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Denver, ciudad de ingratos recuerdos para Tom Brady

No ha sido una ciudad amable con Tom Brady, pero el quarterback de los New England Patriots podría comenzar a tomarle el gusto a jugar en la ciudad de Denver.

Seguramente no ante la versión de los Broncos que le hubiera gustado enfrentar, pero Brady podría ligar el domingo por la noche su primer par de victorias en Denver en su carrera y así, comenzar a quitarse el mal sabor de boca que le ha dejado jugar en el Sports Authority Field.

Brady tiene marca de 3-7 en Denver, incluidas tres derrotas en Playoffs, cifra que hace de los Broncos el rival que más ha incomodado al futuro miembro del Salón de la Fama fuera de la comodidad de su hogar.

La diferencia es que, en 2017, Brady enfrentará a unos Broncos que lucen lejos de aquellos equipos poderosos a la defensiva y con un ataque consistente que fueron un dolor de cabeza para el pasador de los Patriots, al grado de que el linebacker Von Miller reconoció que Denver no es un buen equipo.

El problema más obvio de los Broncos está en la posición de quarterback, la cual estará ocupada por Brock Osweiler, quien ya saboreó lo que fue vencer a Brady y a los Patrios, pero hay problemas en todas las áreas y la defensiva no es ajena a ellos.

La defensiva de los Broncos, encabezada por Miller, luce sin la inspiración y empuje que la llevaron a hacerle la vida a Brady en Denver.

En su carrera, Brady ha completado el 63.9 por ciento de sus envíos, pero, en Denver, las cosas han sido distintas. En su carrera, el quarterback de los Patriots ha completado el 56.6 por ciento de sus pases para un promedio de 278.3 yardas, poco menos de dos touchdowns (1.6) y una intercepción (0.9) por partido.

El último triunfo de Brady en Denver en temporada regular fue en la campaña de 2016, cuando venció 16-3 a unos Broncos con Trevor Siemian como quarterback titular. Antes de esa victoria, los Patriots cayeron tres veces al hilo en Denver, dos de ellas en Playoffs (2013 y 2015).

Las victorias previas de Brady en Denver se dieron en 2003 y 2011.

En 2017, Brady se enfrenta en esta ocasión a unos Broncos distintos, vulnerables y que buscan algo por qué jugar en diciembre, pero un equipo contendiente debe ganar los juegos que, supuestamente, debe ganar para fortalecer su etiqueta de favorito.

Lo único que no deben olvidar Brady y los Patriots es que juegan en Denver, donde los dolores de cabeza han sido frecuentes para ellos desde 2001.