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BALTIMORE -- Cientos de aficionados se congregaron en las calles de la ciudad para rendirle tributo al ex apoyador de los Baltimore Ravens, Ray Lewis, debido a su reciente inducción al Salón de la Fama. El histórico N°52 recibió un desfile en el centro y una llave de la ciudad con su nombre. Además, la alcaldesa Catherine Pugh proclamó el 22 de septiembre como el día Ray Lewis. En un discurso de nueve minutos, pidió por la unidad e inclusive le pidió a los seguidores que se abrazaran. Terminó con su movimiento característico mientras la banda de los Ravens tocaba la canción "Hot in Here" de Nelly. "Hoy, quiero decirles esto desde el fondo de mi corazón: Baltimore, me han dado todo lo que podría pedir en mi vida. Les debo el darle todo lo que tengo a esta ciudad", comentó Lewis, quien presumió su busto.  La gente se dispersó a lo largo de las 1.1 millas del trayecto aunque hubo puntos donde no había gente. La mayoría acudieron con el jersey morado del N°52 y pudieron acercarse a él e inclusive uno pudo darle un beso. Durante el discurso una señora mostraba un letrero con el mensaje: "Baltimore se siente orgulloso de ti". "Es el N°52 pero el N°1 en nuestros corazones", mencionó la alcaldesa Pugh. Lewis comentó que quiere ser un líder para unir a la comunidad. "Creo que apenas estoy iniciando", agregó. "El futbol americano es una cosa, pero lo que estoy pensando hacer por esta comunidad...vamos a cambiar la percepción de nuestra ciudad porque es lo que amamos. Es esperanza. Es fe. Todas las cosas son posibles". Y cerró "Somos Baltimore. Nos amamos unos a otros". Es la tercera vez en los últimos 25 años que la ciudad ha honrado a un deportista con un desfile. En 1995, miles de personas se congregaron con Cal Ripken Jr. al establecer la marca de 2,131 partidos consecutivos. En 2001, Hasim Rahman también fue reconocido al ser campeón de los pesados en boxeo. Lewis dejó en claro que la idea fue de la alcaldesa. El domingo, durante el medio tiempo del juego ante los Denver Broncos, recibirá su anillo de Salón de la Fama. En 2010, una calle del este de Baltimore fue rebautizada. Cuatro años después, levantaron una estatua a las afueras del M&T Bank Stadium.
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