El propietario y gerente general de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, vivió una noche histórica este domingo en el partido contra los Philadelphia Eagles.
Durante el medio tiempo, el presidente del Salón de la Fama, David Baker, entregó a Jones su anillo como nuevo inmortal de la NFL.
Jones fue inducido al Salón de la Fama este año, convirtiéndose en el propietario N° 15 de la historia que llega Canton, uniéndose a personajes históricos como George Halas, Lamar Hunt, Dan y Art Rooney, Tim y Wellington Mara, Dan Reeves, Eddie De Bartolo Jr., Paul Brown y Ralph Wilson.
Jones es el único dueño en la historia en ganar el Campeonato Nacional como jugador colegial (con Arkansas en 1964) y ser propietario de un equipo ganador del Super Bowl.
Jones, reconocido como uno de los dueños más influyentes de la NFL en la actualidad luego de convertirse en el primer propietario de la liga en guiar a su equipo a tres títulos de Super Bowl en cuatro años, ayudó a convertir a los equipos de la liga en exitosas empresas generadoras de ingresos.
En 1989, Jones compró a los Cowboys por 150 millones de dólares en 1989 y los convirtió en la franquicia deportiva más costosa del mundo, de acuerdo a Forbes, con un valor de 4,200 millones en el 2016, impulsando al resto de la liga en su ascenso económico.
Jones, nombrado Ejecutivo del Año en el 2014, fue crucial para que los Cowboys adquirieran seis jugadores que terminaron en el Salón de la Fama, Troy Aikman, Michael Irvin, Emmitt Smith, Deion Sanders, Larry Allen y Charles Haley.