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Seth Wickersham 6y

¿Es el principio del fin para Bill Belichick, Robert Kraft y Tom Brady?

EL PROBLEMA CON vivir tu vida bajo los reflectores es que la cámara captura sólo la erupción en público, no los meses de molestia silenciosa. El 4 de diciembre, cuando los New England Patriots se enfrentaron a los Buffalo Bills, Tom Brady salió del campo luego de lanzar un pase tardío y atrasado al receptor abierto Brandin Cooks en tercera oportunidad, poniendo fin a una serie en el primer cuarto. Brady estaba molesto y más irritable de lo normal, como ha sido el caso esta temporada a la vista de algunos jugadores y personal de los Patriots. Cuando se desabrochó el barbiquejo, Brady pasó junto al coordinador ofensivo Josh McDaniels en la banca.

"Estaba desmarcado", dijo McDaniels a Brady, refiriéndose a Cooks.

Brady siguió caminando y mirando en dirección a McDaniels, así que el entrenador repitió: "Lo teníamos desmarcado".

Brady giró hacia McDaniels y le gritó: "¡Ya entendí!". Todos los que estaban cerca, incluyendo el entrenador en jefe Bill Belichick, voltearon a ver mientras Brady gritaba. Se quitó el casco y mientras un miembro del personal de los Patriots lo detenía --y con el padre de McDaniels y legendario entrenador de preparatoria en Ohio, Thom, en las tribunas detrás de la banca-- culminó gritando "Jód...[grosería]".

El video de la escena se volvió viral, y muchos lo racionalizaron como un síntoma de la legendaria competitividad de Brady. Más tarde, Brady se disculparía con McDaniels, quien miniminizó el incidente con la prensa como "parte de lo que lo hace grandioso". Después de todo, muchos en el edificio de los Patriots sabían que la explosión de Brady no era realmente contra McDaniels. No se trataba de Cooks. Y no era por el partido contra los Bills. Era la culminación de meses de importantes frustraciones ocultas de los reflectores. Por casi dos décadas, Belichick logró subvertir los egos de su mejor jugador, de su jefe y de sí mismo por el bien del equipo, produciendo resultados históricos. Este año, sin embargo, la dinámica ha sido diferente.


LOS PATRIOTS ESTÁN en territorio desconocido. No sólo han ganado partidos y títulos. Los han ganado a un ritmo sin precedentes y durante un lapso también sin precedentes, lo que hace que los sentimientos de privilegio se arrastren dentro del Gillette Stadium de una manera sin precedentes, también. Los Patriots, en la única declaración que cualquier persona asociada con el equipo haría en el registro de esta historia, respondió a preguntas específicas diciendo que hay "varias imprecisiones y múltiples ejemplos dados que no ocurrieron", aunque no quisieron entrar en detalles. Pero de acuerdo a entrevistas con más de una docena de miembros del personal, ejecutivos y jugadores de los Patriots y fuentes de la liga con conocimiento del funcionamiento interno del equipo, las tres personas más poderosas en la franquicia --Belichick, Brady y el propietario Robert Kraft-- han tenido serios desacuerdos. Difieren con el entrenador personal y socio de Brady, Alex Guerrero; con los planes del equipo a largo plazo en la posición de mariscal de campo; con el estilo exigente de dirigir de Belichick; y sobre todo, con quién será el último hombre en pie. Los entrevistados describen una sensación palpable en el edificio que este podría ser el último año juntos para este grupo.

Brady, Belichick y Kraft han elevado las expectativas y posibilidades tan alto que prácticamente ningún otro equipo en la era del Super Bowl podría comprender realmente cómo son. Brady y Belichick no sólo estaban empujando los límites de lo que un equipo podría lograr. También estaban desafiando las comprensiones básicas de cómo un grupo de personas con grandes resultados escapan a las fuerzas habituales del ego y el orgullo. Por 17 años, los Patriots han resistido todo lo que la NFL y sus rivales podían ponerles enfrente, sabiendo que si estaban unidos, nadie podía tocarlos. Ahora amenazan con deshacerse de la única manera posible: desde adentro.

LAS GRIETAS APARECIERON por primera vez a principios de septiembre. La temporada recién había comenzado y Guerrero se estaba convirtiendo una vez más en un problema en las instalaciones de los Patriots, apenas semanas antes de la publicación del primer libro real de Brady, "The TB12 Method". Era más que una guía de buena forma física y dieta. Para Brady, quien se autodenimina "solitario" que siempre parecía estar más cómodo rodeado de su familia o en un campo de fútbol americano, el libro representaba una medida para extender su marca más allá del juego, y más allá de los Patriots. Hasta hace algunos años, parecía no estar interesado en hacerlo, contento de ser un padre, esposo, hijo, hermano y mariscal de campo trascendente, sabiendo que no había tiempo para mucho más.

Guerrero convenció a Brady de encontrar tiempo. Ambos habían trabajado juntos por años, y Guerrero había encontrado un lugar en el famoso y pequeño grupo de consejeros de Brady, eventualmente convirtiéndose en padrino de uno de sus hijos. Guerrero tene una historia de métodos polémicos --en el 2005 se fue a juicio con la comisión federal de comercio para resolver las acusaciones que había asegurado que los suplementos dietéticos podían ayudar a curar el cáncer-- y creía que había descubierto la forma de revolucionar la manera en que entrenan los atletas. En su libro y en las instalaciones, Brady daba opiniones no sólo sobre entrenamiento sino también sobre estilo de vida, escribiendo que imaginaba un mundo poblado con franquiciasde TB12 Sports Therapy Center.

Pocos en el edificio tenían problema con el método de Brady, basado principalmente en estirar con bandas, comer muchas verduras, beber mucha agua, dormir mucho y, sobre todo, lograr la máxima "flexibilidad". Sí tenían problema con lo que Brady y Guerrero prometían que el método TB12 podría hacer. Afirmaban que podía absolver de responsabilidad al fútbol americano por las lesiones: "Cuando los atletas se lastiman, no deberían culpar a su deporte", escribió Brady. El método también era tan demandante e inquebrantable en sus reglas y convicciones que, si bien ayudaba a algunos jugadores, se sentía "como un culto" para otros, indicó un miembro del personal de los Patriots. La forma en que TB12 comenzó a meterse en la vida de Brady preocupaba a las personas cercanas al pasador, muchos de ellos sospechaban de Guerrero. "Tom cambió", refiere un amigo de Brady. "Ahí es donde comenzaron muchos de estos problemas".

Las creencias de entrenamiento de Brady y Guerrero introdujeron una presión tácita en el edificio, con jugadores preguntándose dónde debían ejercitarse. En agosto, el receptor abierto Julian Edelman se destrozó la rodilla, lo que le costó la temporada y había "hipersensibilidad" entre los jugadores, en palabras de un entrenador de los Patriots, sobre quién ocuparía su lugar. Los nuevos jugadores sentían que la manera más segura de ganarse la confianza de Brady era unirse a Rob Gronkowski, Danny Amendola y otros buscando consejo en Guerrero en su clínica TB12, y no con los médicos del equipo, lo que prefería Belichick. Guerrero indicó que no estaba presionando a los jugadores a utilizar su método. "Los jugadores siempre han decidido venir o no venir por su cuenta", dice ahora. Pero de acuerdo a múltiples fuentes, los jugadores abiertamente discutieron con entrenadores y asesores de confianza de los Patriots sobre si seguir a Brady o el equipo, dejándolos atrapados: ¿Nos arriesgamos a molestar al entrenador en jefe más poderoso de la NFL o nos arriesgamos a molestar al mariscal de campo más poderoso de la liga?


A PRINCIPIOS DE ESTA TEMPORADA, Belichick quería discutir todos esos temas con Brady.

Guerrero había estado con el equipo por años, principalmente como un extraño no amenazante que trabajó con el ex apoyador Willie McGinest y, a partir del 2004, con Brady. En la página del autor de su libro del 2004, "In Balance for Life", Guerrero señala que recibió un grado en medicina China tradicional de la ahora cerrada Samra University of Oriental Medicine en Los Angeles, y más tarde abrió un centro para lesiones deportivas, rehabilitación y mejora de rendimiento, también en Los Angeles. En el 2013, Belichick dio la bienvenida a Guerrero en el redil de New England, dándole rienda suelta en las instalaciones y, fuentes con conocimiento directo de la situación aseguran, acceso a reuniones en las que se discutían los registros médicos de jugadores (Guerrero niega haber visto alguna vez esos archivos). El entrenador pensó que, debido a que Guerrero pensaba en los mejores intereses de Brady, probablemente pensaría en los mejores intereses de los Patriots, también, y podía ser de confianza. Pero Guerrero a menudo culpaba a los preparadores físicos de los Patriots por lesiones, al tiempo que ofrecía pocas opiniones propias y Belichick rápidamente se dio cuenta que invitarlo había sido un error. Y así en el 2014, eliminó el acceso de Guerrero a esas reuniones al tiempo que lo mantuvo en el equipo como consultor. Ese fue el mismo año que Brady y Guerrero decidieron comercializar su negocio como revolucionario; el mismo año que Brady comenzó a hablar sin vacilaciones sobre jugar hasta más allá de los 40 años y el mismo año que Belichick reclutó en el draft a Jimmy Garoppolo procedente de Eastern Illinois, la primera señal que Belichick estaba invirtiendo en un futuro que no incluía al mariscal de campo que había cambiado su vida y su legado.

También fue el mismo año que los Patriots irían a su cuarta victoria en el Super Bowl, alterando la dinámica del equipo de maneras fundamentales que llegarían a un punto crítico este otoño. Durante su sequía de campeonatos de 10 años, Brady y Belichick se habían quedado cortos juntos y sólo podían sumergirse de nuevo en el poder redentor del trabajo, tratando de reducir los márgenes entre la derrota y la victoria. Al vencer a los Seattle Seahawks en el Super Bowl XLIX, ambos tomaron fuerza en sus posturas. Belichick encontró virtud en su idea del Patriot Way --la demandante cultura de primero el fútbol americano con una búsqueda sin emociones de la victoria-- y Brady encontró virtud en su método, mismo que cree le ayudó a frustrar la inevitabilidad del tiempo, reforzando su creencia que aún no estaba en la curva descendente de su carrera y merecía un nuevo contrato. En el 2016, Kraft y el agente de Brady, Don Yee, comenzaron a negociar un nuevo acuerdo; Belichick y otros miembros del personal de los Patriots tuvieron que dejar abruptamente el Combinado de Talento de Indianapolis para ser parte del proceso. El contrato por dos años de Brady, con un bono por firmar de 28 millones de dólares, fue diseñado para establecer el 2018 como un año clave, cuando el equipo podría, en teoría, mirar a un Brady de 41 años de edad y su impacto de 22 millones en el tope salarial y decidir si tenía sentido hacer la transición a Garoppolo.

Un año más tarde, luego de otra victoria en el Super Bowl -- la histórica remontada encabezada por Brady tras una desventaja 28-3 para vencer a los Atlanta Falcons-- la estatura de Brady en la organización había crecido hasta un punto que era considerado parte de la gerencia. Los nuevos jugadores a menudo se dirigían a él como "señor". A medida que Brady ganó poder, también lo hizo Guerrero, quien se convirtió aún más en una fuerza divisiva en el edificio del equipo. Un jugador visitó el TB12 bajo lo que percibió como presión y rechazó permitir que Guerrero le diera masaje en sus piernas lesionadas. Pidiendo en su lugar mantener el tratamiento sólo en su brazo, por temor que uno de los famosos tratamientos musculares de Guerrero retrasara su recuperación. El Boston Sports Journal reportó a otro jugador al que los preparadores de los Patriots le pidieron que hiciera sentadillas pero después Guerrero le instruyó que no las hiciera. Brady les decía a sus compañeros: "La respuesta de Bill a todo es levantar más peso", una afirmación que muchos miembros del personal y jugadores sentían que no era justa, debido a la dedicación del equipo a la ciencia de los tejidos blandos y una dieta saludable.

Después de varios incidentes, Belichick explicó a Brady a principios de septiembre que muchos jugadores jóvenes se sentían presionados a entrenar en el TB12 en lugar de con el equipo, y preguntó a su mariscal qué estaba pasando. Brady dijo que no sabía nada sobre tal presión, de acuerdo a gente informada sobre el diálogo, y ambos dejaron la reunión sin llegar a una resolución.

Belichick sentía que necesitaba aclarar permanentemente el papel de Guerrero, estableciendo límites precisos. Luego de la breve discusión con Brady, Belichick envió un correo electrónico a Guerrero para hacerle saber que si bien era bienvenido a trabajar con cualquier jugador que buscaba ayuda en TB12, ya no tenía permitido el acceso a la banca o todas las instalaciones del equipo debido a que no era un empleado de los Patriots (un punto que Belichick dejaría rotundamente claro cuando los periodistas preguntaran por Guerrero).

El correo electrónico destinado a resolver problemas sólo generó más de ellos. Guerrero envió mensajes de texto a algunos de los jugadores de los Patriots que eran clientes y especificó, dice ahora, "que tendría que atenderlos en el TB12 Sports Therapy Center". Pero varios jugadores dijeron a empleados y entrenadores que Guerrero les dio la impresión que Belichick ya no les permitiría trabajar con él. En opinión de muchos Patriots, fue un ejemplo de Guerrero tratando de dividir la organización al poner a los jugadores contra Belichick. Todo esto ocurrió mientras Brady, sirviendo como caso de pruebas del TB12, seguía reiterando públicamente y de manera privada de jugar hasta mediados de sus 40 años. En octubre, de nuevo le explicó a Kraft y Belichick sus planes de jugar algunos años más. La pregunta era s Brady se había ganado la seguridad a largo plazo de los Patriots o si finalizaría su carrera en otro lugar.

BELICHICK HA INVERTIDO toda su carrera a la idea que la seguridad a largo plazo no existe en la NFL. El temor, la paranoia, la irrelevancia del ayer y el mañana, y la aceptación que Belichick como la máxima autoridad son parte importante del Patriot Way como el desinterés en uno mismo y el sacrificio. Por años, Brady se mantuvo como el modelo perfecto para el sistema de Belichick, un futuro miembro del Salón de la Fama que podía soportar un entrenamiento duro y mordaz. Brady siempre supo que los golpes llegaban durante las sesiones de video del lunes por la mañana --"El mariscal de campo de Foxborough High [equipo de preparatoria] podía hacer ese lanzamiento", decía a menudo Belichick luego de repetir un error de Brady-- pero podía aceptarlo, seguro no sólo de su impacto singular en la carrera de Belichick sino también en el teatro del todo, que el entrenador lo estaba haciendo en parte para enviar un mensaje que nadie estaba por encima de las críticas. "Tommy está de acuerdo con eso", refirió su padre, Tom Brady Sr., hace años durante una cena en San Mateo, California. "Es perfecto para eso".

Brady está menos cómodo con eso este año. La gente cercana a él cree que comenzó después de la victoria de playoffs del año pasado sobre los Houston Texans en la que Brady completó apenas 18 de 38 pases y lanzó dos intercepciones. Belichick lo reprimió frente a todo el equipo de una manera que nadie había visto nunca, regañando a Brady por no tener cuidado con el balón. "Esto hará que nos derroten", dijo al equipo luego de repetir una intercepción de Brady. "Tuvimos suerte de salir con la victoria".

La crítica ha continuado este año, ya que Brady ha sido golpeado mucho y ha luchado con varias lesiones. De manera atípica, se ha perdido muchas prácticas y, en las evaluaciones privadas del equipo, está mostrando el declive de un mariscal de 40 años de edad incluso si está contendiendo por el premio al Jugador Más Valioso de la NFL y es tan letal como siempre con el juego en la línea. Las lesiones en su hombro y tendón de Aquiles han hecho más que socavar sus afirmaciones que el método TB12 puede ayudarte a jugar fútbol americano prácticamente libre de dolor. Los ligeros cambios por momentos han perjudicado a la ofensiva y se han reflejado en la lista de profundidad. En una jugada en el último cuarto del partido contra Los Angeles Chargers, por ejemplo, Brady tenía una bolsa de protección limpia y una primera lectura desmarcada, posiblemente para touchdown. Sin embargo, Brady se deshizo rápidamente del balón por el centro hacia el receptor Chris Hogan, quien no tenía hacia dónde correr y recibió un fuerte golpe, lesionándose el hombro. Se perdió todos los juegos excepto uno el resto de la temporada. "Tom estaba trabando de salir rápido", indicó un empleado de los Patriots. "A medida que la fragilidad ha aumentado, el nerviosismo también ha aumentado".

Al mismo tiempo, a medida que su edad ha avanzado, Brady se ha convertido en un defensor del pensamiento positivo. La negatividad y el cinismo de Belichick han envejecido, Brady ha señalado a otros jugadores y empleados de los Patriots. Siente que ha logrado lo suficiente que no debería soportar tanto dolor. Miembros del personal de los Patriots han notado que, este año más que nunca, parece flotar entre la confianza inquebrantable y la inseguridad. Brady ha hecho notar al personal algunas veces este año que, sin importar cuántos lanzamientos para cambiar el partido haga, Belichick no lo ha recompensado como el Patriot de la Semana en toda la campaña.

Aquellos que conocen bien a Belichick y Brady están asombrados que hayan coexistido tanto tiempo, dos hombres despiadados y orgullosos, ambos seguros aunque todavía sin concluir sus legados, ambos amados y odiados, ambos castigados con duras penas por hacer trampa, ambos motivados por el ego, la humildad y --en todo caso-- la duda. Belichick es famosamente reservado, creando un sistema completo en el que el conocimiento fluye directamente hacia él y sólo él decide cómo desplegarlo y explotarlo. Y Brady es famoso por no ayudar a sus reservas, o al menos, una amenaza como Garoppolo. Ambos pasadores eran amistosos, pero Brady --al igual que Joe Montana con Steve Young y Brett Favre con Aaron Rodgers-- no veía en él el papel de aconsejar a Garoppolo, incluso en temas tan triviales como el trabajo de pies, ya que nadie le había ayudado durante su ascenso. Garoppolo jugó bien en el 2016, iniciando en lugar del suspendido Brady, y Belichick comenzó a ver a Garoppolo como la pieza final de su legado, para retirarse en pocos años con los Patriots seguros en la posición de mariscal de campo. Pero luego que Garoppolo salió en su segundo inicio por una lesión en el hombro, programó una visita al TB12. Como dijo más tarde a empleados de los Patriots, cuando llegó, la puerta estaba cerrada. Tocó, nadie estaba allí. Llamó a los entrenadores del TB12 pero nadie respondió. No podía creerlo, Garoppolo informó a los empleados y esa noche terminó visitando a los médicos del equipo. Guerrero negó vehementemente rechazar ver a algún jugador y Garoppolo eventualmente fue atendido en TB12, pero fue dos semanas después que se presentó a su cita original y sólo después que personal de alto rango de los Patriots llamó a TB12 para preguntar por qué Garoppolo no había sido admitido.

Varias veces en octubre pasado, Brady se reunió con Kraft para hablar sobre jugar más. Ese mismo mes, también se reunió con Belichick, quien estaba escéptimo de una extensión de contrato a pero estaba conforme con iniciar a Brady siempre y cuando fuera el mejor mariscal. Belichick entendía cuánto significaba Brady para la franquicia y siempre había insistido en privado que no seguiría adelante sin Brady a menos que pudiera convencer al cuerpo de entrenadores de ello. Pero la realidad era que ningún pasador había jugado nunca a nivel de campeonato a sus 40 años. La reunión terminó en una pequeña "discusión", de acuerdo a una fuente. Para complicar las cosas, Garoppolo se convertiría en agente libre al final de la temporada. Para complicar más las cosas, Brady y Garoppolo comparten a Yee como agente.

Y para complicar las cosas aún mucho más, Belichick no quería canjear a Garoppolo. Había rechazado canjearlo la primavera pasada, cuando Garoppolo tenía una gran demanda. A principios de septiembre, Belichick canjeó al tercer pasador Jacoby Brissett a los Indianapolis Colts a cambio del receptor abierto Phillip Dorsett. "Si canjeamos a Jimmy, seremos los Cleveland Browns, sin un plan de sucesión", expresó una persona dentro de la organización meses atrás. Los Patriots ofrecieron en repetidas ocasiones a Garoppolo extensiones de contrato por cuatro años, en el rango de 17 a 18 millones anuales que llegarían más alto cuando sucediera a Brady. Garoppolo y Yee rechazaron las ofertas por razones que no están claras y los Patriots sabían que no podían hacer ninguna promesa a Garoppolo sobre el tiempo de transición en la posición de mariscal de campo.

Dos semanas antes de la fecha límite de canjes del 1° de noviembre, Belichick se reunió con Kraft para discutir la situación en la posición de pasador. De acuerdo a varios empleados, la reunión fue larga, duró la mitad del día y retrasó otras reuniones de Belichick. La reunión terminó con un mandato claro a Belichick: canjea a Garoppolo porque no estaría en los planes a largo plazo del equipo y después, de nuevo, encuentra al mejor mariscal en el draft y desarróllalo. Belichick estaba furioso y desmoralizado, de acuerdo a sus amigos. Pero al final, hizo lo que pide que hagan sus jugadores y entrenadores: hizo su trabajo. Una mañana a finales de octubre, Belichick envió un mensaje de texto al entrenador en jefe de los San Francisco 49ers, Kyle Shanahan y le pidió una llamada. Belichick admiraba al padre de Kyle, Mike, quien no sólo era uno de los tácticos más inteligentes d ela NFL sino que también había defendido personalmente a Belichick ante el comisionado Roger Goodell durante el escándalo del Spygate. En el Combinado de Talento en febrero pasado, Kyle, que tenía semanas de haber tomado el puesto con los 49ers tas ser coordinador ofensivo de los Falcons, se reunió con Belichick por horas para aprener de la humillante derrota de su equipo en el Super Bowl. Belichick creía que Garoppolo brillaría bajo el ala de Shanahan y cuando él y Shanahan se enlazaron por teléfono, Belichick ofreció al pasador a cambio de una segunda ronda del draft.

Fue un robo, dejando al personal de los Patriots sorprendidos y confundidos. ¿Por qué el estratega más inteligente del juego canjea a dos pasadores reserva en un lapso de dos meses cuando su titular tenía 40 años de edad y estaba bastante golpeado? Y. ¿por qué Belichick prácticamente regaló un pasador en quien los entrenadores consideraban un posible jugador del top-10 por mucho menos de lo que podía haber recibido la primavera pasada? No tenía sentido. Belichick manejó el canje como siempre hace, sin explicarlo a los entrenadores y enterrándolos tanto en trabajo que no tuvieron tiempo de conversarlo. La mayoría en la organización entendía que era un caso extremo con personalidades extremas, pero sentían que Belichick se había ganado el derecho a tomar decisiones de fútbol americano. Belichick, que siempre ha suscrito la filosofía que es tiempo de irse una vez que el dueño se involucra en decisiones de fútbol americano, dejó la impresión con algunos amigos que la dinámica actual era insostenible.

Brady, sin embargo, parecía liberado. Kraft abrazó a Brady cuando lo vio esa semana, a plena vista de sus compañeros. Unos días después durante la práctica, algunos jugadores y empleados notaron que Brady parecía especialmente emocionado, gritando. Brady una vez más era el presente y futuro del equipo. Su nuevo reserva, Brian Hoyer, era un viejo amigo y no una amenaza. El dueño estaba en la esquina de Brady. "Ganó", sentenció un empleado del equipo .

NADIE ESTÁ PRESUPUESTANDO ahora. Se suponía que Kraft, Brady y Belichick se reunirían a finales de diciembre para despejar las dudas, pero eso nunca sucedió. Probablemente no sea hasta después de finalizar la temporada. Los entrevistados describen una tristeza que permanece alrededor del equipo, como si los entrenadores y el personal supieran que el final podría estar cerca. Se espera que tanto McDaniels como el coordinador defensivo Matt Patricia se conviertan en entrenadores en jefe; otros entrenadores asistentes podrían unirse a su personal o aceptar ofertas de trabajos de equipos colegiales, o incluso retirarse. El inminente éxodo plantea la siguiente pregunta: ¿Es posible que Belichick prefiera retirarse antes de tratar de reconstruir su personal con Brady de 41 años y otro drama con Guerrero mientras intenta encontrar el sucesor de Brady? Simplemente, Belichick siendo Belichick. Los que están a su alrededor no saben nada de sus planes. Siempre ha sido un genio del deporte, dejando que las situaciones se desarrollen. La incertidumbre que se avecina ha afectado a todos, incluso cuando los Patriots terminaron 13-3 y se convirtieron en los primeros favoritos en los playoffs de la AFC. "Bill hizo un trabajo fenomenal al mantener el equipo unido", dice un directivo de los Patriots.

Ahora con 76 años, Kraft finalmente intentará encontrar una solución. Le pagó millones de dólares a Brady y Belichick, ganó y perdió algunos de los mejores juegos en la historia de la NFL con ellos, y los ha apoyado en sus momentos más complicados. Se disculpó ante los demás propietarios por el caso 'Spygate'. Y apoyo de manera firme a Brady durante el 'Deflategate', incluso después de que aceptara el castigo de la NFL. Kraft lo hizo a pesar de que muchos miembros de la institución creían que había motivos reales para acusar a Tom, por absurdo que fuera el caso. El equipo se desvinculó discretamente de John Jastremski y Jim McNally, los empleados del equipo acusados de desinflar los balones -nunca habían hablado públicamente- y Belichick reorganizó el equipo. Kraft señalo en privado a sus amigos cercanos que sabía que había ido demasiado lejos en sus ataques contra la liga. "Tenía que hacerlo por los aficionados", le dijo a sus confidentes.

Un quinto Super Bowl sanó algunas de esas heridas, pero no hay garantía de que un sexto anillo arregle el resto. Algo tiene que cambiar, eso que muchos saben. Muchos jugadores y parte del personal de los Patriots creen que Brady es un buen hombre al que le cuesta mucho decirle que no a Guerrero. Han notado que Brady parece estar buscando este año, como si tratara de alcanzar el pináculo de su profesión, protagonizando situaciones como su enojo con McDaniels hace unas semanas. Belichick parece estar "rechinando" más que nunca, como si estuviera en juego más que un sexto Super Bowl. Antes de que los Patriots jugaran contra los Pittsburgh Steelers en diciembre, les dijo a los jugadores: "Los traje aquí para juegos como este".

Pero Belichick también ha tenido una visión más amplia, como si él pudiera ver su impacto en toda la liga. Está preparando entrenadores asistentes para entrevistas de trabajo en otro lugar, lo que no siempre hizo en años pasados. Se ha enorgullecido del registro de Garoppolo de 5-0 en San Francisco, y el hecho de que Kraft confesó a gente de la institución que cambiar a Garoppolo podría haber sido un error. Logró restaurar una relación tóxica con los Colts con el intercambio de Brissett. Incluso se ha convertido en un buen amigo de Goodell. Ambos tuvieron una reunión larga y privada durante la semana libre después de la temporada regular, cuando el comisionado visitó Foxborough.

Belichick siempre tuvo una visión de cómo, tras más de cuatro décadas en la NFL, quería irse, más allá de establecer al equipo como mariscal de campo. Quería que sus hijos, Brian y Steve, ambos asistentes de los Patriots, se establecieran en sus carreras futbolísticas. Y quería que los éxitos continuarán sin él, tener un legado pero siempre teniendo en primer lugar los intereses de la franquicia. Tanto Brady como Belichick han redefinido cuánta influencia pueden tener un entrenador y un mariscal de campo en un equipo. Pero este año ha demostrado que el legado del mejor entrenador del fútbol, como el juego en sí, está más allá de su control.


POCAS HORAS antes de que los Patriots jugaran contra los New York Jets en el última fecha de la temporada regular, Belichick caminó directamente al campo de juego. Con una temperatura extrema, el juego más frío de la temporada regular en la historia del equipo, Belichick llevaba una camiseta de manga corta, pantalones cortos y guantes. Las imágenes se volvieron virales, y por un momento fue un recuerdo de un legendario juego de postemporada 16 años antes, cuando los Patriots jugaron contra los Raiders en la nieve. Esa noche, Brady señaló en una entrevista de NFL Films, que salió al campo para los ejercicios de calentamiento con una camiseta sin mangas con un campo cubierto de nieve espesa. Tenía 24 años, y era comienzo de una gran carrera. Quería enviar un mensaje a todos para establecer que nadie era más duro, tanto mental como físicamente, que este chico de California. Esa noche, Brady demostró que era inmune al estadio, clima y una fuerte defensa. Estaba claro que los Patriots tenían algo especial, tanto en el mariscal de campo como bajo los auriculares, y se creó un momento, que duró mucho más de lo que cualquiera podría haber esperado.

El domingo, el momento --su momento-- parecía tan vivo como siempre, hacia el exterior. Belichick ordenó al equipo de campo colgar termómetros en el pasillo fuera del vestuario de los Jets, solo para molestar a una franquicia que odia tanto que apenas menciona sus años allí. El juego se desarrolló como muchos otros para los Patriots este año, con Brady luciendo mortal a veces y como el Jugador Más Valioso en otros. Como de costumbre, los Patriots ganaron. Por otro lado, no parecía que sería el último partido de Belichick de temporada regular como entrenador en jefe de los Patriots, pero varios entrenadores y miembros del equipo comentaron más tarde entre sí que se sentía como que pudiera ser el último. Mientras Brady y Belichick dejaban el campo, lo único claro era que el principio del final comenzó hace mucho tiempo, enmascarados por el éxito y la alegría y el dolor del ascenso, dejando a ambos en los playoffs de este año y su voluntad de evitar la caída.

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