<
>

Al cabo de cinco jornadas, sólo hay dos equipos consistentes en la NFL

En un abrir y cerrar de ojos, se nos fueron ya cinco semanas de la NFL. Terminó el mes de septiembre, el hoy considerado la nueva “pretemporada” de la NFL. Ya no hay excusas. Equipos y jugadores han tenido tiempo suficiente para entrar en ritmo y empezar a demostrar lo que en realidad son. Hasta el momento sólo dos equipos han mostrado consistencia semana tras semana, uno con más contundencia que el otro: los Jefes de Kansas City y las Águilas de Philadelphia. Otros equipos se han visto imponentes una semana sólo para romperle los corazones a sus aficionados la siguiente.

En agosto, tuve la tentación de escoger otra vez a Kansas City como mi candidato al Super Bowl como lo hice en 2016. El año pasado basé mi predicción en el regreso exitoso de Jamaal Charles para redondear por fin la ofensiva de los Jefes bajo Alex Smith. Jamaal nunca se recuperó.

Me tocó comentar el partido de pretemporada entre Kansas City y Seattle cuando Spencer Ware quedó fuera de acción por lesión. Kareem Hunt jugó esa noche, pero no fue ni la sombra de lo que está siendo hasta el momento. Aunque los escogí para ganar la división, no pensé que llegarían lejos en playoffs, lo cual ha sido su costumbre.

Todavía pueden pasar muchas cosas de aquí al final, pero hasta el momento los Jefes están jugando a un nivel muy superior al resto de la liga. Aunque Hunt parece ser la última pieza del rompecabezas, la clave del éxito es sin duda Alex Smith. Mis respetos para este señor. Es un ejemplo para otros jugadores, y para todos nosotros en general, de como se debe reaccionar a situaciones adversas y complicadas. Tan sólo hay que recordar el berrinche de Sam Bradford cuando Philadelphia seleccionó a Carson Wentz con la segunda selección global. Smith, en cambio, no dijo nada cuando Kansas City cedió selecciones, incluyendo la primera del 2018, para subir de lugar y seleccionar a Pat Mahomes. Lo único que hizo fue cerrar la boca, trabajar más duro y dedicarse de lleno al equipo. Comentó que piensa que está seguro que este será su último año en KC. Sería un error tremendo y la verdad, a menos que no quiera regresar, no veo por qué debería irse.

En 2018, si combinamos su salario con el de Mahomes, el impacto de ambos en la nómina sería de 19.8 millones de dólares. ¿Qué equipo no pagaría esa cantidad por la producción que está teniendo Alex Smith? Como punto de referencia, Alex es el quarterback N°1 hasta el momento en índice de pasador. Los que les siguen, con sus respectivos impactos en la nómina en 2018 son: Tom Brady (22 millones de dólares), Drew Brees (agente libre), Kirk Cousins (agente libre), y Aaron Rodgers (20.3 millones de dólares). Todo dependerá de qué pase de aquí al final de la temporada. Kansas City tendría déficit en cuestión de nómina en 2018, pero hay varios baquetones que no merecen lo que les pagan. Alex Smith no debería ser la víctima de los errores financieros de la directiva.

Philadelphia tiene sólo una derrota, pero fue contra Kansas City y de visitante. Tuvieron problemas para vencer a los Gigantes y a los Cargadores, pero fue porque ambos rivales jugaron bien, no porque Philadelphia haya jugado mal. En el partido inaugural vencieron convincentemente a Washington, que estuvo a punto de vencer a los Jefes en "Monday Night Football". El domingo dominaron ampliamente a un equipo de Arizona que viene mal, pero que antes de este partido tenía la séptima mejor defensiva de la liga.

Carson Wentz no ha tenido el retroceso que muchos jugadores de segundo año tienen. Todo lo contrario, es hasta el momento el mejor quarterback en tercera oportunidad, completando el 71 por ciento de sus pases con seis touchdowns y sólo una intercepción. Lo más impresionante es que en esos pases ha promediado 11 yardas por intento, lo cual indica que no son pases a la ruta de escape solamente. Están atacando las defensivas rivales. Esta semana las Águilas se miden el jueves por la noche ante otro equipo en resurgimiento como lo es Carolina, también con marca de 4-1, siendo la derrota en casa contra un equipo de New Orleans dominó esa tarde a la defensiva, algo que no se menciona muy seguido.

New Orleans fue tema este martes cuando se anunció el canje de Adrian Peterson a Arizona. Ese cambio lo vi venir desde la Semana 1. En el "Monday Night Football" de la primera jornada cuando jugaron los Santos contra los Vikings, era evidente que AP no era un jugador que encajaba en el sistema ni mucho menos en la filosofía de Sean Payton. Pensaba que iría a Seattle, también urgido de un buen corredor. Arizona es por el momento el peor equipo de la liga corriendo el ovoide. AP tendrá todas las oportunidades del mundo de demostrar si todavía tienen suela sus zapatos.

Lo más duro de ser fan de la NFL es ver a estrellas quedar fuera el resto de la temporada. Pobre Houston. Se habían distinguido los últimos años por ser un equipo con una buena defensiva, pero sin un quarterback que por lo menos les diera la oportunidad de competir contra otros contendientes. Brian Hoyer nunca tuvo las facultades y el experimento con Brock Osweiler fue un rotundo fracaso. Rick Smith, su gerente general, se la jugó en el reciente draft y cedió su selección de primera ronda a Cleveland para tener la oportunidad de seleccionar a Deshaun Watson, quien ha sido espectacular las tres últimas semanas. Pero contra KC, perdieron a J.J. Watt y a Whitney Mercilus. Watt es conocido por todos los fans de la NFL por su gran desempeño antes del 2016, y por su labor en la comunidad de Houston después del huracán Harvey. Mercilus no era tan famoso, pero había sido el jugador más consistente y productivo de la defensiva de los Texanos. Hasta me atrevo a decir que su ausencia pesará más que la de Watt, quien no había recuperado del todo su nivel.

La defensiva de Houston había sido mediocre en general. Hicieron el cambio de Mike Vrabel por Romeo Crennel, quien sigue como asistente del equipo. Vrabel simplemente no ha tenido la creatividad de RAC, ni ese colmillo para sentir el ritmo del partido y hacer ajustes sobre la marcha. Otras lesiones penosas fueron las de Odell Beckham y Brandon Marshall. Al igual que Watt y Mercilus, quedarán fuera el resto de la temporada. Para los Gigantes fue una tarde fatídica. No sólo perdieron en casa contra los Cargadores. También salieron del partido Sterling Sheppard y Dwayne Harris que se une también a Beckham y Marshall en la reserva de lastimados. No recuerdo alguna otra ocasión en la que un equipo pierde a cuatro receptores en el mismo partido, tres por todo el año. Fue un comienzo muy duro para los Gigantes y su horizonte tiene una nube muy negra de frente.

Los fans de Pittsburgh tienen la opción de ver el vaso medio lleno, o medio vacío. Por un lado son líderes de su división. Por el otro, perdieron rotundamente contra Jacksonville en casa y todo parece indicar que hay serias diferencias dentro del vestidor. Nada hunde más a un equipo que cuando los problemas personales salen a la luz porque jugadores, y/o entrenadores, los mencionan a los medios.

La semana pasada fue Ben Roethlisberger criticando los desplantes infantiles del niño Antonio Brown. Esta semana fue Le'Veon Bell criticando el plan ofensivo. Desconcertante también fueron los comentarios de 'Big Ben' diciendo que quizás ya no tenga la habilidad de jugar. Cabe mencionar que su comentario fue en tono sarcástico, pero si emparejamos lo que dijo, junto con las semanas en marzo y abril que consideró el retiro, y su más reciente desempeño, hay razón de sobra para estar preocupados.

No estando dentro del vestidor, sólo podemos reconocer los síntomas sin saber cuál es la enfermedad. Lo que sí es claro es que el paciente no está bien. Estamos hablando prácticamente de los mismos jugadores que formaron una de las mejores ofensivas de la NFL en 2016, y que en el momento está “cascabeleando”. ¿Son los planes de juego del mismo coordinador ofensivo de los últimos cinco años? ¿Es la falta de pasión por el juego de Ben? ¿Se debe esto a la ausencia en pretemporada y la inconformidad con su contrato de Le'Veon Bell? ¿Son todos los comerciales y las distracciones de Antonio Brown antes de esta campaña? Los problemas defensivos no me sorprenden. Las estadísticas dirán que tienen a una defensiva “top ten” en yardas y puntos permitidos, pero si esta defensiva, tiene en realidad ese nivel, John Sutcliffe es el comentarista más esbelto de ESPN. El reto es ahora de Mike Tomlin para demostrar si es, o no, el entrenador en jefe que necesitan en Pittsburgh.

Sin más, ¡rumbo a Minnesota!