<
>

Panthers continúan sosprendiendo tras la Ronda de Campeonato

BRISTOL -- Que levante la mano el que predijo a Carolina vs Denver en el Super Bowl Y que sea honesto. Que levante la mano quien pensó el 15 de noviembre, el día en que Peyton Manning impuso la marca de más yardas por pase en la historia de la NFL, pero que también lanzó cuatro intercepciones contra Kansas City, iba a ser el mariscal de campo titular de la Conferencia Americana en el Super Bowl. ¡¡¡Pruebas!!!.

Me remonto a finales del mes de agosto cuando analizaba los equipos con la intención de definir a los representantes de cada conferencia. Unos días antes, el 19 de agosto para ser exacto, leí la noticia que Kelvin Benjamin, el espectacular receptor de segundo año de Carolina había sufrido una ruptura de ligamentos en la rodilla izquierda que lo mantendría fuera la temporada 2015. Fue la gota que derramó el vaso para descartar a las Panteras de Carolina no sólo del campeonato de conferencia sino de los playoffs en total.

Carolina venía de ganar la muy mediocre división Sur de la Nacional con marca de 7-8-1. A su favor había una racha ganadora de cuatro partidos, pero con el atenuante que habían sido contra Nueva Orleans, Tampa Bay, Cleveland y Atlanta cuya marca combinada fue de 22-42. Cam Newton había terminado la temporada completando menos del 60 por ciento de sus pases con sólo 18 touchdownss y 12 intercepciones. Había sido peligroso corriendo en un esquema que buscaba explotar sus facultades, pero anotó sólo 5 TDs. Saldría del equipo DeAngelo Williams, quien había sido un buen jugador para las Panteras, pero que en los últimos años había venido a menos. El corredor principal iba a ser Jonathan Stewart, un veterano en su octava temporada que había faltado a 20 partidos por lesión en las últimas tres temporadas.

¿La línea ofensiva? Recordaba el partido de lunes por la noche que narramos en 2014, el que dos agentes libres, Andrew Norwell y Nate Chandler, serían los titulares contra la dura defensiva de Filadelfia. Ese día Cam Newton sufrió nueve capturas y fue golpeado fuertemente otras nueve veces. ¿Los refuerzos para la línea ofensiva? Michael Oher por Byron Bell y Mike Remmers por Chandler. Oher no fue retenido por Baltimore en 2014. Firmó con Tennessee como tackle derecho y fue un fracaso. Sería ahora el tackle izquierdo con Carolina. Veríamos también el regreso de Ted Ginn, Jr quien tuvo 36 recepciones con 5 TDs para las Panteras en 2013, pero quien pasó desapercibido en Arizona el siguiente año. El único jugador ofensivo de respeto era Greg Olsen, pero ¿Qué tan efectivo sería con un QB inconsistente con una reputación de no asimilar el esquema ofensivo?

A la defensiva, la constante era la dupla de Luke Kuechly y Thomas Davis, quizás la mejor de la NFL en defensiva níckel (cinco en la secundaria).Fuera de eso, no había nada espectacular. Star Lotuleilei, su primera selección en el draft del 2013, que había aterrorizado a las ofensivas rivales en su primer año, se tomó un sabático durante su segunda campaña. Kawann Short, el otro tackle defensivo, seguía en proceso de desarrollo. Greg Hardy, el mejor cazamariscales del equipo había sido despedido por haber cometido un delito de violencia doméstica. Su suplente sería Jared Allen, quien ya había visto pasar sus momentos de gloria. ¿Josh Norman? Era un jugador de mucho talento, al cual habían mandado a la banca por su indisciplina e inconstancia.

Las decisiones se toman con la información que se tiene, y en agosto mi análisis se basó en esta información. Sin seguir de cerca al equipo día con día, era complicado saber que Newton por fin dominaría este año el esquema de Mike Shula para ver a una ofensiva que terminó como la N° 19 en puntos en el 2014, convertirse en la más prolífica este año. Quién se imaginaría que la línea ofensiva, una de las peores en la NFL, se convertiría debatiblemente en la mejor. Que Kawann Short se convertiría en un fenómeno imposible de bloquear de manera individual y que lograría 11 capturas, ni que Josh Norman sería el mejor esquinero de la NFL. Mucho tuvo que ver la continuidad de tener al mismo entrenador en jefe, Ron Rivera, y a sus dos coordinadores, Shula y Sean McDermott.

Una de las críticas hacia Carolina es que no habían tenido un calendario difícil. Fueron el peor equipo de la NFL en segundos tiempos. Estuvieron cerca de perder contra Seattle en un partido que ganaban 31-0 al final de la primera mitad. El domingo aplastaron a un buen equipo de Arizona y no dejaron duda que son el mejor equipo de la conferencia Nacional. Un equipo completo que tuvo jugadas clave en las tres fases del juego: ofensiva, defensiva y equipos especiales. Son ya el favorito para ganar el Super Bowl 50.

Hablando de Arizona, en octubre escribí una nota en la que mencioné que era el equipo más completo que había visto en video. Eran el equipo más completo de los cuatro que llegaron a la semana de campeonatos, con la excepción de su QB, Carson Palmer. Palmer había tenido una gran temporada hasta el 20 de diciembre en el que se dislocó su dedo índice derecho en la mano con la que lanza sus pases. De acuerdo a varios analistas que fueron QBs, el dedo influyó la manera de lanzar de Palmer. Se puede usar como excusa, pero de las seis intercepciones que le vi lanzar esta postemporada TODAS fueron por malas decisiones, más que por pases mal enviados. Bruce Arians había dicho que Palmer era el mejor QB de la NFL. Me pregunto si sigue pensando lo mismo. Contra Carolina se vio perdido, frustrado y asustado. Nunca había ganado un partido de playoff hasta la victoria contra Green Bay en la ronda divisional, pero se puede debatir que ganaron a pesar de él. Los Cardenales tienen tan buen talento como cualquier equipo en la NFL, un gran grupo de entrenadores. Son una máquina que puede ser arrolladora, pero a la que le falta un buen piloto.

Es más que probable que el domingo hayamos presenciado el final de una era gloriosa en la historia de la NFL – los duelos entre los equipos comandados por Tom Brady y Peyton Manning. El Juego por el Campeonato de la conferencia Americana fue la versión N° 17. Mientras que Brady pasa quizás por el mejor momento de su carrera a pesar de sus 38 años, el padre tiempo le está pidiendo cuentas a Manning. El desempeño de ambos en el partido no reflejó la calidad que han mostrado a través de sus ilustres carreras, pero todavía pudimos ver lo que los ha hecho grandes, su gran corazón y espíritu competitivo. Basto con ver a ambos correr, o sería deambular, con una velocidad de tortuga y una gracia de jirafa, para conseguir una primera oportunidad. Brady, por primera vez en su carrera, completó menos del 50 por ciento de sus pases en un juego de playoffs y sufrió dos costosas intercepciones. Manning no estuvo mucho mejor completando sólo el 53 por ciento, pero lanzó dos TDs, no tuvo intercepción y no cometió errores.

Ambos enfrentaron a dos defensivas excelentes, en el caso de Denver, la mejor en la NFL en el 2015. A lo largo de la historia de la NFL, QBs, aún en el mejor momento de su carrera, han tenido problemas cuando han enfrentado a defensivas clasificadas como las mejores de la liga. Antes del Super Bowl 49, le pedí al equipo de investigación de ESPN que buscara cómo le había ido a QBs miembros del Salón de la Fama contra una defensiva número uno en la era del Super Bowl. A esta lista pertenecen Bart Starr, Len Dawson, John Unitas, Roger Staubach, Frank Tarkenton, Dan Fouts, Joe Montana, Dan Marino, Jim Kelly, Warren Moon, Troy Aikman y Tom Brady en el pasado Super Bowl. La marca combinada de este grupo ilustre fue de 8-30, con 27 TDs y 51 intercepciones. Así que no seamos tan duros con Manning, y sobre todo con Brady. La defensiva de Seattle que enfrentó Brady en el Super Bowl 49 terminó clasificada como la mejor en 2014, pero lesiones antes y durante el partido pesaron mucho. La defensiva de Denver que enfrentó Brady el domingo, estuvo en su mejor nivel, aunque lesiones de los dos safeties titulares le abrieron una pequeña grieta por la cual casi pudo rescatar el partido.

A Brady le llegaron en 23 ocasiones. En esta temporada no le habían llegado en más de 12 ocasiones. Su línea ofensiva tuvo 13 alineaciones diferentes y 37 combinaciones de jugadores en total. Tal inconsistencia cobró factura. A pesar de todo, los Pats estuvieron en posición de ganar el partido en el último cuarto. Bill Belichick se distingue por ser un gran estratega y por tomar decisiones acertadas a lo largo de un partido, pero el domingo erró al no intentar por lo menos un gol de campo cuando perdían 12-20. En ese momento tenían tres tiempos fuera, y quedaban poco más de seis minutos en el partido. El intento habría sido de 34 yardas en cuarta y 1, altamente factible para Stephen Gostkowski quien había fallado su primer punto extra desde el 2006, pero que había convertido dos goles de campo de 46 y 38 yardas anteriormente. La segunda decisión de patear un gol de campo se dio faltando 2:25 y en situación de cuarta y 6. El intento habría sido de 32 yardas, una vez más de altas posibilidades para Gostkowski, mejores aún que convertir en cuarta y 6. El TD al final le habría dado la victoria a los Pats sin la necesidad de buscar la conversión de dos puntos.

En efecto, el punto extra fallado influyó en el marcador, y posiblemente en el proceso de toma de decisiones de Belichick. Gostkowski gallarda, pero injustamente, asumió la responsabilidad del partido. Esta vez fue Belichick el responsable de la derrota. En partidos de playoffs, en particular cuando se enfrentan dos grandes defensivas, los goles de campo pesan mucho. Nunca se puede asumir que serán convertidos, vimos lo que ocurrió en el partido entre Minnesota y Seattle, pero hay que confiar que cada jugador, como predica el mismo Belichick, haga su trabajo.

No es garantía regresar a los playoffs, pero en el caso de los Pats tienen excelentes posibilidades. Ninguno de sus 22 titulares será agente libre. De hecho, si se incluyen a los suplentes, sólo tres de los 44 jugadores serán agentes libres: Steven Jackson, Akiem Hicks y Tavon Wilson. La línea ofensiva verá el regreso de Nate Solder, su tackle izquierdo titular. No tienen problemas de nómina y es de esperarse la salida de Jerod Mayo, lo cual liberaría 11.4 millones de dólares adicionales. Ah, y regresan Belichick y Brady.

No hay que restarle mérito al extraordinario desempeño de la defensiva de Denver. El plan de juego de Wade Phillips para eliminar las trayectorias cortas e intermedias de los Pats fue magistral. Pudieron ejercer presión a veces con sólo tres jugadores, usando hasta ocho en cobertura. Manning volvió a batallar. Erró pases a receptores desmarcados, en un par de ocasiones para TDs, pero completó dos que llegaron a las diagonales. Esta temporada no ha sido brillante, pero ha sido efectivo. Tendrá dos semanas más para poder sincronizarse con sus receptores. Para vencer a Carolina tendrá que ser brillante, no solamente efectivo.

Si fue el último partido de la serie Brady-Manning, me quedo satisfecho. La historia dirá que Brady tuvo marca favorable de 11-6 en estos duelos. Manning, considerado principalmente un QB de temporada regular, terminó con marca de 3-2 sobre Brady en postemporada. Aún más importante, tendrá ventaja 3-1 en partidos de campeonato de Conferencia contra el considerado mejor QB de la historia en playoffs. De una forma u otra, ambos son y serán siempre grandes.

Tendremos un Super Bowl que enfrentará el pasado y la gloria de la NFL, con el futuro y la promesa de una nueva era.

Finalmente, mi amigo, Miguel Muñoz de Torreón me pasó su descripción de lo que es el futbol Americano:.

"Tiene la estrategia de SunTzu, la táctica del ajedrecista, la fortaleza de un luchador de Sumo, la gracia del ballet, la rapidez de un velocista de 100 metros, la estoicidad de un espartano, la precisión de un relojero, el meticuloso análisis y rigor del cobrador de impuestos, el ojo certero de un arquero, todo bajo el esplendor de un emparrillado".