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El campeón del Super Bowl, Philadelphia Eagles, se enfrenta a algunas decisiones críticas mientras busca la forma de repetir la hazaña. La proyección actual indica que el equipo estará $9 millones de dólares arriba del tope salarial en 2018, es la única franquicia con números rojos. Las buenas noticias son que 20 de sus 22 titulares están bajo contrato para la próxima temporada, lo que deja pocas necesidades por cubrir, pero aún hay temas difíciles por decidir en lo que se refiere a algunos de sus jugadores veteranos. Aquí está las preguntas más importantes: ¿Qué hacer con Nick Foles? El MVP del Super Bowl carga una cifra sólo por debajo de los $8 millones. Negociar a Foles no sólo ofrecería algo de alivio financiero, también les ayudaría a reabastecer a sus reclutas de Draft. Los Eagles no tienen actualmente una selección de segunda o tercera ronda para el Draft de abril. Por otro lado, Foles y Carson Wentz juntos significan una cifra por debajo de los $15 millones en el tope salarial de 2018. Tener dos quarterbacks de su calibre es un lujo que el equipo se puede dar mientras Wentz continúe bajo su contrato de novato. Philadelphia sabe mejor que nadie el valor de tener a un suplente de calidad. Dado que Wentz aún se recupera de un desgarre de ligamento cruzado anterior y del ligamento colateral medio, los Eagles deberían buscar ahorrar en otro lado a menos de que se encuentren ante una muy buena oferta. ¿Con qué agentes libres deben quedarse? El linebacker Nigel Bradham, los corredores LeGarrette Blount y Darren Sproles, el cornerback Patrick Robinson, el tackle defensivo Beau Allen y el ala cerrada Trey Burton, lanzador de la 'Philly Special' están entre los agentes libres pendientes de importancia. Bradham se ha convertido en una pieza vital para la defensiva de Jim Schwartz. No sería sorpresa que los Eagles le den prioridad a una extensión de su contrato, especialmente, dada la falta de profunidad y las preocupaciones por la salud de Jordan Hicks. Robinson fue firmado por un año y $775,000 dólares en el offseason pasado y se desarrolló como uno de los mejores esquineros en el juego. El precio de su etiqueta subirá, probablemente de forma considerable, y podría ser difícil para Philly justificar su extensión, especialmente, con Sidney Jones de regreso por una lesión en el tendón de Aquiles y listo para jugar con Ronald Darby y Jalen Mills. Cuando se trata de Sproles y Blount podría reducirse a lo que indique el mercado. Ambos tienen valor para el equipo, pero con Jay Ajayi y Corey Clemente en la escena, no hay necesidad de forzar el tema. ¿Qué veteranos serán damnificados del tope salarial? El tackle izquierdo Jason Peters tiene 36 años, viene de una lesión de ligamento cruzado anterior y ligamento medio colateral, significa alrededor de $11 millones de dólares para el tope salarial. Pero también ha dicho que se está moviendo bien, un compañero de equipo que trabajó con él antes del Super Bowl dijo que lucía como si pudiera jugar el partido -- y el coach Doug Pederson lo tiene como favorito para titular en el lado ciego de Wentz en 2018. El equipo ha tratado sin éxito de que Peters aceptara una reducción salarial en el pasado. Vamos a ver si lo piden de nuevo. El ala cerrada Brent Celek representa $5 millones de impacto al tope salarial. Ahora que ha ayudado a los Eagles a asegurar su primer título de Super Bowl, podría ser momento de caminar hacia la puesta de sol. El receptor abierto Torrey Smith tiene un contrato reestructurado, así que se encuentra en series de contratos anuales. Después de un año de altas y bajas, los Eagles tendrán que decidir entre continuar rolándolo con Smith o confiar en que la juventud, liderada por Mack Hollins, dará el paso adelante y hará el trabajo. El ala defensiva Chris Long representa cerca de $2 millones de dólares de impacto en el tope salarial, mientras el linebacker Mychal Kendricks, quien fue demandado por una negociación en el pasado, representa una cifra de alrededor de $7.5 millones. ¿Quién querrá un nuevo contrato? Al ala defensiva Brandon Graham, uno de los héroes del Super Bowl LII, es un buen nombre para empezar. Está entrando al último año de su contrato. Es el líder del equipo en capturas (9.5) y tackleadas para derrota (16). Por otro lado, un contrato reestructurado podría reducir su impacto en el tope salarial de 2018.
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