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MÉXICO -- En cada torneo siempre hay jugadores que escapan la sombra de sus expectativas y dan el paso al siguiente nivel. En la reciente Copa del Mundo se puede decir que Domagoj Vida, Kasper Schmeichel, Hirving Lozano y hasta Kylian Mbappé dieron el salto para ser reconocidos mundialmente. Dada que está la última semana sin futbol americano hasta principios de febrero, nos apuntamos la tarea de analizar a cinco jugadores que vuelan bajo el radar hasta el momento en la NFL, pero que su próxima campaña puede catapultarlos al siguiente nivel.  Jerick McKinnon
El nuevo corredor de los San Francisco 49ers llego para adueñarse de la posición de titular. Con un contrato de treinta millones de dólares por cuatro años es difícil imaginarse verlo en el rol de relevo que mantuvo en su paso con los Minnesota Vikings. En las ciudades gemelas, McKinnon corrió para 570 yardas en 150 intentos, pero probablemente lo que le llenó el ojo a Kyle Shanahan fue la versatilidad que otorga en el juego aéreo. McKinnon atrapó 51 pases para 421 yardas. En total, su campaña en 2017 resultó en 991 yardas. El joven corredor llega para ser una mejora de lo que los 49ers tenían en Carlos Hyde y seguramente será utilizado en varias formaciones. Su 2018 puede ser explosivo.  Allen Hurns
El receptor de 26 años llega a la tierra de la estrella solitaria después de cuatro temporadas en Jacksonville, donde fue parte de una ofensiva que subía y bajaba como montaña rusa. Su mejor campaña fue en 2015 cuando sobrepasó la marca de las mil yardas de la mano de Blake Bortles. Con la salida de Dez Bryant, el lugar para el receptor número uno en la ofensiva de Dallas está completamente abierto. Allen Hurns llega con gran oportunidad para hacerse dueño de este rol y esto le podría entregar el mejor año de su carrera. Es una realidad que Ezekiel Elliott seguirá siendo el enfoque del plan ofensivo, pero justamente eso puede jugar a favor de Hurns dado que las defensivas contrarias seguramente le entregarán varios mano a mano.  Dion Lewis
Abandonó los pastizales de eterna gloria inminente en New England, para llegar a un joven equipo de Tennessee que el año pasado se coló a la postemporada y finiquitó la carrera de Alex Smith en Kansas City al batirlo en la ronda de comodín. Es virtualmente imposible que un corredor sobresalga como figura en una ofensiva donde el mariscal de campo es Tom Brady, pero será otra historia para Lewis quien ahora tomara el balón de las manos de Marcus Mariota. Corrió para 896 yardas en 180 intentos, con un promedio soberbio de 5.0 yardas por intento. También tuvo 214 yardas en 36 recepciones, con otro gran promedio de 6.7 yardas. Sin duda será utilizado como un 1-2 punch junto a Derrick Henry quien en 2017 corrió por unas nada malas 744 yardas. Lewis probablemente tendrá un rol sumamente importante en una ofensiva dinámica que le dará oportunidad de brillar como un gran corredor.  Juju Smith-Schuster
La partida de Martavis Bryant a Oakland deja a Juju como el lógico segundo receptor en Pittsburgh, detrás de la portada del nuevo Madden, Antonio Brown. Juju entra en 2018 a su segundo año después de haber conseguido 917 yardas en su año de novato y siete touchdowns. Ahora con más experiencia en la liga, y estando más familiarizado con la ofensiva de “Big Ben”, Juju debería de elevar aún más sus números. Esto lo puede catapultar a compartir vecindario con los grandes receptores de la liga.  Derrius Guice
El nuevo corredor de los Washington Redskins, Derrius Guice, seleccionado en la segunda ronda del pasado Draft llega para revitalizar a una ofensiva terrestre en la capital norteamericana que fue la vigésimo octava de la liga en 2017. Guice compartirá protagonismo con el nuevo mariscal Alex Smith. Será interesante que tipo de balance Washington intentará administrar en 2018 entre pase y acarreos, pero lo que es una realidad es que Smith y Guice se ayudarán mutuamente al tener partidos productivos. Si Alex Smith logra tener buenas actuaciones, Guice seguramente encontrará espacios que ayudarán a que Washington gane partidos, y es que en su carrera con LSU, las doce veces que Guice corrió por más de 100 yardas en un partido, los Tigres siempre ganaron. Guice puede ser la joya más escondida en 2018.
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