El primer partido de la temporada regular de la NFL entre los Philadelphia Eagles y los Atlanta Falcons estuvo exento de castigos con respecto a la nueva regla de contactos casco a casco que la liga comenzó a implementar desde la pretemporada.
En marzo de este año, los dueños de las franquicias votaron a favor del cambio. Bajo el nuevo formato de golpeo, cualquier jugador que baje la cabeza para iniciar un contacto con el casco será acreedor a una penalización que irá desde 15 yardas hasta la expulsión, sin importar la zona que impacte del cuerpo de su rival.
Luego de que los castigos de esta índole fueran bastante frecuentes durante la pretemporada, el Vicepresidente Senior de Oficiales de la NFL, Al Riverón, aseguró a ESPN que el criterio para sancionar estos choques no cambiaría con el arranque de la campaña regular.
La ausencia de este tipo de penalizaciones contrasta con los 26 pañuelos totales lanzados durante la victoria de los Eagles por 18-12, marcando la mayor cantidad para un partido inaugural desde el 2003, cuando los Oakland Raiders y los Tennessee Titans se combinaron para 28 penalidades de acuerdo a ESPN Stats & Information.
Es importante recordar que esta nueva norma es consecuencia de las 291 conmociones cerebrales que se registraron en la campaña 2017, el mayor número en la historia de la liga, además de la grave lesión que sufrió el apoyador de Pittsburgh Steelers, Ryan Shazier, en su columna vertebral, en una jugada que hubiera sido sancionada bajo la nueva regla.