LOS ANGELES -- Carson Wentz fue la primera persona en recibir a sus compañeros de equipo en el pequeño vestuario para visitantes en el Los Angeles Coliseum para comenzar la celebración.
Los Philadelphia Eagles se habían repuesto a la pérdida de su líder y derrotado a los Los Angeles Rams en una bonanza ofensiva por 43-35 -- asegurando el título de la NFC Este en el proceso. Wentz, quien portaba una abrazadera en su rodilla izquierda uy una gorra de "Campeones NFC Este", felicitó a sus compañeros uno a uno mientras entraban por la puerta.
"Solo le dije cuando lo vi en la escalera que, 'hicimos esto por tí'", dijo el profundo defensivo Rodney McLeod. "Se sonrió y me dijo 'buen trabajo'. Corto y sencillo".
Momentos después, Wentz fue montado en un carrito y llevado hacia el autobus del equipo. Caminó los últimos pasos solo, desapareciendo detrás de la cerca de hierro y hacia la noche.
Los jugadores aparentaban estar luchando con dos emociones conflictivas: la felicidad por haber logrado una de las metas del equipo en gran forma, y la tristeza de haber perdido a Wentz en el proceso. Como muchos, recibieron el lunes los resultados de la prueba de resonancia magnética, en la cual se confirmó el peor de sus temores.
Sin embargo, nadie en el vestuario tenía un sentido de decepción. Si algo se destacó en el ambiente, era la actitud de compromiso de los jugadores.
"Conseguimos la victoria para él. Ahora nos tenemos que mover hacia los próximo, pero lo que pase, pase. Mentalidad de próximo en línea", dijo McLeod. "Esa ha sido nuestra historia toda esta temporada. No vamos a perder un paso, vamos a seguir todos en una misma dirección".
Para lograr eso, sin embargo, necesitarán un juego de calidad del quarterback suplente Nick Foles, cuya historia ahora completa un círculo. Un selección de tercera ronda de los Eagles en el draft del 2012, Foles fue titular en Philadelphia en 24 partidos a los largo de dos temporadas, incluyendo 10 en el 2013 cuando lanzó unos improbables 27 pases para touchdown contra solo dos intercepciones. Pero su éxito se desplomó a medida que el elemento sorpresa de la ofensiva de Chip Kelly se fue erosionando. Foles tuvo un 2014 promedio y en el 2015 enfrentó problemas tras ser cambiado a los St. Louis Rams, en donde fue enviado a la banca y luego dejado en libertad. Jugó como suplente para los Kansas City Chiefs la temporada pasada antes de asumir ese mismo rol con Philadelphia esta temporada.
Ahora estará en las riendas de un equipo que está clasificado para los playoffs y con aspiraciones de llegar al Super Bowl.
"Estoy absolutamente listo", dijo Foles, quien completó seis de 10 pases para 42 yardas contra su antiguo equipo. "Esa es la razón por la cual estoy aquí. Estoy listo. Me preparo todos los días, y trabajo todos los días para estar listo cuando me necesiten".
La caída de Wentz a Foles es innegable. Wentz era un candidato legítimo al premio de Jugador Más Valioso y jugando la posición tan bien como cualquier otro quarterback en la liga. Inmediatamente la conversación externa comenzó: ¿Cuál equipo de la NFC debe ser considerado favorito ahora que Wentz estará fuera por el resto de la temporada? Con marca de 10-3, los Minnesota Vikings han sido una selección popular.
Cabe recalcar, sin embargo, que los Vikings están en su tercera opción como quarterback. Sam Bradford era el titular antes de lesionarse y la idea era insertar a Teddy Bridgewater en la alineación cuando estuviera saludable. Case Keenum, sin embargo, ha jugado demasiado bien para justificar esa movida. Algunos los había eliminado cuando una lesión impactó la posición más importante, pero han logrado encontrar la manera para que funcione en gran parte gracias al trabajo de la defensa y un roster profundo.
Los Eagles creen que, con unos ajustes al sistema, pueden aprovechar sus fortalezas y mantener un alto nivel sobre el terreno.
"Ofensivamente, habrán algunos cambios sencillamente porque Nick no tiene las mismas habilidades de Carson cuando se habla de mobilidad y esas cosas", dijo el profundo defensivo Malcolm Jenkins. "Correremos el balón más y depender de los buenos running backs que tenemos en este equipo. Nuestra defensiva necesita subir su nivel y seguir siendo la defensiva que hemos sido todo el año".
Al final de la temporada, quizás miran esta noche en diciembre en Los Angeles y concedan que fue el principio del fin de su corrida hacia el campeonato. En estos momentos, siguen adelante, sin embargo, creyendo que tienen los jugadores suficiente para lograr el trabajo.
"Al final del día, esto no cambia nuestras metas", dijo Jenkins. "Es difícil, aún más para Carson como persona, como amigo y como compañero de equipo y lo que el dedica al juego, su preparación, el no tenerlo o verlo caer de esa manera, así como estamos en una noche como esta, tiene que ser difícil. Pero como equipo, aún tenemos nuestras metas en frente".