<
>

Siete lecciones que dejó el arranque del periodo de agencia libre

El pasado miércoles, se dio la patada inicial al nuevo año de operaciones de la NFL, y con ello se oficializaron una serie de movimientos y fichajes que habían sido previamente pactados.

Algunos movimientos sorprendieron y otros eran esperados. A continuación presentamos las siete lecciones que dejó la apertura del mercado de la liga en el receso de temporada del 2018:

CON EL PRONÓSTICO EN CONTRA

Todo lo que debe hacer Alex Smith es guiar a los Washington Redskins a una temporada no perdedora, y la afición sentirá que su llegada al equipo representa una mejoría, al menos mínima, respecto a la temporada pasada. Meterse a playoffs representaría un gran escalón en ascenso.

Del mismo modo, todo lo que debe hacer Case Keenum es ganar más partidos de los que pierde con los Denver Broncos. En su caso, también, un viaje a postemporada sería un gran logro.

Se puede decir algo similar para un número de quarterbacks que cambiaron de equipo desde que abriera oficialmente el mercado con el nuevo año de la liga, el pasado miércoles. Teddy Bridgewater, Tyrod Taylor y hasta Sam Bradford están en la misma situación. Todos llegan a clubes que vienen de temporadas perdedoras. En el caso de Taylor, aterriza con un equipo que solamente ha ganado un partido en los últimos dos años, los Cleveland Browns.

El lado opuesto del espectro lo representa Kirk Cousins, quien se incorporó a los Minnesota Vikings mediante un contrato de 84 millones de dólares y tres años, completamente garantizado. Eso pone a Cousins en una posición delicada. Los Vikings registraron una marca de 13-3 y alcanzaron el Juego de Campeonato de la NFC bajo la guía de Keenum, a quien le pagaron una fracción de ese total. El único modo de que los Vikings mejoren respecto al año pasado es una aparición de Super Bowl, y para ello han depositado su fe en un pasador que no sabe lo que es ganar en playoffs. De hecho, Cousins tiene marca de apenas 4-19 contra clubes con marca ganadora como quarterback titular de NFL.

He leído por allí algunos comentarios en el sentido de que, gracias a que el contrato de Cousins es por tres temporadas, en realidad su ventana de oportunidad es de tres años para conseguir ese objetivo. Yo no lo vería así. Los Vikings cuentan con una plantilla muy completa a ambos lados del ovoide, y este año no han perdido al momento jugadores claves. Además de Cousins, Minny también sumó al liniero defensivo Sheldon Richardson en las pasadas horas.

No obstante, la ventana de oportunidad podría empezar a cerrarse rápidamente a partir del 2019, cuando llegan a su fin los contratos de los apoyadores Anthony Barr, Eric Kendricks, el corredor Latavius Murray, el receptor abierto Stefon Diggs, el centro Nick Easton, y el ala defensiva Danielle Hunter, entre otros, además del propio Richardson. Desde hoy, parece complicado que Minny pueda retener a todos esos jugadores, gracias al menos en parte a lo que garantizaron a Cousins.

¿Y para el 2020? A esa lista habría que sumarle los nombres de los safeties Andrew Sendejo y Mackensie Alexander, el esquinero Trae Waynes, y el ala cerrada Kyle Rudolph, más los que se acumulen.

Si Cousins no alcanza por lo menos el Juego de Campeonato de la NFC este año, tendrá que considerarse un fracaso, porque los Vikings no están desembolsando todo ese dinero para llegar solamente a la Ronda Divisional, llegar solamente a la Ronda de Comodines, o ni siquiera jugar playoffs. A eso hay que sumar la consideración de que Aaron Rodgers regresa a los Green Bay Packers tras perderse buena parte de la temporada pasada por lesión, y claramente el camino de Minny es más complejo este año.

Y si Cousins no conquista la NFC este año, podría no tener suficiente equipo para hacerlo a partir del próximo.

EL MEJOR AGENTE DE LA NFL SE LLAMA TOM CONDON

Condon es un ex liniero ofensivo de la NFL que llegó a ser presidente de la NFLPA a mediados de los'80s, antes de empezar su carrera como representante. Entre sus clientes más notables se encuentran Peyton Manning, Eli Manning, Drew Brees, J.J. Watt y Matthew Stafford, y recientemente la revista Forbes lo colocó tercero entre los representantes que más dinero ganaban, solamente detrás de Scott Boras quien es agente de jugadores de la MLB, y Jorge Mendes, quien tiene como clientes a los futbolistas Cristiano Ronaldo, James Rodríguez y Radamel Falcao.

No obstante, el mejor trabajo de Condon parece haber llegado con el mencionado Bradford, quien firmó por una temporada y 20 millones de dólares, 15 millones garantizados, con los Arizona Cardinals, quienes tienen una opción por una segunda campaña de otros 20 millones de dólares.

Con la suma de esos 15 millones garantizados del nuevo convenio, las ganancias como profesional de la NFL de Bradford ascienden a casi 130 millones dólares desde que fuera reclutado primero global en el draft del 2010 por los entonces St. Louis Rams.

Hay que recordar que Bradford es parte de la última camada de novatos que llegaron a la NFL sin la escala de salarios que se implementó a partir del último contrato colectivo de trabajo, por lo que su primer convenio fue por 70 millones de dólares, 50 de ellos garantizados, y seis temporadas.

Sin embargo, el gran trabajo de Condon ha llegado después. Los Rams traspasaron a Bradford a los Philadelphia Eagles después de haberle entregado 65 millones de dólares a lo largo de cinco años, durante los cuales inició 49 de 80 partidos posibles de temporada regular, con una marca de 18-30-1.

En Philly solamente estuvo una temporada, registrando una marca de 7-7 en el 2015. En marzo del 2016, Bradford firmó un nuevo contrato en Philadelphia, por dos años y 36 millones de dólares, pero cuando los Eagles adquirieron en canje la segunda selección global de aquel draft (que sería utilizada en Carson Wentz), Condon y Bradford forzaron su salida vía canje a los Vikes, quienes cedieron una selección de primera ronda del año pasado (que se convertiría en el ala defensiva Derek Barnett), y una selección de cuarta ronda del draft que viene.

Tras apenas un año en Philly, Bradford cobró casi 24 millones de dólares.

Ya en Minnesota, con el contrato que acordó en Philly, Bradford nuevamente lució bastante pedestre como mariscal de campo titular, compilando marca de 7-8 en el 2016, y de 2-0 en el 2017 antes de quedar marginado por el resto del año gracias a una lesión de rodilla que a su vez le abrió la puerta a Keenum. De hecho, el 2-0 del año pasado es la única temporada en que Bradford ha terminado con más triunfos que victorias como quarterback titular, y él nunca ha sido capaz de guiar a un equipo a la postemporada.

En dos campañas en Minny, Bradford se embolsó 25 millones de dólares.

Ahora, los Cardinals son el más reciente equipo que apuesta a un Bradford que no ha jugado los 16 partidos de una temporada regular desde el 2012.

EN BUSCA DE UN NUEVO PILOTO PARA LOS JETS

Ha pasado tanto tiempo desde que la afición de los New York Jets realmente se pudo sentir a gusto con lo que tenían en la posición de quarterback, que es hasta cierto punto comprensible que hubieran entregado tres selecciones de segunda ronda a los Indianapolis Colts con tal de ascender tres puestos en el orden de la primera vuelta del draft.

Los argumentos a favor y en contra están claramente definidos. Los que defienden la movida de los Jets señalan que no hay precio demasiado caro cuando se trata de un quarterback franquicia, mientras que la contraparte apunta a lo alto del precio por un pasador que, como todos los que están disponibles en el draft de este año, llega con su cuota de incertidumbre.

Francamente, a mí me preocupa la movida desde otro aspecto. Antes que nada, los Jets no alcanzaron a saltar a todos los equipos, y los dos cuadros que todavía eligen por delante de ellos, los y New York Giants, también tienen posibilidades altas de elegir a un mariscal de campo con su primer turno. Esto significa que, si los Jets ya han identificado al quarterback que desean seleccionar --lo cual es improbable con tanto tiempo faltante en el proceso previo al draft-- existe la posibilidad de que los Browns o Giants elijan antes a ese jugador, sea quien sea, antes de que llamen a los Jets al podio.

Pero todavía más preocupante es la alternativa que maneja mi colega Rich Cimini de ESPN, en el sentido de que los Jets estarían cómodos con cualquiera de los pasadores principales que están disponibles este año, Sam Darnold, Josh Allen y Josh Rosen, y ascender hasta el tercer turno asegura que tendrán al menos a uno de ellos al alcance. No me causa la mayor de las confianzas entregar cuatro selecciones de draft totales --una de primera ronda y tres de segunda vuelta-- por un pasador que, de todos modos, dejaste que otros equipos eligieran por ti. Si yo fuera aficionado a los Jets, me gustaría sentir mayor convicción de mi directiva hacia el recluta por el que se paga tanto.

Entiendo, por otro lado, que los Jets también estaban preocupados por hacerse del tercer turno global antes de que otro equipo --quizás los Buffalo Bills-- les gane la jugada. Pero no sé cuán satisfecha quedará la directiva si terminan tomando al pasador que menos les convencía de los tres, más allá de que el día del draft lo único que escucharemos serán declaraciones estilo "Estamos muy satisfechos porque seleccionamos al jugador que queríamos desde el inicio".

BUENAS COSAS LLEGAN PARA QUIENES SABEN ESPERAR

El caso de Tyrann Mathieu en la actual agencia libre es muy interesante. Los Cardinals cortaron al back defensivo ya abierto el mercado de la agencia libre y horas antes de que 5.75 millones de dólares de su salario del 2018 y 8 millones de dólares de su salario del 2019 quedaran garantizados el miércoles por la tarde, primer día del nuevo año de la liga. A Mathieu también se le hubiera debido pagar un bono de plantilla de 5 millones de dólares el próximo 16 de marzo.

Antes de liberar a Mathieu, los Cardinals habían pedido al All-Pro del 2015 una reducción de salario, a la cual se negó.

Al poco tiempo, Mathieu ya había encontrado un equipo nuevo, los Houston Texans, no sin antes mencionar a Josina Anderson de ESPN que buscaría llegar a un equipo en que se priorizaba el fútbol americano antes que el dinero. Su convenio con los Texans fue por una temporada y 7 millones de dólares. Curiosamente, el salario reducido que le habrían ofrecido los Cardinals, y que Mathieu habría rechazado, de acuerdo a varios reportes mediáticos, era de 8 millones de dólares para el 2018.

Para Mathieu, es atractiva la opción del contrato corto --siempre y cuando logre mantenerse alejado de las lesiones-- porque puede volver a probar suerte en el mercado el año que viene. A los 25 años de edad, eso es un plus enorme.

No obstante, los grandes ganadores aquí son los Texans, quienes suman a un jugador que fue considerado hace no mucho candidato serio como Defensivo del Año en el 2015 a un precio bastante razonable. En comparación, está el caso de Trumaine Johnson, con 28 años de edad, firmando por cinco temporadas y 72.5 millones de dólares con los Jets, incluyendo 45 millones garantizados.

Incluso, los mismos Texans firmaron a Aaron Colvin por cuatro años y 34 millones de dólares con 18 millones garantizados --un promedio anual de 8.5 millones de dólares-- tres días antes de acordar con Mathieu.

No siempre las primeras contrataciones, las de más dinero, son las mejores en el mercado abierto.

TACKLES A MANOS LLENAS

La posición más profunda hasta ahora en el mercado abierto ha sido, sin lugar a dudas, la de tackle defensivo.

Elementos como Dontari Poe, Star Lotulelei, Beau Allen, Haloti Ngata y hasta Richardson ya tienen equipos nuevos, pero el pez más grande sigue sin morder un anzuelo: Ndamukong Suh.

A esos nombres hay que sumar los de Bennie Logan, Johnathan Hankins, Sylvester Williams, Alan Branch y Clinton McDonald, entre los que todavía no firman y pueden contribuir desde puestos titulares si llegan al equipo adecuado.

Fuera de algunas excepciones, como Allen, la mayoría de los mejores jugadores disponibles en la posición ya están entrados en año, pero se trata de una posición que permite cierta longevidad en la liga. No se sorprendan si todavía hay unas cuantas selecciones de Pro Bowl entre los tackles defensivos que cambiaron de equipo este año.

Este fue un buen año para necesitar una presencia veterana en el interior de la línea defensiva.

UNA POSICIÓN OLVIDADA

Los corredores han disfrutado una especie de renacer en la NFL, con nombres como Todd Gurley, Ezekiel Elliott y Leonard Fournette brillando intensamente luego de ser reclutados en la primera ronda del draft, algo que hasta hace poco parecía una necedad.

No obstante, esta nueva reaparición de corredores en los primeros planos no se tradujo al mercado abierto.

Únicamente Jerick McKinnon, quien se unió a los San Francisco 49ers mediante contrato de cuatro temporadas y 30 millones de dólares, y Carlos Hyde, quien acordó con los Browns por 3 campañas y 15.25 millones de dólares, consiguieron firmar por más de 5 millones de dólares anuales (y ojo que los Niners podrían deshacerse de McKinnon tras solamente una temporada con un cargo de 1.5 millones en dinero muerto para el 2019).

Mientras tanto, LeGarrette Blount, quien viene de ser pieza importante en los últimos dos equipos campeones de Super Bowl firmó por una temporada y 2 millones de dólares con los Detroit Lions.

Los futuros miembros del Salón de la Fama, Adrian Peterson y Frank Gore, siguen a la espera de conocer si tendrán acomodo en la liga. Lo mismo va para DeMarco Murray, quien lideró a la NFL por tierra en el 2014 y fuera elegido al Pro Bowl por tercera ocasión en el 2016.

El panorama luce todavía más nublado para ex titulares destacados como Jamaal Charles, Alfred Morris y Eddie Lacy.

A diferencia de otras posiciones, para la mayoría de corredores en la NFL la oportunidad de maximizar su valor financiero en el mercado abierto llega solamente una vez a lo largo de toda una carrera profesional. Eso supone un contraste dramático con respecto a lo observado arriba con Bradford.

EL MEJOR CANJE ES...

En el rubro de los traspasos, los Browns y Rams son probablemente los equipos que más ruido han hecho.

Sin embargo, si tuviera que elegir el mejor canje en la NFL desde la perspectiva de lo que ganan ambos clubes interesados, tendría que elegir uno que se acordó desde finales de enero, aunque se haya oficializado apenas hace unos días.

El intercambio entre los Kansas City Chiefs y Redskins, involucrando a Smith, al esquinero Kendall Fuller y una selección de tercera vuelta de los 'Skins.

Lo primero que hay que comprender con este movimiento es que tanto Chiefs como Redskins tenían definidos sus planes respecto a otros jugadores con antelación. Es decir, Kansas City ofreció a Smith porque ya estaban comprometidos con Patrick Mahomes; y no ofreció en canje a Marcus Peters más tarde gracias a que habían obtenido a Fuller, sino buscaron a Fuller porque sabían que se desharían eventualmente de Peters. Y por su lado, la llegada de Smith no impidió a Washington retener a Cousins, sino los Redskins buscaron a Smith como su primera opción porque ya sabían que Cousins se marchaba y no había vuelta de hoja.

En ese sentido, el negocio me gusta para ambos equipos, que logran tapar de manera notable huecos considerables.

Fuller deberá ser titular inmediato para Kansas City, que además gana una selección de tercera ronda que ayudará a compensar un poco la falta de turno en la primera vuelta del próximo draft, mientras que los Redskins adquieren a un pasador especialista en minimizar entregas de balón, algo que apreciará el head coach Jay Gruden. En las últimas tres campañas, Cousins tiró 36 intercepciones, comparado con 20 de Smith.