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GLENDALE, Ariz. -- Usando una bota ortopédica en su pie derecho, el esquinero de los Seattle Seahawks, Richard Sherman, utilizó sus muletas para llegar al podio y comenzar su conferencia de prensa, burlándose del uniforme verde chillón que tenía puesto, diciendo que se veía más interesante antes del partido del jueves en la noche.  Sherman estaba tratando de alegrar el ambiente sabiendo que estaba a punto de comenzar a hablar sobre la ruptura de su tendón de Aquiles que efectivamente terminó con su temporada. Estaba tratando de aguantar las lágrimas minutos más tarde. "Sencillamente tenemos que mantenernos positivos", dijo Sherman con una voz cortada cuando se le preguntó sobre el ambiente dentro del vestuaro de los Seahawks. "Eso es todo lo que uno puede hacer". Eso no será fácil. No hay otra forma de mirarlo: la lesión de Sherman le propina un golpe masivo a la defensa de los Seahawks y potencialmente un golpe mortal a las expectativas de Seattle de llegar al Super Bowl. "Va a ser difícil", dijo el linebacker Bobby Wagner. "Richard Sherman es el mejor esquinero en la liga. No hay duda de eso. Cuando está sobre el terreno, nadie ni siquiera mira para pasar en ese lado. So está afuera, va a ser difícl, pero tenemos jugadores que pueden subir su nivel y esperamos que haga algo milagroso para que pueda regresar". Uno puede entender el por qué Wagner estaría pidiendo un milagro que permita el regreso de Sherman. Sherman ha sido así de importante para la defensa de Seattle en las últimas seis temporadas y media. Considere: Desde que los Seahawks seleccionaron a Sherman en la quinta ronda del 2011, su defensa ha estado primera en rating de pasador opositor (49.4), primeros en yardas permitidas por juego (300.1) y primeros en yardas por aire permitidas por juego (203.6), según ESPN Datos. En pases fuera de los números en el lado izquierdo de la defensa de Seattle -- en dónde Sherman ha estado primordialmente alineado -- los Seahawks han estado primeros en porcentaje de pases completados (51 por ciento), primeros en relación de touchdowns e intercepciones (0.81) y primeros en rating (42). Sus 32 intercepciones en su carrera son seis más que cualquier otro jugador desde el 2011, aún cuando los quarterbacks comenzaron a evitar lanzar en su dirección después de sus primeras temporadas. Antes del jueves, solo se había perdido cinco jugadas esta temporada mientras jugó el cuarto porcentaje más alto (99 por ciento) de cualquier otro esquinero de la NFL, aún cuando ha estado regularmente en el informe de lesiones de los Seahawks. No se ha perdido un partido en su carrera con el jueves marcando su 105to partido consecutivo, empatado para la tercera racha más larga entre esquineros. Esa racha terminará Así que, por segunda temporada consecutva, los Seahawks se encuentran sin uno de sus pilares defensivos. El año pasado fue el profundo defensivo Earl Thomas, quien tuvo 106 salidas consecutivas para comenzar su carrera antes de lesionarse su corva en noviembre para entonces sufrir una fractura en su pierna dos semanas más tarde. La defensa de Seattle contra el pase se desplomó sin él. Los Seahawks tienen una mejor opción de reemplazo para el esquinero este año que la que tuvieron para el profundo defensivo cuando Steven Terrell tuvo que ser empujado a la alineación titular sin haber sido titular en toda su carrera. Jeremy Lane, quien que enviado a la banca a favor del novato Shaquill Griffin, y entonces por poco fue cambiado, regresará al rol titular. Con Sherman fuera, el entrenador Pete Carroll lo catalogó como "sumamente importante" que Lane haya regresado cuando su inclusión en el cambio por Duane Brown fue renegada por un examen físico fallido. "Jeremy es un titular. Fue un titular al comienzo de la temporada", dijo Carroll. "Shaq ha demostrado que también es un titular". Pero no son Sherman. Nadie lo es. "Yo ni sé como voy a manejar eso en estos momentos", dijo Carroll cuando se le preguntó sobre perder un jugador que ha sido un constante por más de seis temporadas. "Él ha sido un bastión de consistencia y competitividad entre todas las cosas que hemos tenido que trabajar juntos. Ha sido grandioso. Ha sido difícil, ha sido un reto y ha sido extraordinario, casi como un jugador icónico en esta liga. Pero ahora no lo tenemos". A Carroll se le cortó la voz cuando siguió hablando. "Trataré de no exagerar, pero esa es la manera en la cual me siento", dijo. "Lo extrañaremos. Estará con nosotros en cada paso cuando pueda, pero en realidad lo extrañaremos".
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