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Minnesota Vikings, el trampolín de Mike Tomlin hacia los Steelers

PITTSBURGH -- Una sesión de vídeo después del partido puede ser inquietante para los jugadores que no hicieron buen trabajo el domingo.

En su primera incursión como coordinador, Mike Tomlin debía exigir mejoría sin que pareciera un tema personal. Así que inició una rutina con los Minnesota Vikings del 2006 que sigue empleando hoy día como entrenador en jefe de los Pittsburgh Steelers.

Lo llamó "reportando las noticias" transmitiendo lo que sucedía en el campo, para bien o para mal.

"En algunas maneras, apestaba, pero del lado positivo, si tu nombre aparecía en el pizarron y te estaba corrigiendo, nunca pensabas 'oh, este fue un cretino'", reconoció el entonces apoyador de los Vikings Ben Leber, quien jugó para Tomlin en 2006. "Lo presentaba de tal manera en la que te puntualizaba las expectativas y, si no las alcanzabas, haríamos comentarios al respecto".

Cuando los Steelers se midan a los Vikings el domingo en Heinz Field, Tomlin se reencontrará con una franquicia que le ayudó a catalizar una exitosa carrera como entrenador en jefe. Antes de 104 triunfos en temporada regular, un Super Bowl y 14 triunfos en playoffs, Tomlin concluía una campaña con marca de 6-10 bajo las órdenes de Brad Childress, pero con la esperanza de mejorar detrás de la "Williams Wall" con Pat y Kevin Williams.

El hecho que Minnesota liderara la liga en yardas permitidas por tierra le ayudó a Tomlin a destacar. Wayne Huizenga, quien fuera dueño de los Miami Dolphins, le sirvió un corte en su avión privado. Los Steelers se enamoraron con la habilidad que tenía para relacionarse con miembros de la oficina y con los jugadores.

E integrantes de aquellos Vikings sentenciaron que de inmediato se notó que tenía el carácter para ser entrenador en jefe desde el momento en que portó los colores morados en las laterales.

"Dios mío, eso fue hace mucho tiempo", recordó Tomlin sobre su época en Minnesota. "Lo más bonito de esa experiencia fue la relación que tenía con el entrenador Brad Childress. Era la primera vez que recibía la oportunidad como entrenador en jefe y me invitó a ir un paso más allá, además que hizo un gran trabajo educándome en términos sobre cosas con las que tendría que lidiar al debutar en esa posición. Inclusive me compartió algunas de las responsabilidades para ayudarlo y él se pudiera enfocar en la ofensiva.

"Todo eso me ayudó en mi crecimiento y desarrollo. Creo que fue algo fundamental para que estuviera listo. Estoy agradecido por mi tiempo en Minnesota. Fueron grandes personas, pero cuando me detengo a pensarlo, creo que Brad Childress se enfocó mucho en mi pese a tratarse de su primer año.

Más de una década después, Childress, quien ahora es asistente con los Kansas City Chiefs, recordó que necesitaba un coordinador que comandara en el cuarto, se comunicara bien y que implementara la defensiva Tampa-2 que acentuaba la fortaleza de Kevin Williams en la técnica tres.

Obtuvo eso con Tomlin, quien de inmediato recomendó a Joe Woods, hoy coordinador defensivo de los Denver Broncos, para que en ese entonces fungiera como entrenador de profundos.

Childress le recordó examinar con mucha cautela el roster y como los equipos especiales afectan de gran manera quien se queda y quien se va. Después de una temporada, le recomendó que empezara a prepararse para entrevistas en las que le ofrecerían el puesto de entrenador en jefe. Tomlin prefirió tomarlo con cautela y enfocarse en la siguiente campaña.

Eventualmente, Art Rooney II, presidente de los Steelers, le preguntó a Childress sobre Tomlin. A lo que le respondió si quería escuchar la verdad y Rooney no dudo en que así debía ser. Childress no estaba bromeando del todo con la pregunta ya que realmente quería retenerlo.

"No quería perderlo, pero tampoco lo quería detener", comentó Childress. "Creo que todo el mundo sabía que él tenía la personalidad para hacerlo y lo único que debíamos hacer era ponerlo enfrente de esa gente".

Su método en Minnesota es similar al que emplea en Pittsburgh. Si fallas en una jugada, quizá lo escuches, pero si haces un buen trabajo, también te lo hará saber.

Pero a pesar de las críticas, Tomlin tiene cierta manera de relacionarse con cada jugador en el roster y se ríe de él mismo cuando es necesario, recordaron Leber y Childress.

"Puedes darte cuenta cuando los entrenadores son auténticos y cuando no", agregó Leber. 

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