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Responde afición de NFL sin grito homofóbico en el Estadio Azteca

La advertencia surtió efectos y la afición mexicana dejó de lado los gritos de carácter homofóbico que se vivieron hace un año en el juego entre los Houston Texans y Oakland Raiders en el Estadio Azteca.

Antes del partido de este domingo, donde se impusieron los New England Patriots por 33-8 a los Raiders, fueron numerosas las voces que se unieron para pedir que se evitara esa expresión y los seguidores lo entendieron a la perfección.

En el Azteca no hubo más gritos de ese carácter. Ahora las energías se concentraron en elogiar a Tom Brady, a quien aclamaron después de cada uno de sus tres pases de touchdown y al final del partido. El mariscal de campo de los Patriots fue ovacionado por miles de aficionados que celebraron su actuación de este domingo. Los cánticos de “¡Brady, Brady, Brady!”, retumbó en el Azteca.

Horas antes, Arturo Olivé, director de la NFL en México, fue enfático sobre un tema en específico a lo largo de la semana que antecedió al compromiso entre los Patriots y Raiders: vigilarían muy de cerca el comportamiento de la afición. Los recordatorios igualmente fueron constantes a través del sonido local y los seguidores atendieron al llamado.

La 'amenaza' no fue un comentario al aire y tanto previo como durante el partido en el Estadio Azteca se estuvieron exhibiendo mensajes en la pantalla en el que se enfatizaba el hecho que "no se tolerarán obscenidades, comentarios despectivos u otras acciones intimidatorias dirigidas a los jugadores, oficiales, representantes de los equipos o a otros aficionados y estas acciones serán motivo de expulsión del partido".

La primera 'prueba de fuego' llegó con el himno de Estados Unidos en el que los pocos abucheos que se presentaron fueron silenciados inmediatamente por los mismos aficionados, por lo que transcurrió sin mayor problema.

En la pasada presentación de la liga estadounidense en México, resaltó la presencia de un láser sobre el entonces mariscal de campo de los Texans, Brock Osweiler, el grito homofóbico en las patadas de salida y también avioncitos de papel sobre el terreno, algo que igualmente se evitó en esta ocasión.