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PHILADELPHIA -- El safety de los Philadelphia Eagles, Malcolm Jenkins, envió un poderoso mensaje, sin decir una sola palabra, en respuesta a la cancelación de la invitación de la Casa Blanca a los campeones del Super Bowl. Un día después de que los Eagles habían sido programados para ver al Presidente Donald Trump, Jenkins sostuvo el miércoles alrededor de 12 letreros escritos a mano, parado en silencio ante una multitud de reporteros que no dejaron de hacerle preguntas. Algunos de los letreros: “No están escuchando” “Más del 60% de la gente en prisión es de color” “En cualquier noche, 500,000 personas duermen en la cárcel. ¿Están sentenciados? No. ¿Están ahí por ser demasiado pobres? Sí”. “Chris Long donó su salario anual entero a iniciativas educacionales” “Colin Kaepernick dio $1 millón a obras benéficas” “Devin McCourty, Duron Harmon, Matt Slater y Johnson Bademosi lograron que la edad para entrar al sistema criminal de justicia subiera de los 7 a los 12 años” “En 2018, 439 personas murieron por disparos de la policía (hasta ahora)”
Jenkins, quien levantó su puño durante las ceremonias del himno nacional, estuvo entre los Eagles que habían indicado previamente que no asistirían a la ceremonia en la Casa Blanca tras el triunfo del equipo en el Super Bowl. La ausencia de palabras de Jenkins se convirtió en tema en el vestidor, donde un estimado de 75 reporteros locales y nacionales se quedaron sin respuestas. Los jugadores no entraron en detalles sobre las conversaciones por el viaje a la Casa Blanca o sus opiniones sobre Trump. “Tengo como tres años de decir cosas sobre mí y Donald Trump”, dijo el ala defensivo Chris Long. “Con todo respeto, no voy a seguir en ese camino. Estoy enfocado en el minicampamento”. Entre los pocos jugadores veteranos que hablaron estuvieron los linieros ofensivos Jason Kelce y Brandon Brooks, así como el ala cerrada Zach Ertz, rechazaron decir si tenían planes de ir a la Casa Blanca antes de la cancelación. “Ya no importa”, dijo Kelce. Este fue el primer día que los jugadores hablaron con los medios desde que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que sintió “una falta de buena fe” de los Eagles en las discusiones de cara al evento y acusó al equipo de “convertir en un tema político” la decisión de informar a la Casa Blanca un día antes del evento que sólo pocos jugadores asistirían a la ceremonia. Brooks mencionó que hubo pláticas sobre enviar a un pequeño comité a la Casa Blanca, pero que no se llegó a ninguna conclusión. El equipo había deliberado por semanas sobre la mejor forma de enfrentar el viaje para hacerlo una experiencia que todos los jugadores disfrutaran juntos. Un grupo numeroso de jugadores decidieron no asistir de último momento, incluidos la mayoría, si no todos, los afroamericanos, dijo una fuente a Adam Schefter de ESPN. En un comunicado, la Casa Blanca dijo que la vasta mayoría de jugadores de los Eagles “decidieron abandonar a sus aficionados” por querer enviar sólo a un pequeño grupo de representantes. “Nuestros aficionados saben muy bien qué sentimos por ellos. Somos un grupo más unido a su ciudad que la mayoría de equipos”, afirmó Kelce. Tras cancelar la visita de los Eagles, Trump decidió cambiar el evento para convertirlo en una celebración de la bandera de Estados Unidos con la presencia de aficionados del equipo y presentaciones de la Banda de la Marina de EU y el Coro de la Armada de EU.
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