NFL Selecciones
Raúl Allegre 8y

No faltaron las sorpresas a los contendientes en la Semana 16

La época de Navidad... aaahhh, tiempo de paz, familia y amor.

Es la época más maravillosa del año, a menos de que sea necesario viajar por cuestiones de trabajo con aviones repletos de familias, infantes berreando a tu alrededor, y un clima inclemente con tornados, lluvia, granizos y tormentas de hielo.

Sí, fue un fin de semana duro con tornados, lluvia, granizo y una impresionante tormenta de hielo. Hubo retrasos el domingo y hoy martes. Ambos días perdí mis conexiones y ambos días dormí sólo un par de horas. Sí, estuve rodeado de infantes que no pararon de llorar en los vuelos. El cansancio me empezó a llegar a principios del último cuarto del partido entre Cincinnati y Denver. Espero no haberle dicho anoche al mariscal de campo de los Denver Broncos, Brock Rottweiler; o al de los Cincinnati Bengals, AJ Macarena. Si no lo hice, poco me faltó. Si se me “lenguó la traba”, espero acepten mis disculpas. En las sabias palabras de nuestra colega Kary Correa, “sin Yolanda Maricarmen y ponte a trabajar”.

Fue hoy durante mi regreso, después de un retraso de tres horas por una tormenta de hielo, en medio del cansancio y la frustración, cuando tomé unos momentos para reflexionar y recordé que en un momento estuve en la complicada situación de padres jóvenes que tienen que viajar con niños pequeños. Recordé lo afortunado que soy de trabajar para una gran empresa como ESPN en donde me ocupan para ver y comentar un gran deporte como el fútbol americano, y de convivir a través de redes sociales con un gran grupo de aficionados que a veces se ponen bravos, pero que son fieles, conocedores y de buen corazón.

A dos días del final del 2015, hago este paréntesis para agradecerle al Todopoderoso la bendición de tener una gran familia, un gran trabajo, uno que otro fan, y la bendición de una buena salud.

También agradezco que por fin ayer nos tocó un partido de "Monday Night Football" que fue relevante, de impacto en la recta final y que tuvo un final apoteótico. Después del repunte de Denver en la segunda mitad y en tiempo extra, no queda más que concluir que Brock Rott... perdón, Osweiler se ganó el puesto de titular para Denver en postemporada. Brock no jugó mal el primer tiempo, pero en el segundo asumió el control del partido. Denver abrió el tercer cuarto, y prácticamente el resto del partido, con una ofensiva en serie ante una defensiva de Cincinnati dispuesta a evitar pases largos. Con la presión del partido en sus hombros, Brock respondió completando 20 pases en 31 intentos para 210 yardas liderando a Denver a una victoria que aseguró el pase a la postemporada. Es probable que Peyton Manning se recupere, pero no estará en plenitud de facultades. Como mencioné hace varias semanas, la única manera que veo a Manning regresando es en caso de que se lesione Brock, o que tenga que entrar en relevo en una situación desesperada, muy similar a la que alguna vez tuviera John Unitas en el Super Bowl III. No creo que hayamos visto el final de Peyton Manning como pasador en la NFL, pero dudo que lo veamos otra vez con el uniforme de Denver.

Nunca hay que ignorar la importancia de una rivalidad. Este año mis Texas Longhorns terminaron 5-7, y fueron un equipo mediocre, pero en un día especial, jugaron como el mejor equipo del colegial y humillaron a los Sooners de Oklahoma. Tenía que mencionar esto porque fue la ÚNICA satisfacción que tuve esta temporada de fútbol americano. Oklahoma terminó como uno de los cuatro equipos que disputará el playoff de la NCAA, pero el 10 de octubre cayeron contra un equipo inferior de manera estrepitosa y aplastante. Algo similar sucedió en la NFL en la Semana 16.

Los Baltimore Ravens entraron a su partido contra Pittsburgh Steelers con tres derrotas consecutivas, una defensiva que había permitido 69 puntos en sus dos últimos partidos y que había permitido 12 pases de touchdown de 20 o más yardas. Enfrentarían a una de las ofensivas más explosivas de la NFL en Pittsburgh con posiblemente el mejor receptor de la liga en Antonio Brown. ¡Ouch! Baltimore llegó a este partido con marca de 4-10, y con un pasador suplente, Ryan Mallett, que había sido desechado por los New England Patriots y Houston Texans. Su contraparte sería el dos veces campeón de Super Bowl, Ben Roethlisberger. Baltimore jugaba sólo por su vergüenza profesional. Los Steelers controlaban su destino para la postemporada y eran, junto con Seattle, “los equipos que nadie querría enfrentar en playoffs”. Primero hay que llegar a los playoffs y Pittsburgh desaprovechó una gran oportunidad. La defensiva de pase de los Ravens había interceptado sólo cuatro pases todo el año. El domingo interceptaron a Big Ben dos veces. De hecho fueron tres, pero un castigo anuló un “pick-6” de Jimmy Smith en el último cuarto. Es difícil encontrar una explicación lógica además del orgullo profesional de los jugadores, y de la motivación que da jugar contra un rival de división. Este año Baltimore perdió a su quarterback, mejor corredor, mejor receptor y mejor jugador a la defensiva. También fueron víctimas de varias decisiones arbitrales que decidieron partidos en su contra. Su motivación, descarrilar a Pittsburgh. Los Steelers no están fuera todavía, pero necesitan que pierdan los New York Jets.

Los Carolina Panthers habían jugado con fuego recientemente. Sufrieron para vencer a New Orleans Saints y New York Giants, dos equipos con sólo seis victorias cada uno. Cayeron ante el esquizofrénico equipo de los Atlanta Falcons que abrió la temporada ganando cinco de sus primeros seis partidos para después perder seis consecutivos. Atlanta tuvo un gran esfuerzo a la defensiva conteniendo a Cam Newton, quien hay que mencionar no contó con su mejor corredor en Jonathan Stewart. En este juego fueron los receptores de Atlanta los que marcaron la diferencia. Julio Jones, y Roddy White, quien había sido humillado públicamente por Josh Norman durante la semana, se combinaron para 14 recepciones y 245 de las 373 yardas totales de los Falcons. El consuelo que tienen las Panthers es que es mejor perder en temporada regular cuando se pueden corregir los errores que hacerlo en postemporada en donde no hay un mañana.

Los St. Louis le tienen tomada la medida a los Seattle Seahawks. Les han ganado tres de los últimos cuatro partidos. La fórmula ha sido sencilla: presionar con cuatro, o a veces sólo tres jugadores, y contener a Russell Wilson. El único consuelo que le queda a Seattle es que no muchos equipos tienen una línea defensiva tan dominante como la de St. Louis. Los Rams tienen tres victorias consecutivas. Este es un equipo del que esperaba más. Tardaron en encontrar a su pasador. Nick Foles fue una decepción. Case Keenum no es espectacular, pero ha jugado con confianza y ha manejado bien a su ofensiva.

A los que me siguen por estas notas y en "NFL Live", me habrán escuchado decir que no estaba del todo convencido del nivel tanto de Seattle como Carolina. Carolina no ha tenido victorias contra equipos élite de la NFL como las han tenido los Arizona Cardinals, el equipo que desde hace semanas identifiqué como el mejor que había visto estudiando video este año. Seattle venció a Pittsburgh en un partido que debió perder. Sólo tienen la victoria contra los Minnesota Vikings de manera convincente este año y aún me quedan dudas.

No podía olvidar el partido de división entre los Pats y Jets. Estos juegos por lo general son cerrados y este no fue la excepción. Este se fue a tiempo extra en donde tuvimos la controversia de la semana. Matthew Slater, capitán de equipos especiales de los Pats ganó el volado antes del inicio de la prórroga. Aparentemente, Bill Belichick, había hablado con el árbitro principal, Clete Blakeman, y le había dicho que de ganar el volado querría patear de kickoff. En tiempo extra existen tres opciones: 1) recibir el balón, 2) defender un lado de la cancha, o 3) patear de kickoff. Antes de un partido existe una cuarta opción que es diferir la decisión al segundo tiempo. Si un equipo opta por recibir el balón, el otro decide la dirección en que patea. Lo mismo sucede cuando la decisión es patear el kickoff. El equipo que recibe la patada decide en qué lado la reciben. Me sorprendió que de estas tres decisiones Belichick haya instruido a Slater patear. Quisiera pensar, por la reacción que tuvo Slater ante el árbitro, que la decisión habría sido DEFENDER un lado de la cancha y tener el viento a favor. En 1986, Bill Parcells, antes del campeonato de la Conferencia Nacional contra los Washington Redskins, decidió defender y tener el viento a su favor. Belichick era el coordinador defensivo de los Giants. La decisión resultó positiva al anotar los Giants 10 puntos en el primer cuarto y ganar el partido. En 2013, en un partido contra Denver en tiempo extra, Belichick decidió defender y tomar el viento, y ganó el encuentro. Difiero de mi colega y amigo Pablo Viruega en determinar que al final del partido la mejor unidad de los Pats era su ofensiva. Pueden leer su columna al respecto con este link. Quizás con el regreso de los titulares de la línea ofensiva que estuvieron fuera el domingo, y con jugadores como Julian Edelman y Danny Amendola de regreso, yo habría optado por darle el balón a Tom Brady. El domingo contra Jets, después de ver la manera como lo golpearon, no. Defender, pero con viento a favor, era la mejor opción. Me queda la duda de por qué escogieron patear de kickoff en lugar de escoger defender un lado de la cancha. En retrospectiva es fácil criticar una decisión, pero en el momento de tomarla, es la información disponible la que marca la diferencia.

Los dejo con esta reflexión. Tom Brady, Ben Roethlisberger, Aaron Rodgers y Rusell Wilson, todos campeones de Super Bowl, perdieron sus partidos en la Semana 16. Ryan Mallett, Brandon Weeden, Case Keenum y Brock Osweiler, ninguno de los cuales ha sido titular en la NFL más de siete partidos, ganaron sus respectivos. Si eso no explica lo complejo que puede ser pronosticar en la NFL, no sé qué más se pueda hacer.

Finalmente, no me queda más que desear que el 2015 que concluye haya sido un año positivo y que el 2016, traiga prosperidad, bendiciones, paz y felicidad.

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