|
FOXBOROUGH -- Observadores en la práctica del martes del minicampamento obligatorio de los New England Patriots ni siquiera necesitaron abrir sus ojos para confirmar la presencia del quarterback, Tom Brady. Solamente hacía falta escuchar. La sonora voz de Brady, y una actitud exageradamente vocal, ayudaron a elevar el nivel de intensidad en su regreso al equipo luego de mantenerse alejado por siete semanas de sesiones voluntarias. "Siempre es ruidoso con el N° 12 allá afuera", remarcó el receptor abierto Julian Edelman. "Es un intimidante HDP".  Esos en los pueblos vecinos podrían haber escuchado a Brady luego de dos largos intentos de pase al receptor abierto Kenny Britt, ambos por la lateral izquierda. En el primer, que Britt atrapó en movimiento, Brady gritó palabras enfáticas de elogio a Britt, con quien está en las etapas tempranas de creación de química. En la segunda, que mandó Brady ligeramente largo y fuera del terreno de juego, gritó una palabra altisonante porque estaba molesto consigo mismo. Esos fueron ejemplos de la intensidad que aportó Brady a la práctica, y los compañeros lo notaron. "Es el más grande de todos los tiempos, así que obviamente hay una presencia allí que viene con él", dijo el receptor Jordan Matthews, quien está en su primer año con los Patriots tras pasar tres campañas con los Philadelphia Eagles (2014-2016) y una con los Buffalo Bills (2017). "Así que todos los demás saben, 'Estemos precisos, asegurémonos de salir aquí y hacer nuestro trabajo porque sabemos que él hará el suyo'. Al mismo tiempo, hay calma, también". Por mucho que sea una práctica en junio sin equipamiento, Brady, de 40 años de edad, pareció retomar donde se quedó en el Super Bowl LII, donde lanzó para 505 yardas. Para sorpresa de nadie, parece estar en excelente condición física, y la potencia en su brazo no es diferente a la de otros años. Aunque Brady no charló con reporteros al final de la práctica (si lo hace, probablemente será en jueves), reconoció la presencia de 109 miembros de los medios con credencial a su llegada a los campos detrás de Gillette Stadium, con un "¿Qué hay, chicos?". Luego, se puso a trabajar, recibiendo las repeticiones con el primer equipo que previamente habían sido para el veterano Brian Hoyer durante su ausencia durante las actividades organizadas del equipo. Con Hoyer deslizándose al segundo escalón, significa menos trabajo para el recluta de séptima ronda del 2018, Danny Etling, quien cayó hasta tercero en el orden de plantilla. Brady señaló al apoyador medio con autoridad --el tipo de llamada previa a la jugada que a menudo se escucha en las transmisiones por televisión-- y también ordenó varias indicaciones a compañeros ofensivos durante el trabajo de ofensiva sin reunión. La comunicación es parte importante de las prácticas de primavera, y pese a que el coordinador ofensivo Josh McDaniels (portando auriculares y mandando las jugadas) ocasionalmente se aproximó a Brady para repasar detalles, todo lució muy fluido. En un punto, alentado por lo que estaba viendo al tiempo que el propietario Robert Kraft miraba desde las laterales, Brady imploró a sus compañeros a mantener las cosas en dirección positiva. "Tom es un gran líder, y obviamente cuando está en la reunión previa a la jugada, es grandioso verlo", admitió el receptor abierto Chris Hogan. Agregó el ala cerrada Rob Gronkowski, "Ese tipo, no creo que nunca vaya a lucir mal. Nunca está cansado. Su potencia en el brazo siempre está allá arriba, así que siempre luce bien". Brady había explicado previamente que parte de su estrategia de receso de campaña fue aceptar que su esposa e hijos realizan grandes sacrificios durante la temporada, y que él estaba "realmente intentando llenar mi tanque para cuando regrese, pienso que de hecho seré, en mi mente, un mejor jugador, un mejor compañero, porque realmente estaré rejuvenecido". Así lució el martes. Así sonó sobre el campo, también.
|
