La NFL ha decidido expandir a su programa de colección de datos para que este incluya a chips dentro de cada balón utilizado durante la temporada 2017, según Zebra Technologies, la compañía que proveerá las herramientas.
Los datos, generados por chips de identificación de frecuencia de radio (RFID por sus siglas en inglés) implantados en cada pelota, serán utilizados en cada transmisión como parte del programa de estadísticas Next-Gen de la liga y servirán para que el comité de competición de la NFL las estudie. Sin embargo, a esta altura la información no es lo suficientemente precisa como para asistir a los referís con los touchdowns, demarcar la ubicación del balón para primer down, o determinar si el balón sobrepasó la línea del lateral.
La NFL había experimentado con chips dentro de los balones específicamente designados para pateadores durante la pretemporada y los juegos del jueves por la noche durante la campaña pasada. Entre las cosas a estudiar estaban que tan cerca pasaban los balones a los postes durante goles de campo para que de esa manera el comité de competición sepa si debería proponer achicarlos.
Los jugadores de la NFL han estado vistiendo hombreras con tecnología similar durante los partidos desde el 2014. Para el proyecto del balón, la liga le asignó a Zebra Technologies que trabaje junto a Wilson Sporting Goods para crear un chip que no impacte el movimiento o la forma de la pelota. El chip pesa tres gramos, según Jill Stelfox, vicepresidente y gerente general de soluciones logísticas de Zebra.
El chip en sí actúa como un medidor de aceleración, proveyendo datos como por ejemplo la velocidad del balón, como gira y si es una espiral o va de arriba hacia abajo. El programa Next-Gen va a experimentar con esa información a la misma vez que lo hace con los datos que ofrezcan los del seguimiento de jugadores. Cada equipo va a poder recibir información para seguir a sus propios jugadores, lo cual ha sido rechazado por la mayoría de los entrenadores entrevistados al respecto.