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Defensiva de Vikings marca diferencia en victoria sobre Saints

En un sentido, Case Keenum metió a los Minnesota Vikings a su primer Juego de Campeonato de la NFC desde 1999. En otro, fue el novato safety Marcus Williams quien le costó la temporada a los New Orleans Saints.

Sin embargo, la verdadera responsable de que los Vikings estén a un triunfo del Super Bowl fue su defensiva.

El pase de touchdown de 61 yardas de Keenum a Stefon Diggs es una acción que se recordará por siempre como una de las más increíbles en la historia de la NFL y en ella se puede notar la diferencia que tiene a los Vikings aún en la pelea por el pase al Super Bowl –a disputarse, por cierto, en su casa—y a los Saints ya de vacaciones.

El duelo de la Ronda Divisional entre New Orleans y Minnesota fue sordo y de sólida táctica defensiva en la que uno y otro sometieron a los ataques rivales en momentos distintos.

La defensiva de los Vikings dominó la línea de scrimmage en el primer medio, pero la línea frontal de los Saints también hizo su trabajo. La diferencia fue la eficiencia del ataque de Minnesota al tiempo que la ofensiva de New Orleans tardó en entrar en ritmo.

Drew Brees y los Saints comenzaron erráticos, pero su defensiva los mantuvo en el encuentro limitando los daños a sólo 17 puntos con una importante detención en la yarda 1 de su territorio que provocó que los Vikings se conformaran con un gol de campo para irse arriba 10-0.

Ya abajo 17-0 y luego de que Brees sufrió su segunda intercepción, la defensiva de los Saints no permitió puntos, lo que le permitió a su ofensiva remontar.

Si hacemos a un lado el pase de touchdown de 61 yardas a Diggs al final del juego, los números de Keenum en la segunda mitad son promedio con yardas por aire en ese lapso, en el que los Vikings intentaron manejar el encuentro al correr más que en el primer medio (17 acarreos por 12 en los primeros dos cuartos), pero Brees y compañía ya estaban encarrerados.

La capacidad de la defensiva de los Vikings para frenar los ataques rivales en la primera mitad fue clave al no permitir que los Saints llegaran al primero y 10 en cuatro conversiones de tercera oportunidad, lo que se suma a las dos intercepciones a Brees.

Al final, la defensiva hizo el trabajo sucio, ese que el touchdown de Diggs opacará.

Con 29 segundos por jugar en el cuarto periodo, los Vikings frenaron a Alvin Kamara en tercera y una y obligaron a los Saints a conformarse con un gol de campo. Si New Orleans hubiera conseguido el primero y 10, quizá hubieran ido por tres puntos, pero ya sin tiempo en el reloj.

Recordemos que la jugada que definió el encuentro inició con 10 segundos en el reloj y cuando Diggs atrapó el pase de Keenum y cayó al piso restaban cinco segundos por jugar.

Esos 10 segundos fueron cortesía de una defensiva que si bien se dobló en la segunda mitad, no se quebró y respondió en el momento clave.