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Carlos A. Nava | ESPN Digital 5y

Ezekiel Elliott rescata triunfo de Cowboys y, quizá, trabajo de Jason Garrett

ARLINGTON, Texas -- Los Dallas Cowboys por fin dormirán tranquilos tras una semana de pesadilla en la que muchos ya hasta pedían el despido del entrenador en jefe Jason Garrett y la democión del quarterback Dak Prescott.

Encabezados por una monstruosa actuación del corredor Ezekiel Elliott, quien sumó 240 yardas totales y más importante, mostró fortaleza mental y física en todo momento, la ofensiva de los Cowboys tuvo su mejor desempeño de la temporada.

Elliott corrió para 152 yardas contra la peor defensiva contra la carrera de la NFL, sumó 88 yardas por recepciones, incluida una de 38 yardas con 1:23 por jugar en el último cuarto y que salvó el día para los Cowboys en todos aspectos.

A partir de esa acción, los Cowboys ya sólo acomodaron el balón para que el pateador novato Brett Maher consiguiera su primer gol de campo para ganar un juego en la NFL y dejar tendidos a los Detroit Lions con pizarra de 26-24 en el AT&T Stadium.

“Necesitábamos este triunfo”, reconoció Elliott. “Probablemente, el más importante de la temporada. Teníamos que regresar al camino correcto después de un inicio lento. Había que ganar en casa”.

Elliott trabajó de todas las maneras posibles, incluso con bloqueos en la cargas defensivas de los Lions sobre Prescott y tuvo que hacerlo con un tobillo lastimado y una rodilla adolorida por un golpe.

El corredor estrella de los Cowboys tuvo que salir desde el primer cuarto a revisión. En el segundo, los médicos cambiaron sus vendajes en ambos tobillos. Cada vez que caminaba después de una jugada, dentro y fuera de la cancha, cojeaba de manera muy visible.

Al finalizar el partido, Elliott salió al vestidor con muchas molestias y ayuda.

“Estaba adolorido desde el principio. Sabía qué tipo de juego sería. Estoy molido. Rod (Smith, corredor suplente) hizo un gran trabajo para darme descanso cuando necesité. Salió y jugó muy bien. Hizo un gran trabajo con el balón”, afirmó Elliott.

En realidad, los descansos fueron muy esporádicos. Elliott corrió 25 veces, la mayor cantidad en una temporada en la que promedió 16 carreras por juego en los primeros tres juegos, y sumó cuatro recepciones. Smith sólo corrió en seis ocasiones e ingresó otras cinco veces para labores de bloqueo y un pase completo.

“(Ezekiel) tuvo un partido enorme corriendo y atrapando el balón“, reconoció el coach de los Lions, Matt Patricia. “No hicimos el trabajo contra él. Es un gran jugador en esta liga. Es dinámico y explosivo, provoca que muchas personas fallen tacleadas. Obviamente es uno de los mejores en el equipo, el punto central de este equipo. Debimos hacer mejor trabajo aislándolo. (Los Cowboys) ejecutaron mejor que nosotros y ahí está el resultado”.

El desempeño en general de la ofensiva de los Cowboys mejoró, fue más agresivo, pero nada radicalmente diferente al plan de juego conservador y falto de creatividad que habían enseñado en los primeros tres juegos de la temporada.

Prescott superó las 200 yardas (255) por pase por primera vez en la temporada y en los últimos seis partidos, incluida la temporada pasada, lució menos impreciso al completar 17 de 27 pases para dos touchdowns sin intercepción.

En el primer cuarto y por primera vez en dos juegos, Prescott completó un pase de más de 20 yardas, a Michael Gallup, quien tuvo que hacer acrobacia para completarlo.

Prescott involucró en el ataque al ala cerrada Geoff Swaim, quien sumó tres recepciones para 39 yardas y un touchdown.

“Tratamos de atacar su defensiva de diferentes maneras”, explicó Garrett. “Desde la semana teníamos un plan para involucrar a todos. Queremos ser un equipo balanceado a la ofensiva, carrera y pase. Creo que hicimos eso hoy.

“Es probable que hayamos jugamos nuestro partido más limpio de la temporada. Pocos castigos (dos), no perdimos el balón. Hicimos un buen trabajo dándonos la oportunidad de ganar”, agregó el estratega.

Sin embargo, cuando el corredor es el principal receptor y el que más yardas suma por aire en un partido en lo que va de temporada y genera 240 yardas totales, tampoco es que se puedan echar campanas al vuelo ni con el plan de juego ni con el involucramiento de todos.

Los Cowboys (2-2) visitarán a los Houston Texans (1-3) la próxima semana.

“Nuestros muchachos respondieron bien a esta semana de preparación. Han aprendido a manejar el éxito y el fracaso. A partir de mañana, es otra semana para trabajar fuerte y estar listos”, sentenció Garrett.

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