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Kevin Seifert 6y

¿Cuáles son las 10 prioridades de la temporada baja para la NFL?

BRISTOL -- Los partidos han terminado. Los Eagles ya desfilaron en Philadelphia. Los movimientos de mariscales de campo han comenzado.

La NFL está en modo de temporada baja, una época que puede desafiar las partes más dramáticas de la temporada regular de noticias y ritmo. Al tiempo que los equipos se preparan para renovaciones en las plantillas, vamos a echar un vistazo a las cosas en las que los ejecutivos de la liga pondrán --y/o deberían poner-- atención durante los próximos seis meses previo a los campamentos de entrenamiento del 2018.


MEJORAR LAS POLÍTICAS DE CONMOCIONES CEREBRALES

Esta debe ser una tarea anual para la NFL ya que la tecnología mejora y el escrutinio aumenta. No hay mayor amenaza existencial para la liga que la salud cerebral.

Las conmociones cerebrales reportadas aumentaron a su cifra más alta (281) desde que la NFL comenzó a publicar datos en el 2012. La mayor parte del ascenso se atribuyó a un aumento durante las prácticas en los campamentos de entrenamiento. Ejecutivos de la liga, encabezados por el director de la oficina médica, el Dr. Allen Sills, y el vicepresidente de salud e iniciativas de seguridad Jeffrey Miller, asesorarán individualmente a los equipos sobre las estrategias para reducir ese número en el campamento de entrenamiento.

La liga ya realizó cambios sustanciales en las políticas de su protocolo en día de partidos a finales de diciembre, sumando un tercer neurólogo independiente dentro del estadio y un cuarto observando desde una posición centralizada en New York. La liga indicó que realizó más de 600 pruebas de conmoción durante partidos de pretemporada y temporada regular. Pero luego de tres revisiones de alto perfil y otros ejemplos notables de jugadores diagnosticados después del final de los partidos, la liga probablemente considerará otros ajustes también. Entre ellos: ¿Deben los jugadores que pasen la prueba de conmoción inicial estar obligados a un tiempo de espera para protegerse contra un efecto retardado?

UNIFICAR LA EXPERIENCIA DEL HIMNO NACIONAL

La liga necesita una política inequívoca para todo el personal de los equipos durante el himno nacional, ya que el reglamento actual sólo dice que los jugadores "deberían" estar de pie. No es obligatorio y una protesta no tiene sanción.

Un nuevo enfoque podría tener una de estar tres formas: (A) La NFL podría expresar un claro apoyo a los jugadores que hacen declaraciones sociales y políticas durante el himno; (B) podría prohibir expresamente todas las demostraciones en el himno y requerir una atención estricta; o (C) podría eliminar la plataforma por completo y mantener a los equipos en el vestuario hasta que se haya reproducido el himno.

Algunos propietarios estaban molestos porque el comisionado Roger Goodell no acabó con las protestas en el 2017, pero muchos también estaban enojados que la liga fuera tomada por sorpresa un año después que Colin Kaepernick comenzó su movimiento. Los dueños quieren que se resuelva la incertidumbre, de una manera u otra. Y la tercera opción es probablemente la menos dolorosa.

NO EMPEORAR LA REGLA DE RECEPCIONES

Los repetidos comentarios de Goodell sobre la regla de recepciones dejaron en claro que lo ha convertido en una prioridad de la temporada baja. Esa es la parte sencilla. ¿Quién no quiere eliminar el análisis aburrido de si un receptor ganó y mantuvo control "durante el proceso de recepción"? Goodell quiere reescribir la regla desde el principio, pero la gente que ha pasado años estudiándola han encontrado nuevas --y quizás igualmente exasperantes-- consecuencias en cada propuesta.

¿Algunos pases incompletos se convertirían en balones sueltos? ¿Tendrían problemas los oficiales para juzgar la posesión sin la "línea brillante" de la regla actual? Las llamadas a volver a lo que la NFL "solía hacer" ignoran el cambio fundamental provocado por la televisión de alta definición y la tecnología de repetición. Un vistazo en alta definición a un partido de la década de 1980 revelaría más decisiones polémicas sobre recepciones (previamente inadvertidas) de lo que muchos aficionados creen. La regla actual provoca una pequeña cantidad de preocupaciones a cambio de una gran mayoría de claridad. Un cambio perfecto --uno que elimine la controversia al tiempo que mantiene la simplicidad-- podría no existir. Podría dejarse que la NFL decida si cambia un conjunto de deficiencias por otro. Un receso incluso podría ser lo mejor que puede hacer.

ESTANDARIZAR DE NUEVO LAS REPETICIONES

La inconsistencia en repeticiones fue una de las mayores historias de la NFL la temporada pasada, resultado de una transición inesperada en la cúpula del departamento de oficiales justo cuando las decisiones en repeticiones estuvieron centralizadas en la oficina de la liga. Tomó un tiempo antes que el nuevo vicepresidente de oficiales Al Riveron y el vicepresidente de repeticiones Russell Yurk, encontraran su camino hacia un criterio "claro y obvio" de la NFL para revertir decisiones.

La repetición es buena para la NFL cuando se usa en el contexto apropiado --por ejemplo, corregir errores evidentes-- pero se eliminará si es utilizada para marcar nuevamente jugadas cerradas tras verla cuadro por cuadro. La decisión de mantener el touchdown del corredor de los Philadelphia Eagles, Corey Clement, en el Super Bowl, en una jugada en la que el balón se movió mientras trataba de mantener sus pies dentro del campo, sugiere que Riveron y Yurk están en un mejor lugar. Sin embargo, las discrepancias previas deben ser resueltas de manera permanente durante la temporada baja.

PONER LA CASA (A LOS DUEÑOS) EN ORDEN

Fue hace apenas tres meses que el propietario más poderoso de la NFL estaba presionando abiertamente a sus socios para rechazar la extensión de contrato de Goodell. En el proceso, Jerry Jones de los Dallas Cowboys reveló que tiene algunas de las mismas críticas que Goodell ha recibido desde fuera de la liga. La liga ha sobrevivido al desacuerdo de los dueños a lo largo de su historia y este episodio demostrará no ser diferente. Pero algunas de las quejas de Jones --personal ineficiente en la oficina de la liga, falta de liderazgo proactivo y manejo inefectivo de crisis-- se han registrado.

Algunos dentro de la liga esperan cambios estructurales y vale la pena señalar que ya ha habido un puñado de salidas de la oficina de la liga a través de indemnizaciones y renuncias. Goodell no va a ir a ninguna parte. Tampoco Jones. Pero las semillas de su choque caerán en cascada durante la temporada baja.

TRANSICIÓN FLUIDA (Y LUCRATIVA) PARA LOS PANTHERS

Los Carolina Panthers están en venta, una decisión anticipada que se aceleró por las acusaciones de conducta inapropiada en el lugar de trabajo del propietario Jerry Richardson.

La inminente transacción llega en un momento fascinante para la NFL. En este punto, la evidencia de aumento en los ingresos ha silenciado las historias sobre la disminución de interés en el juego y la liga (recientemente los propietarios convencieron a Fox a pagar 600 millones de dólares anuales para transmitir los partidos de jueves por la noche). Los Panthers probablemente serán vendidos por un precio récord, eclipsando los 1,400 millones de dólares que Terry y Kim Pegula pagaron por los Buffalo Bills en el 2014. Muchos alrededor de la liga estará observando. Casi la mitad de sus dueños principales superan los 70 años de edad. Siete tienen al menos 80 años, incluyendo a Richardson. Algunos propietarios planean pasar la franquicia a sus herederos, pero otros podrían estar motivados a vender con base en el precio de los Panthers.

EVALUAR LAS RAÍCES DE LOS DATOS DE ESPECTADORES/AUDIENCIA

Los índices de audiencia cayeron 9.7 por ciento en la temporada regular, justo un año después de caer 8 por ciento. La audiencia de un dramático Super Bowl, que se jugó por dos equipos de mercados grandes, fue la más baja en nueve años. No hubo elección presidencial a la cual culpar de atraer espectadores en el 2017. La NFL ya ha intentado acelerar el ritmo de juego para producir una transmisión más rápida.

Por su parte, una encuesta reciente de Wall Street Journal/NBC News sugirió el deterioro de afición en un rango importante. Esos números podrían estar relacionados con la caída en la participación del fútbol americano de preparatoria --4.5 por ciento desde el 2010, de acuerdo a la National Federation of High School Sports-- para formar una tendencia existencial. En otras palabras, la disminución en los puntos clave no puede considerarse como un accidente.

Es cierto que la NFL sigue siendo líder en audiencia de televisión, pero su dominio es un pastel que se hace más pequeño. Si no lo han hecho ya, los dueños deben hacer una franca evaluación no sólo de su producto, sino también por qué sus tendencias de consumo se han vuelto lentas.

IMPULSAR LA PRESENCIA GLOBAL

El lado positivo del estancamiento doméstico es que cerca del 95 por ciento de la población mundial vive fuera de las fronteras de los Estados Unidos. Hay muchos clientes nuevos disponibles. En la última década, la NFL ha dado pasos moderados para establecer un punto de apoyo en el Reino Unido y, recientemente, en México.

En gran vacío, sin embargo, es Asia, sobre todo China. La NFL ha meditado vagamente sobre jugar un partido de temporada regular allí, pero nada es inminente. Un camino es animar a más jugadores a realizar visitas, como hicieron Tom Brady y Russell Wilson en el 2017, para promover el juego (y sus marcas) en el extranjero. Así es como la NBA expandió su popularidad a través de Asia en las últimas dos décadas, comenzando con el primer viaje de Kobe Bryant en 1998. Ya sea que la NFL esté enfrentando una crisis existencial, su alcance global nunca pareció más importante.

CONSIDERAR LA REGLA DE GOLPE DIRIGIDO

El vicepresidente ejecutivo de la NFL, Troy Vincent, indicó en diciembre que "tenemos que considerar" una regla de golpe dirigido, en respuesta a un juego particularmente violento entre los Pittsburgh Steelers y Cincinnati Bengals en la Semana 13. En esencia, la regla exigiría una expulsión obligatoria a un jugador que golpee un receptor indefenso en el área de la cabeza o el cuello. A nivel colegial, una jugada que ocurra en la segunda mitad de un partido obliga una suspensión para la primera mitad del siguiente juego. La regla ha tenido relativo éxito en la NCAA y para ser justo, la función principal de la regla podría ser afirmar el compromiso de reducir las jugadas peligrosas.

Sin embargo, en la NFL también aclararía y elevaría las consecuencias para los jugadores, que están sujetos a expulsión por la --pocas veces utilizada-- discreción de los oficiales pero generalmente son castigados con 15 yardas. En todo caso, el protocolo de conmociones cerebrales de la liga podría haber aumentado el incentivo para dar golpes a la cabeza, porque la enorme posibilidad de sacar a un jugador del partido a un costo mínimo para los rivales. Pero no funcionaría si no estuviera sujeta a repetición; las reglas actuales no permiten que se revisen los golpes a la cabeza. Y la perspectiva de una expulsión adicional tendría que ser ponderada en el contexto de una temporada del 2017 que produjo 18 expulsiones por otras razones distintas, cifra que podría ser un récord de la NFL. Al menos, la regla será sujeta a un intenso debate este invierno y en la primavera.

REPLANTEAR LA REGLA ROONEY

La evidente omisión a la regla por los Oakland Raiders saca a la luz un viejo planteamiento: ¿Cuánto realmente quiere la NFL imponer un proceso de búsqueda genuinamente diverso para sus equipos? El dueño de los Raiders -- que lo admitió-- había apuntado a contratar a Jon Gruden por años. Eso hizo que dos candidatos de minorías fueran un plan de emergencia en el mejor de los casos, y un apoyo en el peor. ¿Fueron sus experiencias de entrevista, superficiales como lo fueron, suficientes para decir que la Regla Rooney había cumplido su propósito? ¿La NFL alguna vez logrará evitar situaciones similares? ¿Debería? En escenarios en los que los propietarios tienen candidatos preseleccionados --sí, ocurre y seguirá pasando-- ¿hay alguna forma de promover la causa de la diversidad sin forzar entrevistas sin sentido? Esas son interrogantes que al menos algunos en la NFL abordarán esta temporada baja.

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