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¿Volvió Boca?

BUENOS AIRES -- Todo parece indicar que Boca vuelve a ser el de antes. No el de siempre. Porque hace varios años que juega mal. Pero anoche, recuperó un dejo de su historia, de su preciosa identidad. Con un Tevez explosivo, como en sus mejores épocas, Boca Juniors dejó en claro que será difícil quitarle los puestos altos de este campeonato.

En el mitológico barrio de La Boca, el equipo de Guillermo Barros Schelotto, dio cátedra de fútbol, de buen toque y sobre todo de orden y de equipo que tiene un plan y es capaz de aplicarlo a la perfección. Es cierto, no hay que quitarle méritos al equipo boliviano que jugó realmente mal, pero es un equipo muy inferior al equipo de La Boca. Bolívar tiene muchas cosas para corregir.

La Copa Libertadores es un torneo especial, una Copa que todo el mundo quiere ganar, pero es dificilísima. Pensándolo bien, no es tan difícil como antes, porque el nivel de los equipos no es el mismo. Ni siquiera los equipos brasileños, son los cucos de otros años...

Salir a caminar por la calle Necochea, uno de los grandes reductos de hinchas boquenses. En el bar el Centinela, donde Leonardo Favio grabó una escena de Gatica, los hinchas de Boca se amontonan de a centenas.

Me pido un vaso de ginebra y mientras miró el colorinche espectáculo barrial, dejo que la conversación se desarrolle de manera natural. Un parroquiano de sesenta años se acerca a mi mesa.

- Mirá, Boca es un equipazo, de a poco va a recuperar la mística que se necesita para ganar Copas Libertadores. No es fácil, pero Boca tiene con qué. Siempre tiene. Lo que se necesita es un equipo sólido, al que no le hagan tantos goles.

- El problema de los goles es algo que le pasa a todos los equipos argentinos. Es un problema que está de moda.

- En esto influyen mucho los técnicos.

- ¿Por?

- Y fijate que la mayoría son delanteros, Sava, Guillermo, Gallardo, no saben jugar de defensores y, por lo tanto sus equipos demuestran graves fallas, diría un desinterés por el orden defensivo. Y eso se sufre, se paga...

Lo saludé al señor y me dirigí hacia la barra. Un señor me pidió un cigarrillo que vio salir de la cajita en el bolsillo de mi camisa. Le ofrecí uno, por supuesto, faltaba más.

- Es muy cierto lo que te dice Perotti, falta trabajo en defensa, no hay buenas defensas en el mundo. Mirá el Barcelona equilibra re bien, tiene una delantera mortal y además tiene una defensa mejor. Y entonces el equipo se vuelve invencible.

- Eso en fútbol se llama equilibrio. Un equipo descompensado no puede jugar bien. Hace falta una línea recta que sostenga todo. Va a ser difícil que los equipos argentinos como Boca, River o Racing avancen porque les convierten mucho y eso, a la larga, te perjudica.

Dejé mi copa encima del mostrador y salí a la calle a fumarme un cigarrillo. Pensé mucho en lo que me dijeron los parroquianos. La teoría era interesante, a los equipos argentinos les convierten mucho porque tienen defensas mal armadas, de rendimiento irregular. Hay que trabajar más en ese aspecto y no dejarle todo el trabajo a los delanteros aunque estos se llamen Tevez, Bou, o Abila.