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Raúl Allegre 6y

En la Semana 3 de la NFL, todavía no todos encuentran su identidad

En varias ocasiones he tomada prestada la frase de Steve Young en la que proclamó que, “el mes de septiembre es la nueva pretemporada”. Varios de los resultados de la Semana 3 son una indicación clara que muchos equipos todavía están en transición, tratando de establecer o de mantener, su identidad.

Me imagino que la mayoría de las ligas de “survivor” tendrán que hacer “borrón y cuenta nueva”. Las dos opciones más claras, Minnesota sobre Buffalo y New England sobre Detroit, resultaron contraproducentes. Otra, Jacksonville sobre Tennessee, seguramente sorprendió a varios, no así a los fans de los Titanes quienes sabían que su equipo barrió a los Jaguares en la temporada del 2017. Por eso, la NFL es la mejor liga deportiva del mundo cuando nos da este tipo de sorpresas semana tras semana.

Josh Allen fue el cuarto de los cinco quarterbacks novatos seleccionados en la primera ronda en ver acción en la NFL. Fue declarado titular de su equipo y pudo transformar a unos Bills que habían sido humillados en sus dos primeros partidos. Buffalo, que entró a la tercera semana con la segunda peor defensiva en puntos permitidos, limitó al potente ataque de Minnesota a sólo un touchdown al final del partido.

Se preguntarán cómo un quarterback puede tener tal efecto en la defensiva. La respuesta es clara. El fútbol americano es un deporte complementario. Buffalo controló el tiempo de posesión y el ritmo del partido dándole menos oportunidades a Minnesota de jugar a la ofensiva, y poco después del primer cuarto ganaban 24-0, sacando a los Vikingos de su plan de juego ofensivo forzándolos a lanzar en casi cada jugada. En cinco de las primeras ocho series ofensivas tuvieron ocho jugadas o más. En dos de las tres que se fueron de cuatro y dos jugadas, anotaron gol de campo y touchdown. No anotaron en el segundo tiempo, pero para entonces ya tenían el partido en la bolsa.

El estilo de juego de Allen inspiró a sus compañeros, pero debe moderarse para no arriesgar de la manera como lo hizo el domingo.

Algo similar ocurrió en Detroit, donde Matt Patricia no iba a dejar que Rob Gronkowski fuera la clave ofensiva de los Pats. Le hicieron marcaciones dobles, o hasta triples, durante la mayoría del partido. Darius Slay se ocupó de borrar a Phillip Dorsett, quien demostró no tener ni la mitad del nivel de Brandin Cooks. Tom Brady se vio frustrado y empezó a forzar pases. Julian Edelman regresa en la quinta semana, y Josh Gordon podría jugar contra Miami, lo cual le daría otras opciones a Brady. New England no contó con la participación de Patrick Chung, su jugador defensivo más versátil, pero no sé hasta que punto hubiera ayudado, ya que fueron las tacleadas falladas y jugadores fuera de posición lo que permitió que Detroit tuviera a su primer corredor con más de 100 yardas terrestres en un partido desde que Reggie Bush lo hizo el 28 de noviembre del 2013.

Bill Belichick está más arisco que nunca. Rara vez pierde dos partidos seguidos y no han perdido tres desde diciembre del 2002, pero tendrán muchas tuercas que apretar y grietas que soldar. Para todos aquellos que están listos para enterrarlos, les recuerdo que en el 2014 empezaron 2-2, siendo humillados por Kansas City 14-41 un lunes por la noche, y se recuperaron. Fue cuando oímos la famosa frase “on to Cincinnati”, o hacia Cincinnati, que fue el lema de los Pats hasta ganar el Super Bowl XLIX en contra de Seattle.

En el duelo de quarterbacks que regresaron de lesión, Carson Wentz y Philadelphia, se impusieron a los Potros de Indianapolis. Este partido nos llevó a varias conclusiones. La que me ha sorprendido más es que la defensiva de Indy, proyectada a ser de las peores de la liga, está jugando mejor que lo anticipado. Entraron a la tercera semana como la N° 10 en yardas y la N° 5 en puntos, y refrendaron ambas clasificaciones ante Philadelphia.

Los Potros van a necesitar de esta unidad comandada por Matt Eberflus, porque también es evidente que Andrew Luck no está del todo recuperado. Sus pases carecen de potencia y no tuvo el alcance para lanzar el pase del “Ave María” al final del partido. Tuvieron que insertar a Jacoby Brissett para buscar el milagro. En este partido también fuimos testigos del gol de campo 566 de Adam Vinatieri, empatando la marca de Morten Andersen. Al paso que va, Adam podría acercarse a los 700 porque no da señales de senilidad y podría jugar otros tres años a un nivel óptimo.

Viendo a Philadelphia, y al resto de los equipos de la división Este de la Nacional, la conclusión es que no hay ningún equipo mejor que otro. Carson Wentz no tuvo mejores resultados que Nick Foles, completando 25 de 37 pases con un pase de touchdown y una intercepción. La defensiva tiene sus huecos, principalmente en el juego de pase. Washington superó a Green Bay y alcanzó a Philly en el liderato de la división, pero están a sólo un juego de Gigantes y Vaqueros.

Admito que subestimé la importancia de Travis Frederick en la línea ofensiva de Dallas. Claramente, sin él de centro, esta unidad no es la misma. No abren los huecos que abrían en el juego por tierra y no protegen lo que debieran para dejar que los receptores de segundo nivel del equipo se puedan desmarcar. La defensiva es mejor de lo anticipado, pero como mencionaba hace unas líneas, este es un deporte complementario y no están teniendo ayuda.

Los Gigantes, en particular Eli Manning, tuvieron un juego ofensivo sólido, aunque no espectacular. Contra Houston, fue el duelo de las peores líneas ofensivas de la liga. Manning sigue siendo castigado, pero cuando su equipo lo necesitó al final, completó seis de seis con un pase de anotación para cerrar el partido. No me sorprendería que el ganador de esta división tuviera un record de 9-7, o hasta de 8-8.

Volviendo a los quarterbacks novatos de primera ronda, Baker Mayfield y Josh Rosen fueron los últimos en ver acción esta temporada. Cronológicamente, el primero en ver acción fue Lamar Jackson, quien tomó el lugar de Joe Flacco contra Buffalo cuando el partido estaba bajo control.

Después siguió el debut impresionante de Sam Darnold, el único que fue designado titular antes de la temporada, el primer lunes por la noche. Allen fue titular la segunda semana y siguió Mayfield en relevo el jueves por la noche. A Josh Rosen le pidieron que sacara a los Cardenales del bache que los había metido Sam Bradford, pero al final fue interceptado.

Mayfield tuvo suficiente acción y jugadas para darles a coordinadores defensivos rivales material de preparación. Después de su gran debut, Darnold ha venido a menos. Ya lo tienen fiscalizado. Ha tenido, y tendrá sus momentos, como los tendrán Mayfield y Allen, quienes llevaron a sus respectivos equipos a victorias convincentes, Mayfield remontando marcador. Todos ellos tienen mucho talento, pero se requiere más que talento para jugar bien en la posición de quarterback. Al igual que Darnold, tendrán sus momentos buenos y malos. Es un proceso natural que TODO pasador que ha jugado en la NFL ha experimentado.

Kansas City y Los Ángeles van que vuelan para tener una colisión de dimensiones espectaculares en la Ciudad de México el 19 de noviembre. Pat Mahomes ha sido la sensación hasta el momento habiendo lanzado ya 13 pases de anotación. Los han necesitado todos porque la defensiva de los Jefes es atroz. Jared Goff, en su segundo año en el sistema de Sean McVay, sigue mejorando semana tras semana. Brandin Cooks ha sido mejor opción de la que fue Sammie Watkins quien por cierto está con Kansas City. Recuerdo que hubo algo de desilusión cuando se anunciaron estos equipos para el partido en México. No están entre los favoritos de los fans mexicanos, pero en este momento están invictos y están arrollando a quien se les ponga enfrente.

No fue Tom Brady, ni Aaron Rodgers, Joe Montana, Dan Marino, Brett Favre, John Elway, Peyton Manning, Troy Aikman, Drew Brees, Johnny Unitas, Dan Fouts... fue Ryan Fitzpatrick el primer quarterback en la historia de la NFL en lanzar para 400 yardas en tres partidos consecutivos. Anoche tuvo un partido difícil. Sería fácil decir que pasó de “Fitzmagic” a “PickPatrick”, pero viendo las intercepciones en video, no tuvo apoyo de sus compañeros. En dos de las intercepciones jugadores de línea ofensiva cometieron errores de esquema y en la otra, Mike Evans, no completa su trayectoria. Fitz se levantó como el Ave Phoenix, y estuvo cerca de remontar el marcador en la segunda mitad después de perder por 20 puntos frente al equipo drama de la NFL.

Podrán adorar a los Acereros, o los podrán aborrecer, pero no pueden decir que no sean espectáculo para bien o para mal. Cometen todo tipo de errores mentales y de indisciplina, pero después vienen los destellos de talento y los desplantes de genialidad de jugadores como Ben Roethlisberger, JuJu Smith-Schuster y anoche hasta de Vance McDonald.

Finalmente, continúa la regla “Aaron Rodgers” para proteger a los quarterbacks. Esta regla no es nueva. Fue incorporada en 1995, pero no la habían aplicado, valga la redundancia, al pie de la regla. Clay Matthews fue otra vez la víctima más publicitada. Tuvo un golpe, totalmente limpio, contra Alex Smith, pero le volvieron a marca castigo por “golpear al pasador”. Tanto Kirk Cousins, como Alex Smith, declararon que fueron golpes legales, pero la liga no. La postura de Al Riverón, el vicepresidente de oficiales, y de la NFL, es que los jugadores, y los aficionados, se van a tener que acostumbrar al nuevo estilo de juego como lo hicieron con los golpes en la defensiva secundaria a receptores indefensos.

¿Será posible? ¿Ustedes, los fans de quienes depende este deporte, qué opinan? ¿Se resignan al nuevo estilo de juego, o de plano le dan la espalda a la NFL?

Sin más, ¡rumbo a Atlanta!

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