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Los resultados de la ronda divisional de los playoffs no hicieron mucho para ayudar las búsquedas de entrenadores alrededor de la liga. Los New England Patriots y sus candidatos coordinadores dominaron a los Tennessee Titans el sábado. Entonces, cuando aparentó que una de las opciones podría firmar el lunes, Pat Shurmur y los Minnesota Vikings usaron un final de película para producir una victoria en el último segundo sobre los New Orleans Saints.  Todo lo que eso hizo fue complicar las cosas para los New York Giants, Arizona Cardinals e Indianapolis Colts: Los tres equipos que siguen en un limbo entrando a su tercera semana de búsqueda de un entrenador en jefe. La única claridad que hubo este fin de semana fue el informe de Adam Schefter, de ESPN, que identificó al coordinador defensivo de los Patriots, Matt Patricia, como el próximo entrenador en jefe de los Detroit Lions. Eso inevitablemente ocurrirá. Eso no es una sorpresa total, pero es un golpe al hígado para los Giants. Tenía a Patricia al tope de su lista, según múltiples fuentes. Pero también que siempre existía la posibilidad de que Patricia recibiría una oferta de los Lions. Esa conexión ha estado cocinándose por varios años. Los Giants siguen en la carrera por el coordinador ofensivo de los Patriots, Josh McDaniels y Shurmur con el coordinador defensivo de los Carolina Panthers, Steve Wilks, aún con una oportunidad fuera del círculo íntimo en este punto. McDaniels es considerado como el favorito para recibir la posición de los colts, y Shurmur está en la misma situación con los Cardinals. ¿En dónde deja eso exactamente a los Giants? Descrito como un candidato con pocas probabilidades por una fuente, Wilks muy bien podría convertirse en el sucesor de Ben McAdoo. Tiene el apoyo de uno de los jugadores grandes sobre la mesa: el gerente general Dave Gettleman. Los trabajon en Carolina juntos y se conoce que tienen una fuerte relación. Aunque Wilks no necesariamente llena los requisitos que algunos en la organización quieren, como experiencia previa como entrenador en jefe o coordinador, en última instancia podría ser su hombre dado el respeto que demanda de sus jugadores. Pero primero, está el juego de sillas musicales de Shurmur, McDaniels, los Giants, los Cardinals y los Colts. Hay dos candidatos principales con tres sillas para llegar. Una se quedará vacante. Los Giants seguramente esperan que no sea la suya, y si su intención es seguir la reglas específicas de la liga -- algo que algunos quieres es su intención -- podría dejarlos en los laterales mientros sus principales candidatos llegan a acuerdos a través de otros canales. Es un proceso complicato. Los Giants ni siquiera se pueden sentar ni con Shurmur o McDaniels hasta el próximo lunes. El co-dueño Steve Tisch no fue parte de las entrevistas preliminares, y en mundo ideal, le gustaría conocerlos antes de que cualquier movida sea oficial. Pero los Giants quizás no tengan ese lujo. Lo que ocurrió este fin de semana no fue exactamente bueno para los Giants. Eso nos trae a la pregunta obvia: ¿Por qué Patricia va rumbo a los Lions? El brillo de los New York Giants claramente se ha nublado en los últimos años. Un puesto que una vez fue considerado como el más importante de la profesión aparentemente ya no tiene esa reputación. Demasiado drama, demasiada locura y demasiados cocineros en la cocina. Pero es probablemente una pequeña razón por la cual Patricia escogió a los Lions sobre los Giants. En el lado de futbol americano, hace mucho sentido. Los Lions tienen un quarterback franquicia (Matthew Stafford) en su mejor momento. Los Giants no, aunque tienen la segunda selección global en el draft de este año. Tienen un gerente general (Bob Quinn) y un vicepresidente de personal (Kyle O'Brien) a quien conoce bien desde su tiempo trabajando juntos en New England. Los Giants tienen a Gettleman, quien podría ser un problema dependiendo del candidato. Los Lions son un equipo con piezas de calidad más allá del quarterback que está apunto de ser bueno, con récords ganadores en tres de las últimas cuatro temporadas. Los Giants han ganado seis o menos partidos en tres de las últimas cuatro temporadas y tienen un vestidor que necesita una renovación. Todo esto equivale a una decisión que múltiples fuentes de la liga aseguran influenciaron a Patricia, aún cuando era claro que estaba al tope de la lista de los Giants. Es un golpe para Big Blue y el ego de los fanáticos, pero es una movida que hace sentido para Patricia.
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