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Carlos A. Nava | ESPN Digital 6y

Los Cowboys no clasifican a la postemporada; urgen cambios

ARLINGTON, Texas -- Ni siquiera fue necesario esperar a resultados de terceros, para que los Dallas Cowboys quedaran eliminados este domingo de cualquier esperanza de postemporada.

Los Cowboys perdieron en su propio estadio 21-12 ante unos muy limitados Seattle Seahawks, que siguen con aspiraciones de entrar a los playoffs.

Dallas sabía de antemano que una victoria podría alargar sus esperanzas, ya que los Atlanta Falcons y los Detroit Lions perdieron, pero fallaron como si fuera un microcosmos de toda su campaña y de años recientes.

Los Cowboys fueron inconsistentes en su elección de jugadas y equilibrio por carrera y pase; jugadores clave, como el receptor Dez Bryant, fueron incapaces de hacer jugadas; el tackle ofensivo Tyron Smith se lastimó y el suplente fue vapuleado por la defensa de los Seahawks, además de que entregaron el balón en tres ocasiones.

Y la defensiva fue incapaz de detener en momentos trascendentes a un equipo muy limitado a la ofensiva y que basa en su quarterback Russell Wilson todo su ataque.

“Esto nos debe servir de experiencia a todos y motivarnos en el receso de temporada", dijo el quarterback Dak Prescott. “Hay que trabajar más fuerte. Esto me hace respetar aún más una liga en que todos los errores se pagan".

Ahora, los Cowboys entrarán en el periodo de los cuestionamientos, la especulación y la exigencia que da el llegar a la última jornada de temporada regular ya sin nada de por medio por jugar, después de que llegaron como uno de los equipos favoritos para conquistar el título divisional que ganaron en el 2016 y llegar a un Super Bowl, que desconocen desde la temporada 1995.

Los cuestionamientos tendrán que ir más allá del partido de este domingo, en el que el entrenador Jason Garrett nunca encontró una respuesta concreta a la razón por la que abandonó el juego terrestre que había dado en el primer cuarto 51 yardas a Elliott, quien llegó descansado y en plena forma después de seis semanas de suspensión.

Tampoco pudo contestar de manera definitiva por qué mandó pase en situación de segunda oportunidad y dos yardas por avanzar con 7:15 minutos por jugarse y el marcador ya 21-12, en vez de mandar carrera cuando tal vez Elliott es el mejor corredor en corto yardaje en la liga y que rara vez pierde yardas en ese tipo de situaciones.

Habrá que responder preguntas de los errores crónicos que guiaron al resultado de esta tarde y de la campaña completa.

Pero sobre todo, los Cowboys después de más de dos décadas sin campeonatos tendrán por fin que darse cuenta de que deben añadir profundidad al equipo; conseguir suplente de buen nivel y muy probablemente reemplazar entrenadores en todos los niveles.

Es increíble que otra vez la ausencia por lesión de jugadores como Smith o el linebacker Sean Lee, quien por lastimaduras nunca ha jugado una campaña completa, termine con todas las aspiraciones, como sucedía en el pasado cuando el ex quarterback Tony Romo se lastimaba.

La suspensión de Elliott fue menos dañina que las asuencias de su mejor tackle y de su mejor linebacker, porque sus reemplazos fueron patéticos.

Tienen que comenzar a pensar en que necesitan receptores capaces de desmarcarse y comportarse en la cancha como jugadores élite, no sólo cuando llega el cheque.

Bryant tiene hoy 22 partidos sin superar las 100 yardas en juego, por ejemplo, además de que suelta balones atrapables al por mayor, igual que Terrance Williams, quien además parece que prefiere evitar cualquier contacto físico.

El quarterback Dak Prescott tiene que evitar forzar tantas jugadas hacia receptores como Bryant, porque desaprovecha oportunidades con otros como Cole Beasley, quien es el que más rápido se descubre, pero sus trayectorias son cortas, así que debe recibir el balón rápido o se cierra la ventana.

Los entrenadores deben jugar agresivos, cuando hay necesidad. Dejan de correr el balón en zona roja y con tiempo para regresar al partido, como sucedió hoy, o basan en pases cortísimos ofensivas cuando están abajo por nueve puntos y menos de medio cuarto para que termine el partido.

“Estos es muy decepcionante", dijo el dueño y gerente general del equipo, Jerry Jones. “Pero estoy extremadamente emocionado por nuestro futuro".

Ahora falta ver si en ese futuro está incluido el mismo cuerpo de entrenadores encabezado por Jason Garrett.

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