PHILADELPHIA -- Nick Foles, quarterback de los Eagles, se sometió a unas radiografías luego de sufrir un duro golpe en el abdomen en los minutos finales de la victoria sobre los Houston Texans, pero dijo estar lo suficientemente sano para jugar en el último partido de la temporada regular ante los Washington Redskins.
“Me siento grandioso”, dijo Foles cuando se le preguntó el resultado de las radiografías.
Jadeveon Clowney impactó un fuerte golpe con el casco al pecho de Foles en una tercera y 10 con los Eagles casi encajonados con menos de dos minutos por jugar. Foles completó su pase a Alshon Jeffery, pero se mantuvo en el piso por varios minutos. Clowney fue castigado por rudeza al pasador.
La afición le pidió a Foles levantarse al gritar su nombre y eventualmente, el pasador se reincorporó. Nate Sudfeld remplazo a Foles una jugada.
“Fue un gran golpe. Me dio bien”, dijo Foles. “Pude recuperar el aire. Mis costillas están algo golpeadas y todo, pero me siento grandioso”.
Foles, quien hizo avanzar a los Eagles y preparó el gol de campo de 35 yardas con el que Jake Elliott ganó el encuentro cuando el reloj expiró, estableció una nueva marca de la franquicia con 471 yardas por aire y lanzó para cuatro touchdowns y sufrió una intercepción. Ahora tiene marca de 2-0 desde que remplazó a Carson Wentz como titular.
Wentz lidia con una fractura por estrés en la espalda. El equipo no lo ha declarado fuera para el resto de la temporada, lo que provoca cierta incertidumbre sobre quién será el quarterback titular el resto del camino.
Los Eagles necesitan ganar su último partido en Washington para tener aún posibilidad de ir a Playoffs. Foles dijo que estará listo si necesita jugar.
“Todo es decisión del coach (Doug Pederson). Dejaré que él hable de todo, (pero) físicamente, me siento grandioso”, sentenció Foles.