Golden Tate, Todd Gurley II y DeAndre Hopkins se maravillaron con el receptor Antonio Brown de los Pittsburgh Steelers en el final del juego al sellar una victoria sobre los Baltimore Ravens con una recepción de 34 yardas por la línea lateral. Sus actos heroicos se han convertido en rutina.
Brown respondió a cada uno, y ahora está tratando de influir en la carrera por el Jugador Más Valioso con cada yarda y cada tweet.
Un receptor nunca ha ganado el premio, pero Brown está en camino a 120 recepciones y 1,800 yardas, y su prolífico juego podría influir en algunos votantes que consideraban al lesionado Carson Wentz. Ahora tendrá un escenario para ayudarlos a decidirse: el domingo a las 4:25 p.m. ET contra los New England Patriots en Heinz Field.
"Si hay un receptor que podría obtener el MVP, es él", dijo el ala cerrada de los Steelers, Jesse James. "Jugadas que no deberían ocurrir, él las ejecuta. Pases que no deben ser atrapados, él los consigue. Cada jugada parece fácil para él. Es el mejor receptor en el juego, no hay dudas".
El índice de 109.7 que posee Tom Brady podría ser suficiente para asegurar que un mariscal de campo gane el premio por quinto año consecutivo y décimo desde 2007, a pesar de una deslucida salida en la derrota del lunes en Miami. Incluso el mismo Brown parece resignado a ese destino. Pero eso no le impedirá tratar de hacerlo interesante, ya que Brown lidera la liga por 276 yardas después de su explosiva presentación de 213 yardas ante Baltimore.
"Jugué con grandes compañeros de la NFL, y ser mencionado con ellos es algo especial", dijo Brown. "Obviamente, es una liga de mariscales de campo".
Tal vez la primera temporada de 2,000 yardas en la NFL cambiaría la perspectiva por el MVP. Brown ha producido 483 yardas en los últimos tres partidos, por lo que duplicar esas salidas en los últimos tres lo llevaría a 1,992. Calvin Johnson tiene el récord de una temporada con 1,964.
Brown ha hecho casi todo lo que un receptor puede hacer. Está a un paso de convertirse en el primer jugador de su posición con cinco temporadas de 100 recepciones. Está llegando a 8,000 yardas en un lapso de cinco años, lo que tampoco se ha hecho.
Sus tres temporadas con al menos 1,500 yardas están empatadas en el segundo puesto, detrás de las cuatro de Jerry Rice.
Cualquier mariscal de campo que dominara su posición de esa manera tendría múltiples MVP. Y con 160 pases en su dirección (el 31.8 por ciento de los intentos de Ben Roethlisberger), Brown tendrá muchas oportunidades de perseguir varios récords esta temporada.
Roethlisberger es descarado en su confianza en Brown, sin importar la cobertura.
"Sé que algunas personas dicen que abandono mis lecturas y voy directamente con AB", dijo Roethlisberger. "Eso no siempre es cierto, pero a veces, ¿quién no lo haría?"
Eso debe considerarse dentro de una ofensiva repleta de opciones. Hopkins, por ejemplo, representa el 34.7 por ciento de los objetivos de los Houston Texans, pero tampoco tiene mucha ayuda.
El juego de pies en las laterales al final de los juegos ha asegurado dos victorias consecutivas en casa. Las defensivas están destinadas a ceder una noche de tres dígitos si no son descarados en la cobertura con Brown. La ayuda ocasional del profundo no será suficiente.
El guardia Ramon Foster tiene la misma reacción cada vez que ve una jugada decisiva de Brown.
"Hay va el 84 de nuevo", dijo Foster, sacudiendo la cabeza. "AB es especial. No hay duda de que es el mejor receptor del mundo".
Eso podría no ser suficiente para ganar un MVP, pero es más que suficiente para consolidar el caso de Brown como el receptor más productivo de nuestros días.
