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Longhorns y Sooners reeditan el clásico del Red River

DALLAS - Cada ocasión en que se enfrentan Oklahoma Sooners y Texas Longhorns se vuelve a prender la llama de la rivalidad del Red River.

Los Sooners (5-0, 2-0 Big 12) y Longhorns (4-1, 2-0) están clasificados a nivel nacional en el primer lugar en la Conferencia Big 12, pero eso pasará a un segundo plano este sábado cuando se enfrenten. Como solía ser cada enfrentamiento entre ellos, las gradas deberán estar llenas, con fanáticos divididos en favor de uno y otro en la yarda 50 yarda. El aroma de la comida proveniente de la feria llenará el ambiente del estadio Cotton Bowl con capacidad para 92 mil 100 asientos.

Cuando Oklahoma venció en series extra en octubre pasado a Texas, la multitud se limitó a unos 24 mil fanáticos y la Feria Estatal de Texas se cerró por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial debido a la pandemia.

"Estoy emocionado de que podamos regresar al Cotton Bowl con una atmósfera más normal. Me perdí eso del gran partido del año pasado", dijo el entrenador de los Sooners, Lincoln Riley. "Lo decimos todos los años, pero creo que no puede ser nunca subestimado: una de las mejores partes de este trabajo es llegar a entrenar, jugar y competir para este juego".

"Soy de Arp, Texas, con una población de 900 habitantes, y verán que muchas personas viajan en el autobús para este partido", dijo el linebacker de Texas, DeMarvion Overshown, quien tuvo un récord personal de 11 tacleadas con una intercepción contra Oklahoma el año pasado. "Les digo (a los novatos) que lo disfruten. Es una sensación que no mucha gente experimenta, así que hay que disfrutar la experiencia, pero cuando tocamos el campo, es hora de concentrarse porque tenemos un trabajo hacer."

Spencer Rattler y los Sooners tienen una racha ganadora de 13 juegos que comenzó con esa victoria 53-45 sobre los Longhorns.

Rattler lanzó dos touchdowns en tiempo extra después de estar en la banca parte de la primera mitad debido a un mal comienzo.

Los Longhorns han anotado 160 puntos y han ganado tres partidos seguidos desde que cayeron contra Arkansas de la Southeastern Conference, a la que se unirán los Sooners y Longhorns a más tardar en 2025.

"Honestamente, no creo que la SEC tenga mucho impacto en este juego. Eso sucederá cuando suceda", dijo Riley. "No sé si podrías agregar más intensidad o importancia a este juego".

THOMPSON Y SU FAMILIA

Casey Thompson es el atípico caso de un jugador nacido en Oklahoma que es actualmente quarterback de Texas.

Su padre, Charles Thompson, fue mariscal de campo de los Sooners entre 1988 y 1989. Pero Casey forjó su propio camino, esperando tres temporadas detrás de Sam Ehlinger antes de ser nombrado titular en el tercer juego de esta temporada.

"Habla mucho de su propia personalidad. Eligió ir a donde pensó que era mejor para él", dijo el entrenador de Texas, Steve Sarkisian. "Quería ser un Longhorn a pesar de la adversidad, siendo un suplente, sin ser nombrado titular. Con esa perseverancia, pudo superar eso porque esa fue su elección". Riley y Sarkisian, coaches de ambos equipos, obtuvieron sus 50 victorias en su carrera el sábado pasado.

Riley tiene marca de 50-8, y el único entrenador de Oklahoma en obtener 50 victorias más rápido fue Barry Switzer, en 56 compromisos. Sarkisian acumula marca de 4-1 en Texas, luego de sumar un récord de 34-29 en cinco temporadas en Washington y 12-6 en USC.