THOUSAND OAKS, Calif. -- Todd Gurley anunció su regreso a través del aire.
El corredor estelar de Los Angeles Rams atrapó un pase corto en el outside durante el tercer cuarto, giró hacia la esquina e hizo un sprint directamente hacia el esquinero de los Washington Redskins, Bashaud Breeland, y dio un salto limpio sobre él en su camino hacia la zona de anotación. Para los detractores de Gurley después de una desastrosa temporada 2016, el salto en la derrota del domingo por 27-20, fue un recordatorio importante de que el Novato Ofensivo del Año en 2015 aún puede hacer volar la imaginación.
Llevó a Andrew Harding de regreso a un tiempo distinto.
"Primero, estaba sorpendido", dijo Harding. "Después pensé, 'aún tiene ese toque'".
Harding fue coach de Gurley en pista y campo en Tarboro, en Tarboro High School, en North Carolina. El programa tenía muchos chicos veloces para correr sprints, pero no tenían a nadie para competir en obstáculos, así que utilizaban a Gurley. Y mientras más lo hacía, más le gustaba. Impuso récords en la escuela en los 110 y 300 metros con obstáculos y ganó un campeonato estatal.
Harding le dijo que un día podía ganar una medalla olímpica de oro.
"Así de talentoso era", dijo Harding en una entrevista telefónica. "Realmente creo que pudo haberlo hecho. No hice ese comentario sobre nadie más, pero Todd es un privilegiado".
Los defensores de los obstáculos se han convertido en básicos para la ecuación de Gurley. Lo hizo en semanas consecutivas, en Georgia, en 2014. Como novato, en 2015, lo hizo con Antrel Rolle de los Chicago Bears y después hizo lo mismo con K'Waun Williams, de los Cleveland Browns. El impresionante salto sobre Breeland, marcó la segunda vez que Gurley supera a un defensivo en la Semana 2, también saltó sobre Kendall Fuller en los primeros minutos del segundo cuarto.
"No planeé hacerlo, solo pasó", dijo Gurley. "Supongo que todavía tengo un poco de ese toque en mí".
Harding dirá que es su habilidad natural.
Como adolescente, Gurley era más grande que la mayoría de los saltadores de obstáculos. Pero era flexible. Sus caderas eran altas y poseían una gran explosividad. No se supone que los saltadores de obstáculos solo brinquen sobre las vallas, se supone que deben mostrar su poder sobre ellas. Gurley lo hacía con gran facilidad.
"Era un don natural que él tenía", dijo Harding. "Puedes coachear todo lo que quieras, pero, algunas veces, los chicos simplemente lo tienen".
Gurley trabajaba, practicaba con los velocistas, después con los saltadores de obstáculos. Los fines de semana, le daban un ride a la pista y entrenaba por su cuenta por dos horas. Hacia el final de su primer año, la mejor marca personal de Gurley en los 110 metros con obstáculos era de 14.13 y de 39.0 en los 300 metros con obstáculos -- ambos récords permanecen vigentes en la escuela.
"Cuando era corredor, era todo terreno", dijo Harding, ahora coach asistente del equipo de futbol americano de Tarboro, quien siempre se preguntó qué tan bueno habría sido Gurley de haber recibido entrenamiento de clase mundial.
Harding recuerda que Gurley nunca terminó de dar el estirón.
"Pienso que pueden ver eso cuando lo hace en la NFL", dijo Harding. "Cuando aterriza, no se detiene, se rearma para seguir corriendo. Simplemente sigue corriendo. Pienso que es su habilidad natural, su memoria muscular, no tiene que detenerse, puede seguir corriendo".
Gurley sumó 88 yardas en 16 acarreos y otras 48 yardas en tres recepciones contra los Redskins en la Semana 2. Corrió para un touchdown y, por primera vez en su carrera, también atrapó un pase para touchdown. Fue cortesía de uno de sus sltos que ya da vuelta en todo Internet.
"No sé cómo lo hice", dijo Gurley. "Simplemente lo hice. Probablemente, ahora lo van a estar esperando, así que supongo que tengo que mostrar un nuevo movimiento".