego. Los Patriots dan miedo en el papel. En su primera práctica el jueves en la mañana, mientras Belichick usaba una gorra blanca entre los terrenos de práctica, más de 15,000 fanáticos vieron a Brady lanzar a sus armas viejas y nuevas. Harris dijo que era una audiencia más grande que cualquier que haya visto en sus años con los New York Jets. Julian Edelman dijo que había más gente en las gradas que en sus partidos de colegial en Kent State.

Brady no duplicará lo que hizo en el 2007, cuando lanzó 50 pases para touchdown, 23 de ellos a Randy Moss. Pero saliendo de su suspensión de cuatro partidos, probó la temporada pasada que puede jugar cerca de ese nivel. Fue interceptado en solo dos ocasiones en 432 intentos para un porcentaje de 0.5 en la temporada regular antes de ser el arquitecto de la madre de las remontadas en el Super Bowl.

¿Podrá Brady añadir un sexto anillo y ganar un partido más de los que ganó en su mejor temporada estadísticamente? ¿Puede irse de 19-19 en el 18vo año de su carrera?

La lesiones ocurren. Los malos rebotes ocurren. Peores cantadas por los árbitros han ocurrido. Juegos en la carretera en Denver ocurren.

Los Patriots de 2007 estaban exhaustos cuando llegaron al Super Bowl en el desierto de Arizona. Persiguiendo la historia y buscar un campeonato a la misma vez puede ser una experiencia extraordinariamente drenante. Los Warriors de 2015-16 se dieron cuenta de lo difícil que es tras romper la marca de los Chicago Bulls de victorias con 73, pero no tuvieron suficiente combustible para proteger una ventaja de 3-1 sobre los Cleveland Cavaliers en la final.

La meta de Belichick es ganar títulos, no romper marcas, razón por la cual New England tiene una oportunidad de ganar tres campeonatos en cuatro años por segunda vez durante su incumbencia. No habló con sus jugadores sobre una temporada perfecta en el 2007. "Y se aseguró que no lo habláramos entre nosotros", dijo Stallworth. "Era la fruta prohibida. No entres al Jardín de Edén y toques la fruta porque vas a tener problemas".

Las probabilidades son de que los Patriots van a perder par de partidos este año. Tienen una cita en noviembre en el sitio menos favorito de su mapa, Denver, en donde su temporada 10-0 se fue hacia el sur en el 2015, y tienen tres partidos consecutivos en la carretera en Buffalo, Miami y Pittsburgh en diciembre. Los Patriots tienen suficientes puntos peligrosos en su itinerario para que Belichick mantenga a sus jugadores en línea e inspirar a un veterano inteligente y leal como Matthew Slater a llamar las predicciones de pretemporada como "falta de respeto" al resto de la liga.

Nada nunca cambia en Foxborough, fuera del conteo de trofeos. Cuando se le preguntó la semana pasada sobre una proyección publicada de una temporada perfecta, Belichick dijo que estaba enfocado en tener un buen comienzo al campamento. "En realidad no estamos preocupados por el futuro", dijo. "Eso vendrá cuando venga".

Pero antes de que venta, estará perfectamente correcto hablar sobre la temporada perfecta. Belichick y Brady siguen respirando todos estos años tras ganar 18 corridos y 32 de 34. Es por esa razón que sería más estúpido descartar la posibilidad de 19-0 que sopesar las posibilidades al terminar el mes de julio.

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