<
>

Quizá sea más complicado para Packers sobrevivir sin Aaron Rodgers que en 2013

MINNEAPOLIS -- El 2013 se repite y quizá sea peor.

Al menos hace cuatro años, Aaron Rodgers se recuperó de una fractura de clavícula a tiempo para darle a los Green Bay Packers el pase a Playoffs.

Esta ocasión, quizá sea trabajo de Brett Hundley –o de quien sea que termine jugando como quarterback para el coach Mike McCarthy—terminar el trabajo, luego de que Rodgers sufrió la fractura de la clavícula derecha tras sufrir un golpe del linebacker Anthony Barr de los Minnesota Vikings en el primer cuarto de la derrota por 23-10 de Green Bay.

Hace cuatro años, Rodgers sufrió la fractura de la clavícula izquierda y perdió siete juegos. Luego de semanas de incertidumbre, Rodgers regresó para el último juego de la temporada regular en Chicago –duelo que los Packers ganaron con un pase de touchdown de último minuto a Randall Cobb y con el que Green Bay ganó el título de la NFC Norte.

Esta vez, la fractura es en la clavícula derecha, la del brazo de lanzar y la razón por la que los Packers indicaron que el pasador podría perder el resto de la temporada.

No es probable que Matt Flynn, el quarterback que mantuvo a flote a los Packers en 2013, regrese y aunque tiene 32 años de edad, Flynn no ha jugado en la NFL desde 2014, su último año como suplente en Green Bay.

Hundley, de 24 años y el otro pasador en el roster de jugadores activos de Green Bay el domingo, se convirtió en el primer pasador no llamado Aaron Rodgers que lanza un pase de touchdown para los Packers desde que Flynn lanzó el último en la Semana 16 de la temporada 2013.

El jugador de tercer año participó ante Minnesota en el primer partido oficial de su carrera y luego de un rudo inicio en el que sufrió una intercepción en su primer envío como profesional, tomó ritmo y logró algunas cosas, aunque con la ayuda de una importante posición de campo gracias a un par de robos de balón (un regreso de balón suelto de 67 yardas de Clay Matthews y otro de 14 de Damarious Randall).

Hundley se mantuvo en la bolsa de protección y encontró a un desmarcado Davante Adams para un pase de touchdown de 14 yardas luego de la devolución de Matthews. Más tarde se conectó con Jordy Nelson con un envío detrás del hombro, estilo que Rodgers perfeccionó, para una ganancia de 26 yardas que preparó un gol de campo luego de la devolución de intercepción de Randall.

De cualquier forma, con los Packers abajo 10 puntos en el último cuarto, Hundley fue interceptado otra vez, luego de que, al parecer, no vio al safety Harrison Smith en un envío a Nelson.

Hundley terminó con 157 yardas por aire tras completar 18 de 33 pases con un touchdown y tres intercepciones.

En 2013, los Packers terminaron con marca de 2-4-1 sin Rodgers. Flynn fue la tercera opción luego de que Seneca Wallace se lesiono y Scott Tolzien fue a la banca. El veterano suplente se las arregló para sacar un empate ante los Vikings al relevar a Tolzien y luego tuvo marca de 2-2 como titular antes de que Rodgers regresara a la acción.

Aquella campaña concluyó para los Packers con un revés en el Juego de Comodines ante los San Francisco 49ers.

Los Packers tuvieron marca de 5-2 cuando Rodgers sufrió la fractura de la clavícula izquierda en 2013 y de cara al duelo de este domingo en Minesota, su récord era de 4-1, gracias a la sólida actuación de Rodgers, quien tenía registro de 12-2 con 37 touchdown y cinco intercepciones en los últimos 14 juegos.

El problema en 2017 es que no se trata sólo de Rodgers. Los Packers han sido golpeados por las lesiones.

Ya sin tres de sus cuatro mejores defensivos profundos (Kevin King, Davon House y Morgan Burnett) de cara a la Semana 6, perdieron al esquinero Quinten Rollins (tobillo) durante el duelo ante los Vikings y también al guardia izquierdo Lane Taylor (tobillo, rodilla) y a sus dos tackles titulares cuando Bryan Bulaga (conmoción) y David Bakhtiari (muslo) cayeron lastimados.

Era la primera vez en toda la campaña que Bulaga y Bakhtari jugaban juntos.

No es que Hundley no tenga un ataque terrestre imparable en el cual apoyarse, tampoco. McCarthy intentó dividir la carga de trabajo entre Ty Montgomery (quien jugó por primera vez desde que sufrió fracturas múltiples de costillas en septiembre) y el novato Aaron Jones, pero tampoco encontró mucho ritmo en ese aspecto.

Los Packers han dependido demasiado de Rodgers toda la temporada. De cara a la Semana 6 eran líderes en jugadas de pase en la NFL con 71 por ciento, de acuerdo a ESPN Stats & Information.

Quizá el panorama no sea positivo luego de un día de varias emociones, pero si los Packers no pudieron derrotar a un equipo con Case Keenum como quarterback y que no tuvo a su mejor receptor (Stefon Diggs), quizá las cosas resulten peor de lo que fueron en 2013.