<
>

Victoria en Tampa esconde -un poco- la indisciplina de Steelers

Un jugador ausente y por el que buscan obtener algo a cambio. Un receptor frustrado que no se presenta a trabajar al día siguiente de la primera derrota de la temporada y una indisciplina que no deja de reflejarse en el campo de juego.

Esta es la versión 2018 de los Pittsburgh Steelers, que ocupan el nada honroso primer lugar en castigos en contra en la NFL con 37, al menos luego de tres semanas en la actual campaña.

Gracias a las tres intercepciones a Ryan Fitzpatrick, una de ellas devuelta para touchdown, los Steelers se sobrepusieron a una clara actitud de indisciplina y consiguieron su primera victoria de la temporada al vencer 30-27 a los Tampa Bay Buccaneers el lunes por la noche.

El triunfo debe darle un respiro a un equipo dividido en el vestidor por la ausencia de Le’Veon Bell por una disputa contractual con los Steelers y que vio a su mejor receptor, Antonio Brown, separarse de sus compañeros en la derrota de la Semana 2 ante los Kansas City Chiefs, publicar un mensaje en redes sociales en el que parecía retar al equipo a cambiarlo y al día siguiente, no presentarse a entrenar, motivo por el que fue “disciplinado”.

“Ganar cura muchas cosas. El tema más grande fue afuera del vestidor”, señaló Ben Roethlisberger tras la victoria sobre Tampa Bay. “La gente percibe cosas diferentes. No digo que nosotros no tengamos problemas, todos los equipos tienen problemas y suceden muchas cosas”.

Todas esas distracciones se han reflejado en una mala conducta en el terreno de juego que ponen en duda la capacidad del coach Mike Tomlin para controlar el vestidor y el temperamento de sus jugadores en el campo.

En cada uno de los primeros tres juegos de la temporada, los Steelers han cometido más de 10 castigos: 12 para una pérdida de 116 yardas ante los Cleveland Browns; 12 y 90 yardas perdidas ante Kansas City y 13 ante Tampa Bay para 155 yardas perdidas.

Ante los Buccaneers, la ausencia de disciplina fue notable. Los Steelers vieron cinco pañuelos amarillos por rudeza innecesaria, algunos de ellos cuestionables, y uno más por conducta antideportiva, de Derius Heyward Bay al reclamarle airadamente a un oficial tras la conclusión de una jugada.

Las 155 yardas perdidas por castigos en Tampa son prácticamente el doble de yardas por tierra que los Steelers sumaron por tierra ante los Buccaneers (78).