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Ivis Aburto | ESPN Digital 6y

Logística de la NFL impide apoyo total a Vikings en gradas del Super Bowl

Jugar el Super Bowl en tu propio estadio. Sin duda, casi igual de motivador que jugar por la posibilidad de ganar el Trofeo Vince Lombardi.

Si los Minnesota Vikings logran cristalizar ese sueño, tendrán una considerable ventaja psicológica ante quien sea su rival en el juego por el título, pero, el apoyo en su estadio no será necesariamente abrumador a su favor.

De acuerdo a la rotación anual, el equipo que represente a la AFC en el Super Bowl LII, a celebrarse en el US Bank Stadium de Minneapolis el 4 de febrero, será el local administrativo, lo que deja al equipo de la NFC como el visitante.

La NFL ya aclaró que, en caso de convertirse en el primer equipo en disputar el juego por el título en los 52 años de historia del Super Bowl, los Vikings usarán sus instalaciones de entrenamiento y su vestidor en el estadio.

No viajar, prepararse en un ambiente con el que están familiarizados y alterar en lo mínimo su rutina diaria es una ventaja psicológica que los Vikings tendrían si llegan a su primer Super Bowl desde la temporada 1976.

Sin embargo, el día del juego, el apoyo en las gradas no será el mismo al que están acostumbrados.

El US Bank Stadium tiene capacidad para 66,680 personas, pero la NFL suele hacer modificaciones que reducen la cantidad de asientos en la sede del Súper Domingo para crear el área de prensa, cabinas de transmisión y otras necesidades.

Además, la liga tiene ya establecidos los porcentajes de entradas que repartirá entre sus 32 equipos, incluidos los participantes en el Super Bowl, patrocinadores y otros socios comerciales.

La NFL le da 17.5 por ciento de boletos a cada uno de los equipos participantes en el Super Bowl, 25.2 por ciento entre sus patrocinadores, cinco por ciento al equipo de la ciudad sede y 1.2 a las otras 29 franquicias.

Es decir, si los Vikings llegan al juego por el título, recibirán el 17.5 correspondiente como finalista más el cinco correspondiente como anfitrión de la fiesta, lo que se traduce en alrededor de 8,950 entradas a repartir entre dueños de boletos de temporada y afición en general.

Los 8,950 boletos a disposición de los Vikings representan el 13.4 por ciento de la capacidad del estadio, considerando que no hay reducción de asientos.

Estas son las cifras duras. Varias de las entradas que la NFL reparta entre el resto de sus equipos y socios comerciales podrían caer en manos de aficionados de los Vikings que, seguramente, harán hasta lo imposible por apoyar a su equipo en su estadio si esta posibilidad se da.

Al dejar al equipo de la AFC sólo con el 17.5 por ciento de lugares para su afición (alrededor de 5,520) y las variables que se pudieran presentar, los Vikings tendrían una ventaja clara en las gradas, pero no al nivel del rugido que se escuchó cuando Stefon Diggs atrapó el pase y se enfiló a la zona final en la acción que le dio el pase a Minnesota a la antesala del Super Bowl.

Sin embargo, mucha o poca ventaja en las gradas, todo cuenta y la motivación de ganarlo todo en casa, frente a su afición, es una oportunidad que los Vikings no querrán dejar pasar.

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