BUENOS AIRES - Yo no sé como será la felicidad un día de lluvia, frío, oscuro, horrendo, uno de esos días que influyen en el espíritu de la población. Un día gris, de esos que uno solo imagina, pueden suceder en las películas o en las letras de tango.
Pero ayer, domingo, fue uno de esos días. Y Lanús salió campeón jugando un fútbol exquisito; fútbol sobretodo de gente joven, de nuevos valores con los que uno se queda encantado viéndolos jugar. Lanús, como los grandes equipos de la historia, no dejó atenuantes, ganó en todos los sectores durante todos los minutos de juego. En pocas palabras, se impuso.
Así es el fútbol, no tiene sol ni sombra, aparece en todas partes y en el momento mas inesperado. Y los jóvenes futbolistas de Lanús con un veterano goleador a la cabeza iluminaron la grisura que había en nuestras almas. Francamente, este triunfo hace soñar con el futuro del fútbol argentino, de pronto se ha renovado con grandes valores. Para la felicidad de muchos.
En cuanto al club de Boedo, queda la reflexión. ¿No será la hora de un recambio? Con nada de fútbol y sin una sola idea fue aplastado por un equipo con hambre de gol. La felicidad del domingo fue granate. Por cualquier calle del Sur uno podía chocarse con las camisetas del campeón. La alegría resultaba excesiva para un domingo de invierno, pero el calor de la gente, generó un microclima único.
El Monumental explotó con toda la gente que fue a alentar al campeón. San Lorenzo es un grande, pero ayer, en la cancha de River parecía que era un clásico Boca River, había mucha gente en ambas hinchadas y no se sintió la diferencia.
La única diferencia que hubo fue en la cancha y para Lanús que, con mucho equipo y con mucho coraje ridiculizó al equipo de Boedo.
Tengo muchísimos amigos de San Lorenzo, no sé qué estarán pensando en este momento, pero el desconcierto debe ser grande. Tal vez pensaron que la historia los ayudaría o que el pergamino de la camiseta podría cambiar la historia.
Ante un equipo como Lanús, solo puede jugar al fútbol mejor que ellos y eso es casi imposible.
Solo cabe felicitar y reconocer la superioridad. Felicitar a José Sand y su cantidad de goles. Felicitar a un jugador único como es Lautaro Acosta y a todos los jugadores de Lanús porque llevaron al club a lo más alto de su historia.
Y habría que felicitar a los miles de hinchas que viajaron ayer hasta Nuñez para alentar a su equipo y su equipo no los defraudó.
Lanús escribió otro gran capítulo de su historia, un capítulo alegre y ganador. Felicitaciones a todo el mundo Lanús.